—No lo traje —desde que San Jin dijo que esa caja de piedras podría valer decenas de millones, Xue Xi no había sido tan descuidada como para llevarse las piedras consigo y las dejó en casa. Sin embargo, no sabía cómo explicarle esta caja de piedras caras a Ye Li, por lo que no le dijo a la familia por el momento.
Cuando Zhou Zhen escuchó esto, se sintió un poco decepcionado. Sin embargo, cuando escuchó a Xue Xi hablar de las piedras, recordó el día en que sus gemas cayeron al suelo. Todos decían que eran gemas, pero Xue Xi solo dijo calmadamente que eran solo unas piedras y no parecía estar alardeando. Además... La caja de piedras que dejó caer Xue Xi no apareció a propósito. En cambio, fueron los estudiantes de la clase los que accidentalmente empujaron su escritorio lo que hizo que la caja cayera al suelo.
Cuando conectó estos asuntos, Zhou Zhen llegó a una conclusión. Dijo a la clase:
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