—Honestamente, dudaba en contactarme. ¿Quién me dice que no me harás lo que le hiciste a tus amigos de El Ojo de Hermodr? —preguntó Kaizen.
Elara suspiró al otro lado de la línea, entendiendo la preocupación de Kaizen. Su voz sonó calmada y reconfortante cuando finalmente respondió:
—Entiendo tu desconfianza, Kaizen. No puedo negar que mis acciones en el pasado podrían haber causado que estés alerta, pero quiero que sepas que mi objetivo no es ayudar a combatir a El Ojo de Hermodr, sino ayudarte a ti. Reconozco la gravedad de la situación, solo que soy un fan tuyo y sería un honor para mí estar bajo tu mando.
La voz de Elara transmitía sinceridad, y Kaizen sintió un ligero sentimiento de consuelo al escucharla. En el fondo, sabía que no podía enfrentarse a El Ojo de Hermodr solo y que necesitaba aliados confiables.
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