Volviendo esclavos contra maestros

—Tranquilízate, chico, deja que tus sentidos primarios se hagan cargo, lo desconocido te es más ventajoso que para él —dijo Drax dentro de la cabeza de Max, mientras trataba de calmarlo.

—¿Qué debo hacer ahora, abuelo? No puedo ver una mierda —Max le pidió consejo a Drax.

—Por supuesto que lavas el cerebro a esos 5 esqueletos que tu enemigo ha invocado, pero no les pidas que lo ataquen, solo tómalos bajo tu control y espera a que aparezcan los arqueros. Cuando tengas las diez tropas bajo tu mando, entonces ve al ataque.

Max escuchó el plan de Drax cuidadosamente y todo lo que dijo la vieja I.A. tenía sentido para él, sin embargo, había un pequeño problema.

—Abuelo Drax, entendí todo lo demás, ¿pero cómo diablos se supone que encuentre a los esqueletos si no puedo ver una mierda? —preguntó.

Drax suspiró, a veces deseaba que la Saciedad del chico estuviera por debajo del 60%, porque cuando su mente estaba consciente, Max era un conductor de fiat en un coche Ferrari.