Yendo a la Guarida del Zorro

—¡Tsk! Solo baja la cabeza esta vez y acepta unirte —Ibra agitó su glaive en el aire un par de veces—. Solo piénsalo. ¿Cuál es el punto de rehusarse a estirar tus músculos y pelear contra un montón de debiluchos por un cambio?

...

William observó a Ibra alejarse, dejándolo completamente solo.

—Los odio a los dos... —William recordó la reunión feroz y explosiva que tuvo con los abuelos de esas dos chicas.

En primer lugar, las dos chicas salieron de la academia sin decirle a nadie sobre su partida. Los dos abuelos de ellas estaban ocupados lidiando con los maestros del espíritu oscuro alrededor de la academia en aquel entonces. Se esperaba cuán profundamente conmocionados se sintieron al recibir la noticia sobre la gran guerra que ocurrió en la fortaleza de las Tierras Abrasadoras, con sus queridas nietas en el corazón de todo esto.