Evan salió de la arena de sparreo y fue bastante sencillo adivinar qué hizo justo después de dejar la arena.
¿Probó todo su poder usando refuerzo de maná en la vida real?
¡No!
Lo primero que hizo fue sacar su teléfono y abrir la calculadora.
Luego usó la calculadora para ver cuánto dinero iba a recibir.
Ya que las probabilidades eran de 1:5 y Evan apostó toda su cuenta bancaria, ganó bastante esta vez.
Los ojos de Evan emitieron un brillante haz de luz cuando vio la cifra en la calculadora.
510,240.
—Espero que esta vez mi ruptura con la pobreza dure toda la vida —murmuró Evan y empezó a caminar hacia su habitación.
Al apostar proporcionó su número de cuenta bancaria así que la cantidad ganadora llegaría a su cuenta bancaria después de algún tiempo.
Después de llegar a su habitación Evan se sentó y una vez más usó refuerzo de maná.
Alrededor de su cuerpo apareció una capa de maná de color azul claro con una capa tenue de negro casi invisible.
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