—Sí... mencioné varias razones a mis Santos Demonios para invadir este y aquel Reino... Sin embargo, la verdadera razón era buscar el poder de Extracción... —dijo el Señor Demonio mientras miraba al Avatar de la Diosa de la Fortuna.
Su expresión permaneció relajada, como si no pensara demasiado en lo que la Diosa de la Fortuna decidiera hacer.
¡Para ser exactos, parece que no le preocupaba si la Diosa de la Fortuna decidiera luchar ahora mismo!
—¿De verdad lograrás tu propósito aquí? ¿Qué pasará si no puedes obtener ese poder? ¿Vas a continuar destruyendo este Reino como los demás? —respondió la Dama Farath.
—Por supuesto que no... Si mi pista es incorrecta una vez más, simplemente estoy planeando convertir a un millón de humanos aquí en Demonios... Luego los trasladaremos al Reino del Abismo para reponer nuestras fuerzas... —el Señor Demonio dijo con un atisbo de satisfacción en su rostro. ¡Parecía tan orgulloso de su plan!
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