—No, él no morirá solo por ser apuñalado —Lana negó con la cabeza con vigor y descartó las salvajes imaginaciones de Hope de su mente—. A ella tampoco le gustaba escuchar eso.
Sería fácil si Kace estuviera dispuesto a hacerlo él mismo, lo cual también parecía menos aterrador.
—¡No, no quiero hacer eso! —Hope retiró su mano de Lana y la miró ansiosamente—. ¿No hay otra manera, que sea más civil? Suena como si fuera a matarlo.
—Se necesitarían mil personas como tú para herirlo —Lana expresó su pensamiento, considerando a Hope como un ángel guardián y un humano ordinario.
Pero, Lana no pudo verlo desde una perspectiva diferente. No pensó en Hope como la compañera de Kace, y que solo una palabra suya podría enviar a la bestia al más profundo infierno de agonía.
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