Alicia se estaba quedando sin tiempo, y lo sabía. Sabía que era hora de acelerar su plan de escape. Porque cuanto más tardaba, más difícil le resultaba escapar, especialmente ahora que Harold no solo pensaba sino que hablaba de enviar a Paulina lejos y sugería que ella empezara a dormir en su habitación. Era solo cuestión de tiempo antes de que él empezara a hacer lo que quisiera, así que tenía que hacer algo rápidamente.
Huir era tan imposible como tener un sol verde, y escapar de Harold parecía aún más imposible. Así que la única solución restante era que la expulsaran voluntariamente.
—Siempre que el rey entre, debes ponerte de pie e inclinarte. Ningún movimiento hasta que él se siente y te permita sentarte. De lo contrario, el castigo es severo.
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