La inevitable derrota de Mo Yuchen contra el anciano le dejó un sabor amargo en la boca. Sin embargo, solo podía aguantarse y culparse a sí mismo por perder contra el General Yun.
—Perdí —admitió, lanzando su rey en el tablero.
—No está mal, pero necesitas mucha paciencia, muchacho. Eres demasiado terco y te niegas a admitir tus errores —dijo el General Yun mientras se recostaba en su asiento y consideraba al joven frente a él.
Mo Yuchen se levantó de su asiento y agradeció al anciano antes de irse a buscar a sus amigos.
Su Xiaofei bufó y cruzó las piernas. El ligero ceño en la cara de Mo Yuchen era una indicación obvia de que no estaba satisfecho con su derrota. Su Xiaofei conocía su naturaleza dominante y arrogante. No era del tipo que aceptara la derrota fácilmente.
—Entonces, ¿qué te parece? —preguntó Lu Qingfeng—. ¿Aprendiste algo de su juego?
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com