—Hermano Lu Feng, ¿también estás aquí? Fui a tus habitaciones pero no te encontré allí. Me preguntaba dónde habría ido todo el mundo. —Era Lu Lijun quien había venido con una pequeña y bonita caja de madera en sus manos.
—¿Qué pasó? —preguntó Lu Feng con un tono suave que hacía que las hermanas se pusieran celosas.
—Quería mostrarles a todos el regalo que preparé para el Abuelo y la Abuela —respondió Lu Lijun, emocionándose al mostrar lo que tenía.
—Muestra —dijo Lu Feng.
—Mira esto —Lu Lijun abrió la caja y mostró el contenido a Lu Feng.
—¿Lo hiciste tú? —preguntó Lu Feng, observando el regalo con admiración en sus ojos.
—¡Sí! ¿Qué te parece? —preguntó el hermano menor.
—Les gustará —animó Lu Feng.
—Mira al hermano Lu Feng —Lu Bao murmuró, agraviada—. Está sonriendo y tratando al pequeño diablo tan bien. Sin embargo, nos trata tan mal a nosotros. ¿Qué pasa, no existimos para él? —Se volvió hacia Lu Lian, con el rostro lleno de enfado—. ¡Y mira al pequeño monstruo acaparando toda la atención! —dijo en voz baja—. ¿Acaso salvó un país en su última vida? —Sollozaba por dentro.
—Lo sé, pero ¿qué podemos hacer? —Lu Lian también estaba bastante envidiosa después de ver esta muestra de afecto entre los dos hermanos.
—Los hermanos Lu Qiang y Lu Feng lo están malcriando. ¿Por qué no pueden mimarnos un poco a nosotras? ¿Cómo puede ser que estos dos icebergs encuentren tantas palabras que decir cuando se trata de Lu Lijun? —En efecto, estaba llena de celos.
—¡Shhhh! Nos van a oír —siseó Lu Lian.
—Sí, está perfecto —dijo Lu Han después de echar un vistazo al regalo, mientras sus dos hermanas estaban ocupadas maldiciendo a Lu Feng.
Lu Lijun miró hacia la puerta como si buscara algo. Volviendo hacia la puerta, se asomó y dijo con voz suave:
—Hermano Lu Qiang, ¿qué haces ahí? Entra —La tapadera de Lu Qiang se había descubierto.
—Estoy bien aquí. Sal cuando termines —dijo Lu Qiang, de pie en el corredor.
—Por favor, hermano mayor, entra —suplicó Lu Lijun—. Todos están aquí. ¡Por favor!
Lu Qiang aceptó al instante, la súplica ablandó su corazón. Jamás podía decirle que no a su hermano menor.
A los demás les sorprendió ver a Lu Qiang en el ala sur de la mansión, un lugar al que no iba a menos que fuera necesario.
—¿Qué están haciendo todos en esta habitación? —preguntó Lu Lijun.
—Llamamos al hermano Lu Feng para que nos ayudara a elegir un vestido, pero no sirve de nada —dijo Lu Bao con una expresión triste.
—Entonces pídele al hermano Lu Qiang —Lu Lijun giró su cabeza para mirar a su hermano y preguntó—. Tú los ayudarás, ¿verdad?
Lu Qiang murmuró y miró a sus hermanas.
Lu Feng agradeció al señor por haberse librado.
—¿Qué color me queda mejor? —preguntó Lu Bao, con las expectativas altas esta vez—. Ambas hermanas lo miraban fijamente sin pestañear.
—¿Cuál es la diferencia? —preguntó Lu Qiang tal como había hecho Lu Feng.
—Observa con atención —los ojos de Lu Bao se llenaron de anticipación.
—Ambos son rosas —observó, pellizcándose el puente de la nariz y suspirando profundamente.
Las hermanas se sintieron deprimidas por cómo ambos hermanos habían actuado igual en la situación.
—Sabía que esto pasaría —rió Lu Han.
—Es inútil tener tantos hermanos —Lu Bao frunció el ceño. Volvió la vista hacia el hermano menor y preguntó en tono suplicante—, ¿Puedes ver la diferencia, Lu Lijun?
—Ambos son rosas —dijo él con su usual expresión inocente.
—No hay caso —Lu Bao soltó un suspiro profundo, volvió a mirar a sus hermanos otra vez.
—¡Está bien! Bien. Hagamos esto una última vez. A ambas nos gustó el de la derecha. ¿Qué opinan ustedes? ¿El de la derecha o el de la izquierda? —Esta vez no tenía mucha emoción en su rostro.
Al oír esto, Lu Han se volteó en la otra dirección, con intención de mirar para otro lado. Lu Feng y Lu Qian optaron por evitar la mirada de las hermanas, y el pobre Lu Lijun se quedó mirando a sus hermanos y hermanas, preguntándose cómo debería reaccionar en esta situación.
Cuando Lu Bao vio sus reacciones, se enfureció y dijo —Díganme, o no iré a la celebración —Sus ojos estaban bastante húmedos, y parecía que estaba a punto de llorar.
—El de la izquierda —dijeron Lu Qiang y Lu Feng al unísono, queriendo escapar de la situación.
—¿De verdad? ¿E-estás seguro? —La confusión de Lu Bao era evidente en su rostro mientras miraba a su hermana, Lu Lian.
—¡Cien por ciento! —Los hermanos dijeron al unísono.
El inocente Lu Lijun señaló al vestido de la izquierda y dijo en voz baja —Si a los hermanos mayores les gusta el de la izquierda, entonces yo también elijo el de la izquierda.
—E-está bien —dijo Lu Bao, pero aún se veía confundida mientras los cuatro hermanos salían de la habitación de inmediato.
—Nuestras hermanas son realmente algo —rió con todo el corazón Lu Han—. Pero, ¿cómo los dos eligieron el mismo vestido?
Lu Qiang:
—Siempre selecciona la cosa que las chicas no eligen.
Lu Feng:
—Ella seguramente se pondrá el vestido de la derecha.
Sus rostros eran estoicos.
—Astutos. Los dos son astutos —bromeó Lu Han.
—¿Qué significa eso, hermano? —preguntó Lu Lijun.
Lu Han explicó —Nuestras hermanas querían el vestido de la derecha, pero nuestros astutos hermanos eligieron el de la izquierda. Ellas ya habían hecho una elección, pero como nosotros no estuvimos de acuerdo con ellas, pensarán que no tenemos ni idea y al final se pondrán el que ellas mismas eligieron.
Sonriendo Lu Lijun comentó —Les engañaron.
Los cuatro sonrieron y caminaron hacia la sala de estar.