—Hola… Kamiko… —dijo Kat de repente sintiéndose realmente incómoda por la pregunta que acababa de hacer sin pensar. Decidiendo cambiar de pregunta y esperando simplemente olvidar todo el asunto, Kat continuó—. Pareces muy feliz de estar aquí para tu castigo.
Kamiko sacó la lengua a Kat. —Nah, simplemente no veo ninguna razón para estar triste por eso. Además, esto es el castigo para niños. Básicamente nos dan el discurso de venta completo… eh… digo, deberíamos hacer… esto parece mucha más gente de lo normal, así que tal vez nos dividirán ¿verdad? Hmm… esto es por tu deuda de rango uno ¿cierto?
Kat asintió —Sí. Lo es…
—¡Genial! —gritó Kamiko, volviendo a abalanzarse sobre Kat—. Entonces podemos ser compañeras. Normalmente de todos modos nos hacen emparejar y les gusta que las compañeras sean de razas similares, así que deberíamos estar bien —Kamiko se aseguró de mover sus ojos al final demostrando que no se había olvidado de la pregunta de Kat, pero no parecía molesta.
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