Capítulo 242 Una Cola Mayor

—Bueno, si tienes un plan entonces —dijo Kat, mientras convocaba una llama al final de su cola, la cual se aseguró de mantener lejos de Minor por si acaso.

—Ahora, sé que tu llama congela, pero si solo… —dijo Minor torciendo sus manos y dando un ligero gruñido de esfuerzo.

De repente el área alrededor del árbol estalló en llamas. Estas eran naranjas en lugar del habitual morado de Kat. Ella pudo sentir un leve drenaje en sus reservas, más de lo que requería la brasa pero mucho menos de lo que requeriría el campo.

Kat observó cómo la nieve se derretía ante sus ojos. A medida que el fuego se atenuaba, no pasó ni un segundo antes de que hierba y flores explotaran del suelo. Surgieron sin cesar, hasta que Kat oyó un sonido crepitante.

Kat se giró para ver la fuente del ruido pero cuando se volteó, en lugar de encontrar un árbol de pino puntiagudo detrás de ella, estaba a cien metros de un gigantesco árbol de sakura que se extendía lejos en el cielo.