Esa es mi hija

Fu Zhao se divertía con el pequeño truco de Mo Qiang, sabía que Mo Qiang había ocultado deliberadamente la identidad de Xiao Jiao. Era consciente de que la ardilla no solo era más poderosa que los espíritus que se escondían detrás de los maridos de Mo Qiang, sino que también era mucho más humana que el resto. 

Pero aun así, no podía arrinconar a Mo Qiang puesto que no estaba al tanto de cuán intensa era su poder, y fue por eso que Fu Zhao decidió bajar un escalón por ahora. 

—Muy bien, ya que entregaste lo que prometiste, yo también mantendré mi palabra —miró a la señora Lian que estaba en una condición lamentable y luego continuó hablando—. Como prometí, el núcleo de la señora Lian será disuelto. —Se giró para mirar a Mo Yan, que estaba junto a Mo Qiang, y luego dijo:

— Te doy permiso para disolver el núcleo de la señora Lian.