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Parte 29

—¡Te digo que tu hermano se esta recuperando, cómo pudiste responderle de esa manera!

Jeon Yu alejó el teléfono del oído, repitiéndose internamente que colgar solo resultaría en otra llamada más larga, así que solo debía soportarlo.

—¡Y además fuiste a buscar a Xiao Wei! ¿Puedes pensar en la imagen que eso genera? Yu'er, ya no son niños, él es un alfa y el prometido de tu hermano. Si las cosas resultan en un mal ángulo de cámaras, no importa si ambos son inocentes, esto terminará en un gran problema.

Papá omega llevaba alrededor de veinte minutos discutiendo sin parar. Sucede que el día anterior, papá escuchó accidentalmente la última llamada entre su hijo mayor y menor. Al principio estaba ocupado en otros asuntos y pensó no sería nada grave, sin embargo, al ver que la actitud decaída de Jeon Qi se extendió tantas horas hasta el desayuno, no perdió más tiempo y lo encaró. Luego de escucharlo dijo ir al salón estudio por trabajo pendiente, y furioso, llamó a su hijo menor.

En este momento Jeon Yu escuchó un sonido de madera de fondo. Al parecer Jeon Qi había notado el escándalo de papá Nang Ye y el ruido era él empujando apresuradamente las puertas del estudio.

Jeon Qi se acercó con pasos débiles y le tembló la voz. Dijo que todo era un mal entendido, que estaba seguro su hermano menor no era ese tipo de persona, no había duda, la razón por la que le había hablado a Papá omega con cierta aflicción había sido porque extrañaba a su prometido y a su hermano. Al haber escuchado la voz de Jeon Yu en la oficina de Rong Wei, sus dos seres queridos se habían reunido lejos de él, lo que le trajo cierta nostalgia.

Así que, mientras Nang Ye regañaba, él decía débilmente:

—Papá, por favor, no malinterprete. La bondad se sirve en familia y ningún ojo será sacado por ningún familiar. Mi hermano pequeño no es así. Por favor, no se enfade.

Jeon Yu resopló sin saber si reír o enojarse. Quizás no haría ninguna. Viendo el buen clima con el que había empezado este nuevo día, y sabiendo que tanto Luo Bingwen como Li Han habían despertado con mejor salud esta mañana, sinceramente no quería perder el buen ánimo con estas dos personas.

Si esto hubiese sido hace unos días, bien podría estar rechinando los dientes, quejándose, diciendo que el compromiso entre Rong Wei y Jeon Qi solo había sido el capricho de Jeon Qi apoyado por la idea de un trato de cooperación entre familias, maldiciendo su suerte y quizás incluso se hubiese vuelto un poco loco.

Pero hoy no.

Ayer sufrió una sobrecarga emocional tan grande que sentía todavía no tenía la suficiente fuerza para volver a su desgastante yo.

Su personalidad era originalmente obstinada, diciendo «es mío» «es mi alfa», pero después de luchar tantos años y ver que a "su alfa" no le importaba saber nada de él, ni siquiera en un momento cuando mostró sus preocupaciones con lágrimas en los ojos y le rogó atención… Con solo recordarlo sentía su pecho desquebrajándose en mil pedazos.

Estaba cansado y cansado de tanto pensar, como si su cerebro fuera un cristal que no ha parado de recibir golpes. Por favor, preste atención a la advertencia «Frágil» en realidad el cristal esta astillado, con peligro de romperse.

La noche anterior también tuvo un sueño con sabor agridulce. Se trataba de una pesadilla que le hizo revivir el momento en que aquel alfa vestido de negro y ojos negros, apuntaba un arma a su cabeza. El material frío presionando en medio de sus cejas, tensión contrayendo cada uno de sus músculos, provocándole dolor al respirar, abriendo la boca para alcanzar aire, hiperventilación, terror apretándole la garganta. En su sueño vio el cadáver de Li Han tendido en el suelo. Jeon Yu sintió un dolor terrible y gritó.

En paralelo sucesos de vida pasaron rápidamente; cada uno más insignificante que el anterior.

Por suerte, todo terminó siendo un mal sueño y cuando despertó miró a Li Han sentado erguido en la cama. Li Han lo saludó y le dio los buenos días. El sudor frío se evaporó y devolvió el saludo. Sorpresivamente cuando despertó también tenía una manta bastante cálida sobre su cuerpo. Lo hizo sentir mucho mejor.

Sin embargo, la sensación había sido tan terrorífica que lo hizo reflexionar. De repente su comportamiento de "Eres mejor que yo y te odio por eso" se volvió vergonzoso y lo hizo sentir estúpido.

Al final era humano. Con un valor que delante de un arma no era mejor ni peor, solo era como todos los demás.

Y tal como su vida podía desvanecerse por la ambición de alguien más, su amor no podía ser correspondido solo porque él quería. ¿Le molestaba esto? ¡Si! ¿Quería cambiarlo? ¡Sin duda! Pero había visto el resultado y no podía seguir fingiendo ser ciego. Incluso si lloraba y mostraba sus preocupaciones a Rong Wei; incluso si le rogaba que lo eligiera a él, sería igual a nada.

¿Luchar por amor?

¿Por qué lo había estado haciendo?

¿Acaso se trataba de un tipo de supervivencia donde debía volverse un cabrón y usar artilugios para "ganarse" el afecto de otra persona?

No, en realidad, la respuesta siempre había sido bastante sencilla.

Rong Wei solo había jugado a entregar promesas vacías.

En el pasado había tomado todas las escusas para no aceptarlo, pero si seguía aferrándose solo seguiría humillándose ante Rong Wei y delante de todos aquellos que esperaban con semillas de melón a que este maldito omega arrogante finalmente se derrumbara.

Si todavía le quedaba un rastro de respeto por sí mismo, lo usaría para agarrar su orgullo por el cuello.

No seguir rogando por un amor que no iba dirigido a él, sería un comienzo.

Una lágrima ardió en sus ojos y se deslizó en silencio por su mejilla.

Sentimientos complicados se apilaron en su mente, resumiéndose en: «Tan fácil de decir, como si en realidad no doliera».

Jeon Qi siguió quejándose pasivamente a Nang Ye, abogando por la familia y por el bien. Aunque Jeon Yu no pudo ver la cara de la otra persona, apostó a que su buen hermano tenía una expresión realmente lamentable.

Ah, siempre tan benévolo.

—Qi'er, no estoy enojado, solo me preocupa que los problemas pequeños se conviertan en grandes. Es todo —Nang Ye soltó un suspiro antes de agregar—. Qi'er ve a buscar a tu Padre.

—Pero, papá, estás diciendo que me vaya para reprender a mi hermano. De verdad no quiero esto. Es un malentendido.

—Sé que es un malentendido, también soy consciente del amor que Xiao Wei te tiene, pero es por eso que estoy tratando de hablar con tu hermano. Ahora ve con tu Padre, se acerca la hora de comer.

Nang Ye despidió a Jeon Qi y soltó otro suspiro agotado, el teléfono todavía en su oreja. Debido a que el psiquiatra había sido claro en cuánto a las condiciones en las que debía ser cuidado su hijo mayor, Nang Ye había usado toda su energía en brindarle un entorno tranquilo, apto para su recuperación. Todo parecía ir bien, de hecho Jeon Qi no había vuelto a tener pesadillas ni ataques de pánico, e incluso su apetito había regresado recientemente.

Sin embargo, todo esto podía verse afectado por la desaparición del heredero Seong. A pesar de impedir que la noticia fuera escuchada por Jeon Qi, de haber levantado un muro de seguridad y de saber su esposo había preparado un equipo de guardaespaldas de élite, todavía sentía una desastrosa inquietud en su corazón. Como padre, no había nada más desesperante que saber su hijo corría peligro. Naturalmente quería hacer todo lo posible por protegerlo y deseaba encontrar una manera para exterminar el mal de raíz.

—¿Papá, no cree que esta exagerando? Lleva gritándome tanto tiempo. Solo le dije al hermano mayor que no quería hablar con él, que su voz me era desagradable ¿es eso malo? De que yo sepa, eso es de lejos un insulto.

Después de asegurarse estaba solo en el patio de la posada, Jeon Yu habló con veneno disfrazado en su voz. Había pensado contenerse, pero aunque hubiera tenido una revelación del cielo, era imposible que una persona cambiara en un día.

—Y en cuanto a Rong Wei —Al mencionar este nombre, Jeon Yu sintió un dolor que pronto disimuló con fingida arrogancia. Soltó una sonrisa como si no fuera nada y continuó—. Solo fui a verlo porque tenía un tema que tratar con él. Si papá quiere saber de qué se trataba, puede preguntarle usted mismo.

Apretó el teléfono en su mano «Por supuesto, dudo que Rong Wei diga algo al respecto».

—Jeon Yu, necesito que te comportes —hablando sin Jeon Qi presente, Nang Ye no tenía paciencia para lidiar con este hijo suyo. No pretendió suavizar su disgusto y solo dijo—. Aunque todo parece estable, la situación entera no lo es. El heredero Seong no ha sido encontrado y las posibilidades de que intente perseguir a Qi'er son altas.

Nang Ye explicó lo que Rong Wei ya le había dicho. Seong Ho estaba desaparecido, posiblemente escondido en algún punto del bajo mundo y, teniendo en cuenta que estaba siendo acorralado, seguramente estaba esperando el momento para contraatacar.

Esto si se pensaba en realidad era un acto estúpido, pero Seong Ho estaba enfermizamente obsesionado con Jeon Qi y las cartas que podía usar eran cada vez menos. El oscuro monopolio caía lentamente en manos de las autoridades, desenterrado el mercado donde reunía toda su fuerza. Una parte del séquito que trabaja en esta red había sido desmantelada y la otra se había dispersado, luchado entre ellos para obtener el poder del otro.

Sin a dónde ir, bien podría intentar llevarse a la tumba la razón por la que lo perdió todo.

Eso era lo que Nang Ye temía.

Después de la demanda, la línea entre las familias Jeon y Seong había llegado a un punto de inflexión en el que estaban haciendo todo lo posible por hacer retroceder al otro. Los Seong no eran sencillos, a pesar de la marea habían conseguido retrasar algunos días la sentencia del juez.

El oponente seguía buscando vacíos argumentales para salvar al enfermo mental que tenían por heredero y devolver el honor a su familia. Un caso único. Ni siquiera tratándose de agresión sexual, de trata de persona, de tráfico de drogas; ni siquiera cuando los que luchaban eran Jeon y Rong trabajando juntos, ni siquiera así podían solucionarlo fácilmente.

Claro, esto no era del todo cierto. La parte que Nang Ye ignoraba, era que aunque Seong Ho era conocido como el Rey del Inframundo, no habían pruebas sólidas que justificaran su culpabilidad. Todo lo que habían hecho hasta ahora era excavar en cada uno de los puntos rojos, pero aún era difícil conseguir algo que uniera dichos puntos a él. Pasear con prostitutas y drogarse no era una prueba, muchos menos lo era ir de negocio en negocio por la ciudad.

La única prueba que tenían eran las tres personas que habían logrado escapar de dicha red y el usuario desconocido que había subido el video de dos minutos a internet. Sin embargo, la cuenta fue reportada y el usuario desconocido dejó atrás su ataque heroico y se esfumó.

Incluso los tres testigos fallecieron misteriosamente el día que Seong Ho desapareció. ¿Esto contaría como homicidio por intento de eliminar pruebas?

No. La autopsia reveló que habían sido muertes naturales.

Tres personas de diferentes edades.

Todas sufriendo un derrame cerebral al mismo tiempo.

Coincidencias en un billón.

Nang Ye no ocultó información a Jeon Yu con la intención de que Jeon Yu entendiera la gravedad del asunto. Quería decirle, el problema no es que fuera a ver a su amigo de la infancia Rong Wei, sino que en medio de esta disputa habían quienes buscaban hasta el mínimo error para ocasionar una catástrofe entre aliados para desviar la atención de lo importante.

Algo como la noticia de una aventura entre el heredero Rong y el segundo hijo Jeon sería suficiente para que las relaciones de cada grupo fueran inestables. Después de todo, ante un problema mayor eran aliados, pero a puerta cerrada todavía podrían enemistarse.

—Lo entiendo. Soy un problema, no daré problemas. Lo sé, lo sé.

Jeon Yu respondió con obvio desdén y esto hizo enojar otra vez a Nang Ye. Sin embargo, Nang Ye ya había dicho lo que quería y en cambio, señaló:

—¿Y tú, crees que no sé que haz estado faltando a la universidad? ¿Qué haz estado haciendo?

—Fui atacado por alfa y casi muero, solo me recuperaba.

—¿Piensas que es gracioso? —Papá omega se enojó aún más y su rostro estaba tan rojo que parecía echar humo— ¡Tratar de esta forma un tema tan delicado! ¿Cómo pude tener un hijo cómo tú? ¡Ve a estudiar ahora mismo y deja de traerme problemas! ¡Suficiente tengo con cuidar a Qi'er, para además tener que vigilar tu mal comportamiento!

Nang Ye colgó y se dirigió al salón de la mansión. Desde allí se veía un hermoso paisaje con un mar azul y aroma a sal marina. Jeon Qi estaba sentado frente a la ventana, abrazando sus delgadas y esbeltas piernas. Cerca de él estaba Jeon Qiang, sentado detrás de su escritorio, con su típica expresión indiferente.

Nang Ye miró a Jeon Qi y su expresión se suavizó, de pronto olvidando la discusión que tuvo con su otro hijo.

—Papá, volviste.

—Si, vamos a comer. Xiao Wei dijo que aterrizaría por la tarde.

—¿Estará aquí? —Jeon Qi mostró una tímida sorpresa, sus mejillas sonrojándose.

—Dijo que te extrañaba ¿no estas emocionado?

—Si.

—Te mereces esto y más, Qi'er —Nang Ye sonrió, hablando con extrema dulzura—, todos deseamos que seas feliz.

Jeon Qiang escuchó la conversación entre su esposo e hijo, sin interrumpir. Con cejas afiladas y postura recta se concentró en ordenar los documentos.

Del otro lado, Jeon Yu observó por algunos segundos la llamada finalizada, la pantalla de inicio y la fotografía de fondo.

Lo único discutible en todo esto es que a pesar que había estado estudiando sus guiones en casa, había faltado a la universidad, ignorando la amenaza de ser expulsado debido a sus bajas notas. Las cosas eran así: si reprobaba la siguiente audición tendría que despedirse de la Academia de Artes Escénicas Mixtas.

La audición debería ser esta tarde. O algo así.

Recordó que había prometido a Zhou Donghai ir a verlo en el show de talentos de la universidad, entonces lo llamó para ponerse al corriente. Se preparó para recibir una riña de rugido mitad suave mitad en serio por parte del otro, diciendo cosas como: «¡Lo prometiste y no viniste, cómo es que eres mi mejor amigo! Duh, no importa, te perdonaré si me acompañas a comprar ropa ¡Aún mejor! Hace unos días vi una tienda de perfumes en…ect, ect ¡Vamos, vamos, vamos!».

Lo que no esperaba, es que después de un incómodo silencio, Zhou Donghai dijera:

—El evento fue ayer.

Con voz ronca y apagada.

—¿Ayer? —Jeon Yu no se atrevió a pensar y siguió preguntando— ¿Y cómo fue?

—Bien, supongo. Los chicos dijeron que a una productora le interesó nuestra base —habiendo llegado hasta aquí, Zhou Donghai no habló con misterio y solo confesó—. Pero no asistí. Mi cita a ciegas tenía una firma de autógrafos hoy así que movieron la cena para ayer por la noche. El tiempo no daba para más y yo… bueno, ahora los chicos están enojados, pero mi calificación no se vio afectada porque se trataba de permiso especial de omega.

—Oh.

Jeon Yu bajó la voz. Quiso preguntar la razón por la que Zhou Donghai había aceptado dicha decisión, pero no pudo hacerlo. Si no fuera por recordar sus propias tareas, no lo hubiese llamado ¿qué derecho tenía de pretender estar preocupado?

Incluso escuchó la voz raspada de Zhou Donghai maldecir.

Una oportunidad por la que había estado trabajando duro hasta desmayarse del cansancio, perdida solo por el capricho de alguien más, un alfa.

—¿Voy a tu casa? —preguntó Jeon Yu, aunque en el fondo no era una pregunta.

—¿No tenías que rendir examen hoy?

—Pero estoy libre ahora.

Zhou Donghai dudó antes de hablar.

—No lo hagas —dijo.

—¿Por qué?

—Es que-

Un sonido interrumpió el lado de Zhou Donghai. Se escucharon murmurios, a veces inentendibles, a veces…

Tras varios segundos, Jeon Yu abrió los ojos con sorpresa.

—¿Sufriste un accidente? —gritó— ¡¿Estás en el hospital?!

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