Aún jadeante por la prisa, Félix se dejó caer en su asiento mientras el profesor continuaba la clase. La advertencia resonaba en su mente, recordándole la importancia de no dejar que los desafíos virtuales afectaran su vida académica.
La Virtualidad, ahora un juego inesperado en su vida, se interponía en sus pensamientos. El sistema, después de un silencio prolongado, se manifestó nuevamente. "Bienvenido a la Virtualidad, Félix. Tu resistencia ha mejorado, pero necesitas ganar puntos para obtener más habilidades", anunció la voz digital.
Con determinación, Félix se adentró en este nuevo mundo. Aprendió las reglas, participó en desafíos y se sumergió en la competencia virtual. Cada victoria le otorgaba puntos, pero también enfrentaba obstáculos y adversarios que ponían a prueba su capacidad de resistencia.
Mientras navegaba por la Virtualidad, Félix se encontró con jugadores astutos y enigmáticos. Entre ellos, destacaba una figura desconocida que parecía acecharlo desde las sombras del juego.
En una de sus travesías virtuales, Félix se topó con una misión aparentemente sencilla pero llena de sorpresas. La voz del sistema resonó: "Félix, tu próxima tarea es enfrentar al Guardián de las Puertas. Derrota a este desafío y ganarás la llave hacia nuevas habilidades".
Con la determinación encendida, Félix se preparó para el encuentro con el misterioso Guardián, sin sospechar que este desafío cambiaría drásticamente su percepción de la Virtualidad y su propia existencia.
Continuará...