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Capitulo 26

POV Rose

—Todos nosotros somos siervos del Dios altísimo—frunzo el ceño sin entender del todo—el no te ha dicho quien es ¿cierto?

—Eh—no se que responder.

—Él es...

—Olivia—dice el Espíritu interrumpiéndola.

—Bueno, vamos a presentarnos. Yo soy Olivia, esposa de este hombre que está a mi lado llamado Marcos y el que te trajo es mi hijo Fredi—los presenta y yo asiento con la cabeza—también hay algo que debes saber...— añade.

—Sí,  de seguro que sí—pienso.

—Sabes que existen los ángeles, ¿verdad?

—pregunta Olivia.

—Yo...¿creo que si?—respondo sin estar segura del todo.

—Sí existen, sucede que hay ángeles caídos que se desviaron del camino y concibieron con mujeres teniendo hijos—me mira fijamente—tu...tu eres una descendiente de los ángeles caídos—articula y yo la observo sin creérmelo.

—Y yo nací ayer, ¿verdad?—digo parándome del asiento dándome ganas de querer irme.

—No importa si a mi no me crees pero, por lo menos creele a la persona que a estado contigo todo este tiempo y ve que todo lo que él te ha dicho es cierto—manifiesta y pienso que se refiere al Espíritu—y lo que digo es de parte de él, tu sabes quién porque, él quiere que lo sepas—agrega—ven, tenemos una pequeña biblioteca—me toma de la mano—sígueme, quiero que veas algo.

La sigo algo insegura sin embargo, me da curiosidad saber que es lo que me va a mostrar—aquí es—señala una puerta de color caoba—entra y el Espíritu te mostrará que libro debes leer—se da la vuelta.

—Pero...—expreso aunque ella siguió caminando.

Decido abrir la puerta y vislumbro un cuarto lleno de estantes con libros—¡cielos!—exclamo sorprendida—entro y cierro la puerta—Espíritu—lo llamo.

—Ven, te diré que libro vas a leer—me toma de la mano y me lleva a un estante

—busca el libro de Enoc—le hago caso y cuando lo encuentro se lo muestro—muy bien, toma asiento para que estés más cómoda.

Me siento y abro el libro entonces, noto que está por capítulos—¿qué capitulo, Espíritu?

—El 6.

Lo leo y dice:

1 Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas;

2 y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros:

—Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos.(Gn 6:1-4)

3 Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo:

—Temo que no queráis cumplir con estaacción y sea yo el único responsable de un gran pecado.

4 Pero ellos le respondieron:

—Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos

bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente.

5 Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos con los otros, bajo anatema.

6 Y eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima del monte que llamaron

"Hermon", porque sobre él habían jurado y se habían comprometido mutuamente bajo anatema.

7 Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal en orden conrelación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el,'Asa'el, Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el,Shamsi'el,Sahari'el,Tumi'el, Turi'el,Yomi'el, y Yehadi'el.

8 Estos son los jefes de decena.

—Sigue leyendo hasta el capítulo 10—sugiere el Espíritu.

—De acuerdo—contesto.

Continuo leyendo:

1 Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas.

2 Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron;

3 y devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban abastecerles.

4 Entonces, los gigantes se volvieron contra los humanos para matarlos y devorarlos;(Sal 14:4; Mi 3:3).

5 y empezaron a pecar contra todos los pájaros del cielo y contra todas las bestias de la tierra, contra los reptiles y contra los peces del mar y se devoraban los unos la carne de los otros y bebían sangre. (Jr 12:4)

6 Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo que se había hecho en ella.

(Gn 6:5-11,13; Ap 12:16)

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