Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Este capítulo contiene escenas de tipo LEMON (descripciones explicitas de contenido sexual) por lo que no es apto para menores de 18 años.
Nota 3: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.
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"La Doctora Akagi es bisexual", razonó Shinji mirando al vacío.
— Shinji — llamó Misato.
El Tercer Elegido no pudo evitar recordar cierto día en que se topó con la rubia científica comiéndose a besos a Maya en una oficina mientras buscaba a Misato. Ninguna de las dos mujeres supo que él había entrado a la oficina o que se quedó un buen rato contemplando el espectáculo. Lo cierto es que esas dos estaban tan entretenidas en su sesión de besos candentes, que no lo hubieran visto aunque pasara bailando frente a ellas. Esa imagen de dos hermosas mujeres besándose como si no hubiera un mañana, había sido el combustible de gran parte de sus fantasías masturbatorias. También recordó lo mucho que le costó volver a ver a esas dos a la cara sin sonrojarse como señal de tráfico.
— Shinji — volvió a llamar Misato.
Desde ese momento Shinji creyó firmemente que la Doctora Akagi era lesbiana; pero hoy ella tuvo sexo con él, lo que quiere decir es que es bisexual. ¿Verdad? No pudo dejar de estremecerse ante ese recuerdo. En verdad tuvo sexo con Ritsuko Akagi, una de las mujeres más hermosas que había conocido en toda su miserable vida. ¿Cómo fue terminé haciéndolo con ella?
Ciertamente esto fue un sueño hecho realidad. No podía negar el hecho de que siempre había encontrado atractiva a la Doctora Akagi. No pocas veces se la quedó mirando, sobre todo sus hermosas y largas piernas. Sí, siempre le tuvo ganas a Ritsuko Akagi y hoy se le hizo el milagro… y fue genial.
— ¡¡SHINJI!! — gritó Misato.
— ¡Ha! ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? — preguntó un sobresaltado Shinji, sacado de sus pensamientos.
— ¿Qué te pasa Shinji? Pareciera que estás en la luna — dijo Kaji, que estaba sentado a su lado en el restaurante al que habían ido a comer junto con Misato, Asuka y Rei.
— Nada, solo… solo pensaba en cosas — respondió Shinji sonrojándose visiblemente.
— ¿Seguro eres tú y no el Shinji Hentai? — peguntó Asuka con ojos estrechos.
— ¿Shinji Hentai? — preguntó Shinji mirando a la pelirroja, levantando una ceja.
— "Shinji Alfeñique" y "Shinji Hentai". Así es como llama Asuka a tus dos personalidades — dijo Misato con una sonrisa divertida.
Shinji bufó por lo bajo ante los dos apodos tan descalificadores, muy al estilo de Asuka, y le enseñó la pulsera; marcaba azul.
— El "Shinji Alfeñique", genial — dijo Asuka con tono burlón.
Shinji rodó los ojos y suspiró cansadamente por la burla de Asuka. Aun así, estaba de tan buen humor por su "examen físico" con la Doctora Akagi, que ni siquiera Asuka podría hacerlo enfadar.
— Asuka — llamó Shinji, poniéndose repentinamente serio.
— ¿Qué? — pregunto la chica, arrugando el ceño.
— Quiero pedirte disculpa por lo que te dije el otro día, yo… lo siento en verdad — dijo el chico, con un una expresión en el rostro de verdadero arrepentimiento.
Asuka se quedó mirándolo sorprendida al joven frente a ella, pero luego miró sus ojos y pudo ver sinceridad en ellos. Algo en su interior se revolvió, algo que por lo general enterraba en un rincón, pero esta vez lo dejo salir; solo un poco, y le sonrió.
— Olvídalo, yo también dije cosas feas ese día. Estamos a mano — dijo Asuka con una sonrisa.
Shinji observó sorprendido a la pelirroja, ya que no esperaba que ella se lo pusiera tan fácil y le devolvió la sonrisa. Esto lo puso de tan buen humor, que hasta intentó una broma.
— Me alegra que todo haya quedado aclarado entre nosotros. No me gusta estar enojado contigo… Pelirroja-Chan — dijo Shinji, divertido.
Todos se lo quedaron viendo con los ojos como platos, luego de semejante declaración. Incluso Rei tenía los ojos más abiertos de lo normal.
— ¿Seguro que eres tú, Shinji? — preguntó Rei escrutándolo con la mirada.
— ¿Tú también? — preguntó Shinji sorprendido.
Asuka estrechó la mirada y se levantó de su lugar para ir a tomar la muñeca del Tercer Elegido. Revisó la pulsera y esta seguía en color azul. Le dio una mira algo sucia al chico y le plantó un sonoro palmetazo en la cabeza.
— ¡Oye! ¿Por qué me pegas? — preguntó un adolorido Shinji, sobándose la cabeza en donde Asuka le había pegado.
— No te pases de listo o lo lamentarás… "Shinji Alfeñique" — dijo la pelirroja.
Shinji miró hacia otro lado con el ceño fruncido masajeando la zona agredida ante la risa de Kaji y Misato. Por su parte, Rei observaba al chico atentamente sin perder ningún detalle de lo que hacía.
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— ¡¡SHINJI, ESTAS VIVO!! — gritaron a todo pulmón Touji y Kensuke, corriendo hasta su amigo para estrecharlo en un fuerte abrazo.
— Por supuesto que estoy vivo. ¿Por qué no habría de estarlo? — preguntó el aludido cuando sus amigos lo hubieron soltado del abrazo de oso en que habían atrapado.
— Fuimos al departamento donde vives a preguntar por ti. Nos costó un par de días pero logramos encontrar a Kaji. Nos dijo que habías quedado muy lastimado después del último ataque y estabas internado en el hospital. Pensamos lo peor — dijo Touji.
Shinji suspiró resignado. Kaji le había contado a sus amigos la mentira oficial. Miro a sus amigos que se veían realmente preocupados y sonrió. Los invitó a tomar un refresco en uno de los numerosos locales de comida del Centro Comercial, cosa que no resultó muy fácil, ya que como era domingo estaba todo lleno. Cuando encontraron finalmente un lugar, Shinji les contó lo que en verdad había ocurrido, obviando lo de su "Otro yo". Al cabo de unos minutos sus amigos ya estaban al corriente de todo.
— Debió ser terrible estar encerrado en una celda como un presidiario — comento Touji.
— Dos semanas a la sombra. Eso sí que fue intenso — comentó Kensuke.
— Yo no lo llamaría precisamente "intenso" — se quejó Shinji.
— Los siento amigo, pero aun así creo que a tu padre se le pasó la mano. Dos semanas en una celda a pan y agua es demasiado — dijo Kensuke con un escalofrío recorriéndole la espalda.
— Conociendo a mi padre, tuve suerte de que no fuera peor — razonó Shinji.
— Bien, al menos ya estás en libertad y puedes hacer tu vida otra vez. Eso me recuerda que hace dos semanas íbamos a salir con unas chicas — dijo Touji algo más animado.
— Es verdad. ¿Cómo les fue? — preguntó Shinji, feliz de cambiar el tema.
— Mal. No fuimos a ninguna parte — dijo Kensuke con cara de pena.
— ¿Por qué? — preguntó Shinji, sorprendido.
— Porque la chica que estaba interesada en ti, no iba a ir a la cita si tú no asistías. Si ella no iba, sus amigas tampoco, pero ahora que estás en circulación de nuevo, podemos llamarlas y salir a alguna parte durante la semana —dijo Touji entusiasmado.
— No creo que sea muy buena idea — razonó Shinji.
— ¿¿QUÉ DIJISTE?? — rugieron Touji y Kensuke con cara de ogro, levantando a Shinji de las solapas de la camisa.
— Dije… que… será muy divertido — respondió Shinji, totalmente intimidado.
— Así está mejor — dijeron ambos chicos soltando a Shinji, que cayó sentado en su silla.
El Tercer Elegido guardó silencio por unos segundo mirando a sus amigos, que ahora sonreían ante la perspectiva de una cita con lindas chicas. Eso le trajo a la mente otra linda chica que había agraviado terriblemente y merecía una disculpa lo antes posible, pero… ¿Cómo?
— Chicos — dijo Shinji, llamando la atención de sus amigos — Ya que estamos aquí, ¿Podrían ayudarme a pensar alguna forma de disculparme con… Masaki-San? — preguntó Shinji, apenado.
— ¿Masaki-San? — preguntaron Touji y Kesnuke sin entender, hasta que sus mentes hicieron finalmente la conexión — ¿¿ISUZO?? — gritaron.
Shinji afirmó con la cabeza y sus amigos silbaron por lo bajo. Eso no sería nada fácil.
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Isuzo Masaki era una hermosa chica de 15 años recién cumplidos. Era una de las alumnas más aplicadas de la escuela, poseedora de un físico envidiable para su edad. Tenía unos hermosos ojos color miel y un sedoso cabello castaño claro que le llagaba hasta la mitad de la espalda, una fina cintura y pronunciadas caderas desde las que nacían unas hermosísimas piernas, sin olvidar su impresionante delantera, que era la envida de todo el cuerpo estudiantil femenino y el sueño erótico de todo el cuerpo estudiantil masculino.
De su vida sentimental poco se sabía. Solo un novio del que hablaba poco y nada, con el que había terminado hace unos meses. Fuera de eso, solo había rumores, por lo que Isuzo Masaki era oficialmente una chica disponible. Es por esto que media escuela le andaba haciendo la corte y como era de esperar, cada mañana había una cuantiosa cantidad de cartas de amor y regalos en la casilla de sus zapatos. Aun así, Isuzo Masaki era una chica reservada y tímida, algo muy contrario a lo que se podría esperar de la chica más popular y deseada de la escuela. También tenía pocas amigas y desde el lamentable incidente con Shinji Ikari hace unas semanas atrás, se había vuelto mucho más reservada, por lo que sus amigas trataban por todos los medios de levantarle el ánimo. Sobre todo este día, ya que Shinji Ikari había regresado a la escuela después de varias semanas de ausencia.
— Vamos Isuzo-Chan, arriba el ánimo — decía una de sus amigas.
— Sí, olvídate lo que pasó con ese Hentai de Ikari. Eso fue hace semanas — dijo su otra amiga mientras caminaban hacia la salida de la escuela.
En respuesta, Isuzo bajó el rostro para que sus amigas no notaran su sonrojo.
— Sé que debió ser una experiencia traumática Isuzo-Chan, pero no debes dejar que te afecte tanto. Olvídate de esa rata asquerosa y vamos a divertirnos un rato al distrito comercial — dijo la primera amiga.
Con lo que ningún de las chicas contaba, es con que la "Rata Asquerosa" estuviera justo en la salida de la escuela esperando por hablar con su amiga, la que se quedó congelada en su lugar al ver a la susodicha rata frente a ella.
Era un momento largamente esperado por todos. Shinji Ikari e Isuzo Masaki frente a frente por primera vez desde el día del incidente. La voz se corrió de inmediato y todos se congregaron formando un gran círculo, quedando en el centro Shinji e Isuzo, custodiada por sus dos amigas.
Todo el alumnado ya estaba enterado de la desafortunada incursión a los baños de chicas por parte de "Los Tres Chiflados" y sabían también de la hazaña de Shinji, que había logrado tocar los pechos que eran el sueño erótico de toda la población masculina, por lo que los hombres observaban a Shinji con admiración, respeto y envidia. Por su parte, las chicas lo miraban con muy mala cara; sobre todo cierta pelirroja y su amiga de moñitos, la que estaba muy molesta con el Piloto EVA por pervertir a su amor secreto; que en realidad no era tan secreto. La única que mostraba un rostro neutro era una chica de ojos escalara, aunque por dentro estaba tan interesada como los demás.
— ¿¿Qué rayos haces aquí cochino Hentai?? — rugieron las enojadas amigas de Isuzo.
— Yo… quiero… hablar con Masaki-San — dijo Shinji tímidamente mirando al suelo.
— ¿Y todavía tienes el descaro de querer hablar con Isuzo-Chan después de lo que le hiciste? — preguntó una furiosa amigas de Isuzo — No tienes nada que hacer aquí, así que vete — dijo señalando la salida.
Shinji, carente de la personalidad arrolladora de su "Otro yo", se veía bastante patético encogiéndose sobre sí mismo con cada grito por parte de las amigas de Isuzo, cosa que a los hombres presentes no les causó mucha gracia. Ese patético Shinji que estaba delante de ellos, era una vergüenza para la honorable especie masculina.
— ¡No te quedes callado, Ikari! — gritó uno.
— ¡Ponlas en su lugar! — gritó otro.
— ¡Respóndeles algo! — lo animó otro.
— ¡Agárrale un pecho! — gritó otro con cara de degenerado.
Toda la parte masculina de los espectadores se largó a reír de buena gana, mientras que las chicas miraban con desprecio a esa tropa de trogloditas degenerados; sobre todo cierta pelirroja Made in Alemania, que saltó inmediatamente adelante, indignada por semejante comentario.
— ¡¡Cállense montón de idiotas y aprendan a respetar a las mujeres!! — rugió al grupo de idiotas frente a ella y luego se giró hacia Shinji — ¡¡Y tú deja de molestar a Isuzo, Hentai Shinji!!
— No sé de qué se queja tanto, si al final vive con él — comentó uno de los chicos.
— ¡¡Eso no es verdad!! — rugió Asuka a la multitud, causando que todos retrocedieran temiendo por sus vidas — ¡¡Ya no vivo con ese Hentai. Lo mandé a la calle de una patada en el trasero!!
Los chicos presentes estaban impactados al enterarse de que a Shinji lo habían botado a la calle. Por el contrario, las chicas encontraron la medida muy razonable. En cuanto a Shinji… seguía con la cabeza gacha mientras apuñaba las manos.
— ¿Eso es verdad Asuka? — preguntaron las chicas que estaban junto a la pelirroja.
— Por… por supuesto — respondió la pelirroja, ya no muy segura seguir con su diatriba, pero se cruzó de brazos y afirmó con la cabeza — No hay forma que una dama como yo viva bajo el mismo techo que ese Hentai — añadió, atrapada por sus propias palabras.
— ¡Mentirosa! — dijo Shinji levantando finalmente la cabeza, mirando duramente a la pelirroja.
Todo mundo quedó de una pieza ante esa impactante salida de Shinji, que por algún motivo se veía mucho más masculino que hace algunos momentos atrás.
— Déjame aclararte algo, Pelirroja-Chan — dijo Shinji con decisión, sosteniendo la mirada de una impactada Asuka — Tú no me corriste del departamento, lo hizo Misato; y no salí de una patada en el trasero, lo hice caminando. Además y para tu información, fue lo mejor que me pudo pasar. Ya no tengo que aguantar tus rabietas, vivo en un mejor departamento y tengo una habitación grande para mi solo con un televisor LED de 48 pulgadas con Televisión Satelital y Canal PlayBoy.
— ¡¡UUUUUUOOOOOHHHH!! — exclamaron impresionados todos los chicos; obviamente por lo del Canal PlayBoy.
— Tú… tú… ¿Cómo te atreves? — dijo Asuka y se adelantó furiosa para darle una bofetada, pero Shinji le sujetó la mano. Solo entonces se dio cuenta de que la pulsera en la muñeca del chico marcaba rojo. El "Shinji Hentai" pensó.
— Ya no soy tu juguete Asuka. Si quieres humillar y golpear a alguien, búscate a otro, porque yo ya no estoy disponible. De ahora en adelante me respetas — dijo mirando fijamente a la pelirroja, mientras esbozaba una sonrisa entre traviesa y seductora.
Por primera vez en su vida, Asuka Langley Soryu se quedó sin palabras. Observó fijamente los ojos de esta viril versión de Shinji que la observaba con tal intensidad, que la hizo sonrojarse mientras su corazón comenzaba a latir aceleradamente.
Asuka se soltó de un tirón de su agarre y apartó la vista ya sin poder soportar la mirada de Shinji, ni el calor de su rostro por lo rojo que estaba, así que no tuvo más opción que agachar la cabeza para qué él no notara su sonrojo.
"Misato tiene razón, este Shinji es muy diferente al que conozco" pensaba la pelirroja.
— Baka — fue lo único que pido articular Asuka, antes de marcharse dando empujones para abrirse paso, con la cabeza dándole vueltas y el corazón acelerado por lo que acababa de sentir. Hikari fue detrás de ella.
Ahora todos miraban entre sorprendidos y admirados a este nuevo y varonil Shinji Ikari, que había sido capaz de hacerle frente a la legendaria "Demonia Langley" y vivir para contarlo; especialmente cierta chica de larga cabellera castaña clara y famosa por su delantera impresionante.
En ese momento Shinji recordó el motivo de su presencia en ese lugar. Ante la vista de todos los presentes, descubrió un pequeño paquetito envuelto en papel de regalo con una linda rosa de color blanco, que había mantenido dentro de una bolsa de papel en su mano izquierda, que todos habían pasado por alto hasta ese momento.
La exclamación al ver el regalo en la mano de Shinji fue general. Touji y Kensuke miraban a su amigo entre sorprendidos y expectantes. Ahora sabrían si la táctica del regalo daría resultado.
Shinji se acercó a Isuzo Masaki hasta quedar justo frente a ella, y ante la sorpresa de esta y los demás, se arrodillo frente a ella, tocando el suelo con la cabeza.
— Masaki-San, sé que estuvo mal lo que pasó hace unas semanas y quiero que sepas que esa no era mi intención. Te ofrezco mis más sinceras disculpas — dijo Shinji con voz conciliadora y extendió el regalo para que ella lo recibiera.
La expectación era total. Por largos segundos que parecieron horas, nadie movió un solo músculo, ni siquiera respiraron, hasta que finalmente Isuzo tomó el regalo de manos de Shinji, momento en que todos estallaron en vítores de alegría.
— Levántate, Ikari-San — dijo suavemente Isuzo, entre los gritos de alegría de todos los presentes.
Shinji se puso de pie y miró a Isuzo con una pequeña sonrisa en los labios. Fue en ese momento en que le llegó una bofetada.
Como era de esperar, los gritos de alegría cesaron de inmediato y todos miraron a Isuzo con su mano extendida, y a Shinji con el rostro volteado. Aun reflejaba la sorpresa por el golpe, que le dejó un hilillo de sangre saliendo de la comisura de los labios. Sí, la bofetada había sido fuerte; muy fuerte.
Una vez que Shinji se recuperó de la impresión y se enderezó, miró aún sorprendido a Isuzo, sin tomarle atención al hilillo de sangre que manaba de su labio partido.
— ¿Masaki… San? — preguntó dudoso y pudo ver que un par de lágrimas corrían por las mejillas de la chica, lo cual hizo que se le apretara el corazón.
— Tú… tú… — intentó decir Isuzo, pero lo que tenía que decir era muy importante. Con tanta gente chismorreando alrededor de ellos, no podía hablar con tranquilidad.
Para sorpresa de todos y del propio Shinji, Isuzo lo tomó de una mano y echó a correr fuera de la escuela, arrastrándolo con ella. Todos los presentes los observaron irse hasta que los perdieron de vista.
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Luego de correr por algunos minutos esquivando peatones por la acera, Isuzo finalmente detuvo su loca carrera y se apoyó contra una pared para recuperar el aliento. La chica tenía la cabeza apegada a la pared tras ella, jadeando por el esfuerzo. Shinji, mucho más acostumbrado al esfuerzo físico por sus extenuantes entrenamientos en NERV, estaba bastante fresco en realidad, y solo miraba a la chica, extrañado.
— ¿Masaki… San? — preguntó con cautela luego de unos segundos.
— Perdón por… por esto… pero yo… tenía que… hablar contigo en privado — respondió Isuzo entre jadeos por el cansancio.
— Entiendo — respondió Shinji tímidamente, limpiándose sangre de la boca con el dorso de la mano.
Al verlo hacer eso, Isuzo buscó en las carteras de su falda y le tendió un pañuelo, bajando el rostro para que él no pudiera ver su sonrojo.
— Perdóname Ikari-San. No debí golpearte tan fuerte — dijo la chica con la respiración más normal.
— Está bien, no te preocupes. Me lo merecía. Además ya estoy acostumbrando — reconoció Shinji.
— ¿Acostumbrando? — preguntó ella sorprendida.
— Olvida eso. Bueno, si tú quieres, podríamos ir a mi departamento. Esta cerca de aquí y… bueno… podríamos conversar con más calma — dijo Shinji con timidez.
— Me parece bien — respondió la chica, esbozando una pequeña sonrisa.
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Shinji preparaba un par de vasos con refresco en la cocina mientras analizaba la situación. Estaba seguro de que su "Otro Yo" fue el que le plantó cara a Asuka y le dijo sus cuatro verdades, luego se disculpó con Isuzo y recibió una cachetada de parte de ella. Hasta ahí, las cosas eran medianamente aceptables, pero ahora tenía a Isuzo esperando por él en su cuarto sentada en su cama. Por suerte su pulsera marcaba azul, no quería imaginar que pasaría si estuviera en rojo.
Shinji llegó a la conclusión de que necesitaba visitar de nuevo al psiquiatra amigo de Kaji. También recordó que más tarde debía pasar por NERV para ver a la Doctora Akagi para un cheque médico. No pudo evitar una sonrisa al recordar el "chequeo médico" de hace dos días. Estaba feliz, y no es para menos. Había realizado una de sus fantasías eróticas; tener una tarde de sexo con la Doctora Ritsuko Akagi. Shinji frunció el ceño, por algún motivo supo que eso significaba algo.
Luego de un momento decidió dejar eso para después y tomó la bandeja con los refrescos y el plato de galletas, rogando al cielo que a su "Otro Yo" no se le ocurriera aparecer.
— Tienes una linda habitación Ikari; y no era broma lo del televisor de 48 pulgadas — comentó Isuzo cuando Shinji entró al cuarto con la bandeja en las manos.
— No, no lo era — respondió el joven Ikari ofreciéndole un refresco a la chica y dejando la bandeja con galletas sobre el escritorio — Pero la Televisión Satelital y el Canal PlayBoy solo se ven en el televisor gigante allá adentro, aquí solo veo los canales normales — añadió.
— No tienes que explicarme eso. Eres hombre, puedo entenderlo — dijo la chica.
— ¡¡NO!! — respondió Shinji con fuerza, sorprendiendo a Isuzo — Perdón… lo que quiero decir es que… olvida eso.
Shinji se sentó en la cama a un lado de Isuzo y miro hacia el piso ordenando sus ideas. Esto es lo que él quería, disculparse y explicar el porqué de sus acciones. No podía arruinarlo ahora. Respiró profundamente y comenzó a hablar.
— Mira… sé que te será difícil entender esto, pero… el otro día, cuando yo… cuando pasó eso en las duchas, no era yo. Quiero decir, últimamente no me he sentido muy bien. La verdad es que no he estado actuando como debería.
— ¿Cómo cuándo me tocaste los…? — dijo Isuzo, pero se detuvo a medio camino y agachó el rostro, sonrojada.
— No era mi intención, en verdad. Yo… lo siento — dijo Shinji completamente apenado.
— No sé qué pensar — dijo Isuzo sin poder mirar a la cara al chico junto a ella — Sentí mucha vergüenza. Me viste desnuda y me tocaste.
Isuzu apretó los labios sin poder continuar. Dos lágrimas recorrieron las mejillas de la chica haciendo que Shinji se sintiera como el tipo más miserable del planeta. De alguna forma y pese a las lágrimas, la chica logró calmarse para continuar hablando.
— Hoy apareces luego de dos semanas pidiendo disculpas y dándome un regalo. Debería odiarte, pero no puedo. No me importa que me hayas visto desnuda, no me importa que me hayas tocado, porque… porque yo… te amo, Ikari-San.
Shinji estaba en estado shock, no era capaz ni de respirar. Ahí sentada junto a él en la cama, estaba la chica más hermosa y popular de la toda escuela, diciéndole que lo ama… a él.
Shinji contempló a la chica por largos segundos. Estaba con la cabeza gacha, sujetando con fuerza el vaso de refresco para tratar de disimular el temblor de su cuerpo. Por una vez, deseo que esa personalidad arrolladora lo dominase; pero nada pasó. Seguía siendo él mismo, su pulsera aún estaba azul. Miró nuevamente a la chica y no dejó de sentirse identificado con ella al ver su timidez y sintió una oleada de ternura que lo remeció hasta los huesos.
— Yo… será mejor que vaya — dijo Isuzo poniéndose de pie. Dejó el vaso sobre el escritorio y se encaminó hasta la puerta, pero Shinji le sujetó un brazo impidiendo que saliera del cuarto. Ella giró la cabeza y lo observó expectante.
— Masaki-San… me has toma por sorpresa, pero estoy muy feliz de escuchar esas palabras.
La chica abrió grande los ojos ante esa declaración. ¿Acaso él…? En se momento Shinji retomó la palabra.
— Para serte sincero, te he estado observando desde hace algún tiempo — dijo mirando a la chica con una sonrisa — Me gustas. Me gustas mucho, tal vez demasiado — añadió ampliando la sonrisa, haciendo que los ojos de la chica casi salieran de sus órbitas — Masaki-San, ¿Quieres ser mi novia?
Antes de que Shinji supiera lo que estaba pasando, Isuzo se lanzó a sus brazos con tanto impulso, que ambos cayeron de espaldas a la cama, y un par de segundos después la chica lo estaba besando. Shinji inmediatamente respondió al beso, un beso tierno y dulce, un beso que lo remeció por entero.
— Masaki-San… ¿eso es un sí? — preguntó con una sonrisa divertida.
— Sí — respondió ella con una sonrisa — Y puedes llamarme Isuzo — añadió.
— Entonces llámame Shinji — respondió él.
Ambos se miraron a los ojos por largos segundos y sonrieron.
— Disculpa si fui un poco atrevida — dijo Isuzo con un leve sonrojo.
— Descuida, me gustan las chicas atrevidas — dijo él con una sonrisa traviesa en los labios.
— ¿Qué tan… atrevidas? — preguntó Isuzo con un furioso sonrojo en las mejillas.
— Mientras más mejor — respondió Shinji rodando en la cama, hasta quedar sobre ella y la besó.
Las ahora experimentadas manos de Shinji, comenzaron a recorrer con mucha cautela el exuberante cuerpo de la chica. Fue muy despacio, dándole tiempo de acostumbrarse a su toque, mientras ella comenzaba a relajarse. Pronto ella comenzó a acariciarle la espalda, tímidamente en un inicio y con más confianza mientras pasaban los minutos. Luego de un tiempo las caricias y los besos comenzaron a ponerse más atrevidos, e Isuzo mucho menos tímida.
Ninguno de los chicos supo cuánto tiempo estuvieron ahí, simplemente besándose y acariciándose, mirándose con cariño, sonriéndose y acostumbrándose al toque del otro. El tiempo siguió pasando y ya con mayor confianza por parte de ambos, las cosas fueron escalando hasta que la chica se dejó llevar, recorriendo la espalda a Shinji por debajo de la camisa, clavándole inconscientemente las uñas cuando él encontró un punto particularmente sensible en su cuello y en su muslo derecho.
Siguieron con ese excitante juego de descubrimiento mutuo por un tiempo más, hasta quedar con la ropa completamente desarreglada. Shinji estaba con la camisa abierta exponiendo un torso que comenzaba a marcarse por los constantes ejercicios en NERV. Isuzo estaba con la falda remangada y la blusa abierta dejando ver su sujetador blanco con encajes. La chica estaba sonrojada y acalorada, tanto por el travieso juego que habían estado jugando, como por la durísima erección que la había estado presionando desde el inicio de este agradable intercambio.
Isuko Masaki no era una chica fácil, ni por asomo, pero Shinji Ikari había sido el chico de sus sueños desde hace mucho tiempo. Había fantaseado con él tantas veces que hasta había perdido la cuenta. Ahora lo tenía frente a ella, semidesnudo, presionando su dura erección contra su vientre y mirándola con tanto deseo, que se llegaba a estremecer. ¿Qué tiene Shinji Ikari que la hace sentir de esta manera?
Isuko sintió como el fuego que ardía entre sus piernas desde hace un rato, y que ya tenía sus bragas completamente empapadas, comenzaba a quemarla. Ella necesitaba más… quería más… lo quería a él. Ahora es su novio y lo iba a tomar, es su derecho, su necesidad, su deseo.
La chica hizo un moviéndose para hacer algo de espacio y metió una mano entre ellos, para tocar la dura erección de su novio por sobre el pantalón. Shinji gimió de sorpresa y placer por el gentil toque y miró a los deseos ojos de la chica que lo miraban con lujuria.
— Te necesito Shinji — susurró con deseo — Te necesito.
Esas palabras de Isuzo de alguna forma lograron que la erección de Shinji se pusiera más dura de lo que la estaba, llegando al punto de ser dolorosa.
El hijo despreciado de Gendo Ikari no necesitó más invitación y se quitó la camisa lanzándola a un lado y comenzó a quitarse frenéticamente los pantalones, cuando sintió un toque en el hombro. Miró a la deseosa y semidesnuda diosa erótica que estaba recostada en su cama, y esta le hizo una importan pregunta.
— ¿Tienes protección?
— ¿Protección? — preguntó Shinji, congelado en su lugar.
— Sí, protección… tú sabes… preservativos — dijo la chica con las mejillas sonrojadas, pero evidentemente deseosa y dispuesta.
Shinji sintió un escalofrió recorrerle la espalda. ¡¡NO TENIA!! Con la Doctora Akagi no los necesitó ya que ella dijo que tomaba anticonceptivos y con las chicas del "Nekomania" no hubo que preguntar nada.
— Shinji, tienes preservativos… ¿verdad? — preguntó una ansioso y deseosa Isuzo.
— Sí… por supuesto — dijo Shinji con un sudor frío recorriéndole la espalda, hasta que recordó algo, estaba viviendo con "Kaji" — ¡¡SÍ!! Por supuesto que tengo — dijo saliendo de la cama de un salto y corrió fuera del cuarto, pero regresó segundos después asomando la cabeza por la puerta — No te vayas, vuelvo enseguida — dijo y se fue otra vez.
Shinji corría alrededor del departamento como alma que lleva el diablo. ¿Donde guardaba Kaji sus preservativos?... SU CUARTO. Corrió al cuarto de Kaji y comenzó a revisar la cómoda, lanzando la ropa por los aires sin encontrar nada, revisó el armario y debajo de la cama, hasta que miró en la mesita de noche y por fin los encontró. Ahí estaba una reluciente caja de preservativos marca "Combate". Cayó de rodillas al suelo con ríos de lágrimas en los ojos.
— Gracias Kaji, te debo una — dijo con emoción.
Shinji corrió de regreso a su cuarto, pero antes de entrar se detuvo, respiró profundamente para calmarse e ingresó con una pose seductora.
La pose seductora quedó en el olvido cuando vio a Isuzo acostada completamente desnuda en la cama, con una pose demasiado seductora, mirándolo con ojos deseosos.
— Pensé que ya no volvías — dijo Isuzo casi en un jadeo — Estoy lista. Hazme tuya — añadió.
Shinji contempló el impresionante monumento de mujer que esperaba por él en su cama. Observó las piernas entreabiertas de la chica y pudo ver la empapada intimidad de Isuzo, que ya estaba dejando una mancha húmeda en las sabanas. Tragó sonoramente.
La cara de Shinji Ikari en ese momento era la fiel representación de un lobo hambriento, mostrando los colmillos con la baba escurriendo por el hocico abierto y la lengua colgando por un lado.
Shinji se desnudó a la velocidad de la luz y quedó de pie ante la puerta de su cuarto con dos flamas donde antes tenía los ojos, una caja de preservativos en una mano y una erección de campeonato.
— ¡¡ITADAKIMASU!! (1) — gritó y saltó directo a la cama.
Continuará...
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Notas del Autor: ¡Hola a todos! Aquí les traigo un nuevo capítulo que estuvo repleto de emociones.
El "Shinji Hentai" sigue haciendo de las suyas. Partió con la doctora Ritsuko y ahora sigue con Isuzo Masaki, aunque no es como si la hubiera forzado o algo por el estilo. La verdad es que Isuzo salió bastante traviesa. Hasta yo me sorprendí de ella ya que se me escapó un poco de las manos. Ahora la pregunta es: ¿Cómo se salvará Shinji de esta deseosa chica? Pero más importante: ¿Querrá Shinji ser salvado de ella?
Nos leemos en el próximo capítulo.
(1) Itadakimasu: Expresión que se dice antes de comer, literalmente significa "Voy a comer", pero también puede significar "Servido" o "Buen Provecho"