—Jeje, el mismo viejo truco de siempre —comentó él.
—Pretendiendo que su teléfono se quedó sin batería, toma prestado el suyo para enviar su número a su teléfono. Simplemente debería decir si quiere su contacto.
—Tsk tsk, las mujeres de hoy en día tienen cada vez más en la cabeza.
Con comprensión y no queriendo exponerla por el bien de su cuñada, aún la respetaba y no la descubrió en ese momento.
Le pasó su teléfono con una sonrisa encantadora —dijo:
— Por supuesto, no mencionemos un mensaje, puedes enviar tantos como quieras.
Aria tomó el teléfono, y se apartó un mechón de cabello de la frente, mostrándole una brillante sonrisa —Gracias, señor Yannick —respondió.
Pensamiento de Yannick: «Jeje, ¿quieres coquetear conmigo otra vez?»
En este momento, pensamiento de Aria: «Dios mío, este hombre parece bueno, pero parece un poco raro, su sonrisa es un poco inquietante».
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