PONIENDO EN MARCHA EL PLAN

 NA: Ya me dio sueño ( ͡❛ ෴ ͡❛)

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"Wow… esto es increíble"

Mientras miraba su mano, Yuukiteru murmuró con asombro.

Estaba asombrado de los cambios físicos que había experimentado luego de que nuestro protagonista recalibrara su Núcleo.

¡Cuando se despertó, sintió una gran cambio en todo su cuerpo!

Si bien había crecido un par de centímetros, lo cual no sería nada relevante para el resto, para él era una muestra de que su fe en su jefe no era en vano.

Además, su crecimiento no solo fue en su estatura, sino en otros 'aspectos' también. Esto lo hizo derramar lágrimas de felicidad.

Pero lo más resaltante y relevante de su cambio fue que, ahora mismo, sentía unas ganas de hacer ejercicio que nunca antes había tenido. 

Y no era para menos, pues había una especie de energía acumulada que necesitaba eliminar.

Esto, si bien era algo que estaba poniendo eufórico al muchacho, era nada en comparación al poder que nuestro protagonista tenía. 

Por ello entendía que se comportara de esta manera.

No obstante, a Yuuma al parecer ya se le estaba agotando la paciencia.

"Hey, si vuelves a decir eso, te partiré las piernas ¿oíste? Es la décima vez que lo repites" – nuestro protagonista habló con una fingida molestia.

No es que en verdad esté molesto con su subordinado como para querer romperle las piernas.

Solo quería asustarlo un poco.

"Lo siento Yuuma-san…" – Yuukiteru se disculpó.

Ahora mismo estaban caminado por una de las calles del distrito de Kanagawa. Nuestro protagonista estaba siguiendo la señal que marcaba la pantalla del sistema y que en teoría era la ubicación de la casa de su objetivo. 

Habían dejado el motel tan temprano como se había despertado Yuukiteru, y robaron otro auto para poder llegar a esta ciudad.

Luego de ello, el aprendiz aplicó todas las reglas que su maestro le había enseñado para poder bien sus huellas.

Claro que no lo logró hacer perfectamente, pero era evidente que estaba aprendiendo.

"Bueno, no importa. Ahora, repacemos el plan a seguir" – Yuuma habló al mismo tiempo que se paraba frente a una tiendita – "Dos helados por favor, uno de fresa y otro de vainilla"

"Bueno, el primer paso es encontrar a Hiroki. El segundo paso es, de alguna forma, lograr encontrar la casa de su amiga. El tercer paso es vigilar a esa amiga y ver si hace algo indecente, registrándolo en video. El cuarto paso consiste en enseñarle eso a Hiroki y que ese sea ¿cómo dijiste? su 'momento canónico' para que adquiera un buen desarrollo de personaje"

"Exacto, eso suena como un plan, toma aquí tienes" – Yuuma le dio el helado de fresa a su subordinado y se quedó con el de vainilla (puesto que el vainilla es su sabor preferido) – "No obstante, ese plan que preparaste es muy tedioso, trata de simplificarlo"

Yuukiteru, quien estaba comiendo su helado, trató de pensar en una forma de poder simplificar el plan, pero nada se le ocurría.

Nuestro protagonista, quien vio como el chico no tenía respuesta, sonrió.

No es que se esté burlando, sino que quería saber si podía pensar un poco más a lo que ya había hecho.

Los cambios en Yuukiteru no solo eran físicos, sino que su mente se había vuelto un poco más aguda, pues fue él quien, luego de recibir toda la información sobre el asunto de Hiroki, ideó el plan a seguir.

 Pero tal y como lo dijo Yuuma, había otra manera más rápida de hacer las cosas.

Pero no lo diría porque quería que el chico pensara por sí mismo.

"Bueno, mientras piensas en ello, te tocará hacer guardia y vigilar la casa del objetivo, la cual es esa" – Yuuma se detuvo y señaló hacia una dirección – " Y me adelantaré y revisaré otros lugares"

"Okei jefe" – respondió con una gran resolución el muchacho.

"Toma, aquí hay diez mil yenes ($70) para cualquier inconveniente, además, no te olvides de mantener tu celular a la mano. Ten cuidado, recuerda que es muy probable que ahora la policía está buscándote por desaparición si es que esas mujeres pusieron alguna denuncia para encontrarte"

Luego de decir esas palabras nuestro protagonista se fue caminando, dejando a su subordinado cumpliendo su misión.

No obstante, él no se quedaría a esperar que ese plan se concretara, pues tenía algunas fallas a considerar.

Yuuma tenía que ser más rápido, pero efectivo.

Como Yuukiteru estudiaba en la misma preparatoria que su nuevo objetivo, así como la amiga de este último ¿no era más fácil ir e infiltrarse en la escuela y averiguar la dirección en donde vivían?

"Eso fue lo que le faltó pensar al mocoso… pero parce que, en comparación a su anterior forma de ser, ahora es menos estúpido, eso demuestra un buen cambio"

Cuando estuvo seguro que no había ojos curiosos mirándolo, aceleró lo más rápido posible hacia la dirección que Yuukiteru le había dicho que se encuentra su escuela.

Y luego de correr por un par de minutos, por fin llegó.

Como eran las vacaciones de verano, la escuela estaba cerrada y solo algunas personas iban como los profesores y algunos alumnos asistían.

Sin perder tiempo se infiltró sigilosamente, evitando la mirada de las pocas personas que estaban ahí.

Llegó a los registros y con gran habilidad obtuvo los documentos de todos los estudiantes.

Aunque no sabía cómo se llamaba la amiga de Hiroki, apostaba todo lo que fuera a que entre todos los registros encontraría el de un estudiante americano… en especial si se apellidaba Johnson.

Y tal como lo pensó, lo encontró.

"Mike Johnson, 17 años, 1.9m… diablos, eres más feo que patada en bolas, joder, estos mangas NTR y sus estupideces… si no es un N, es un viejo gordo, o si no es un sujeto bronceado con cabello amarillo… Phew, ya cansan"

Luego de quejarse un rato, Yuuma anotó mentalmente la dirección en donde vivía Mike. 

Con la misma agilidad con la que entró, salió de la escuela, tomándole menos de 20 minutos todo el esfuerzo.

"Bueno, según la app de maps, este lugar queda un poco cerca, vayamos a conocer a este sujeto"

 Yuuma guardo su celular y comenzó a caminar hacia ese lugar.

Una del as cosas que había hecho hoy día, aparte de robar otro carro, fue ir a un tienda electrónica y comprar dos celulares prepago y así poder tener acceso a internet y otras funciones, así como poder comunicarse con su subordinado.

¿Qué cómo lo compró?

Hay un dicho muy conocido en todos los mundos: el dinero es la llave que abre todas las puertas.

Si algo bueno trajo rescatar a las mujeres de su primera misión, es haber encontrado decenas de millones de yenes en una bóveda que esos tres sujetos de piel bronceada tenían guardado.

¡Esta fue una gran ganancia desde el punto de vista de este mundo, pues el dinero llegaba casi al medio millón de dólares!

"Espero que mi próximo objetivo sea un viejo pervertido y millonario"

Con este pensamiento, nuestro protagonista en rumbó a su objetivo.

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"Demonios… esto es demasiado aburrido"

Yuukiteru suspiró mientras estaba sentado en una banca haciendo guardia. 

Tal y como le enseño su jefe, se había cambiado de ubicación varias veces, evitando llamar mucho la atención.

Incluso se había acabado de leer casi dos periódicos enteros, comido tres helados más y un par de gaseosas.

¡No obstante, ya habían pasado casi tres horas y la puerta de esa casa no se había abierto!

¿Acaso nadie vivía en esa casa?

¿O su jefe se equivocó?

"No… imposible que lo haga" – el muchacho murmuró.

Con todo lo que había pasado, Yuukiteru ahora le tenía una verdadera fe a las palabras que nuestro protagonista le había dicho.

Y no es para menos, pues todas las cosas que había dicho o hecho eran habilidades que solo los seres de los mangas de fantasía tenían.

Por ello es que estaba realmente agradecido de haber vuelto su subordinado, pues creía que podía lograr cumplir sus metas que tanto deseaba.

Sin embargo, tan pronto como pensó en ello, su estado de ánimo sufrió un bajón debido al recuerdo que afloró en su mente.

Y es que era innegable que su deseo de ser fuerte y alto estaba ligado al querer proteger a Kyouka y sus hijas.

Pero las imágenes de ese video no dejaban de atormentarlo, llenándolo de ira y frustración.

Incluso cuando ya había matado a esos tipos, ese hecho estaba fresco en su mente.

Tal y como lo dijo nuestro protagonista, ese fue su 'evento canónico'

No obstante, a pesar de tener el corazón herido y lleno de amargura, las palabras que su jefe le dijo el día de hoy resonaron en su mente.

Yuuma le dijo que la carta escrita que dejaron fue hecha por dos motivos. 

El primero, hacer que ellas se sintieran miserables por lo que habían hecho, incluso si ellas estaban drogadas, su moral se había ido de sabático, permitiendo que ellas hicieran lo que hicieron. 

El segundo, hacerlo pensar a él mismo si esos eran verdad sus sentimientos.

Yuuma le dijo que pensara muy bien lo que dirá o hará cuando se encuentre nuevamente frente a frente con ellas, porque inevitablemente lo hará. 

Puede que se hoy, puede que sea en 1 año, pero eso sucederá.

¿Volvería a despreciarlas? ¿Seguirá con ese remordimiento?

Si es en mucho tiempo ¿él las habrá logrado superar?

¿Podrá volver a amar a alguien más?

Yuuma le dijo que, en estos casos, lo más importante es aprender a curar, a sanar esa herida, en sanar uno mismo.

 Que cada vez que pensara en ellas, no pensara en todo lo que vio en ese video, aunque fuer inevitable que esos recuerdos afloren, sino que pensara.

Tampoco que intentara reprimir los sentimientos amorosos que tenía por ellas, pues solo se estaría engañando él mismo y acumulando una especie de bomba mental que le explotaría en la cara algún día.

Yuuma le dijo que debía mantener los recuerdos bonitos que tenía con ellas, que aprendiera a atesorarlos y que con el paso del tiempo, si aún los mantenía o no, ahí decidiera que hacer.

Como dicen por ahí, el tiempo es una buena cura.

"Te haré caso jefe, verás que aprenderé a sanar" – Yuukiteru murmuró luego de respirar profundamente y calmar su mente.

Justo en este momento, la puerta de la casa abrió, y de ella salió el objetivo que había estado esperando el muchacho.

Rapidamente sacó su celular y comenzó a llamar.

"Jefe, Hiroki acaba de salir de su casa, creo que se va a un lugar a entrenar, pues tiene puesta ropa deportiva"

[Síguelo hasta donde se detenga y me mandas la dirección para ir a dónde estás. Yo también tengo algo que nos mandará directamente al cuarto paso de tu plan]