Continuar la batalla

Pronto después, Liu Yan también regresó al área misteriosa.

En cuanto al Lobo Dracónico de Hielo y Fuego y el títere encantado rojo, Liu Yan los dejó afuera para seguir matando las Flores Alucinógenas Comedoras de Hombres.

El títere encantado rojo seguía siendo una marioneta encantada después de todo. Mientras la energía en su cuerpo no se agotara, no dejaría de luchar y no se sentiría cansado en absoluto.

En cuanto al Lobo Dracónico de Hielo y Fuego, aunque se sentía cansado, seguía siendo una bestia poderosa con una fuerza física sobresaliente. Probablemente tendría que luchar durante mucho tiempo antes de sentirse agotado.

Liu Yan acababa de regresar a la zona misteriosa cuando el resto de las personas se reunieron a su alrededor.

Xu Han dijo:

—Capitán, tu habilidad para ganar experiencia es bastante asombrosa. ¿Todavía quieres que vivamos?

Hans Wilson dijo:

—Es cierto. Eres demasiado rápido.

Ye Yifan miró a Liu Yan con una expresión complicada y no pudo evitar preguntar: