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La Reina Que Maneja La Espada Sagrada dijo con voz dolida:
—Maestro, como Cristales de Fuente de Ley todos los días. ¿No es normal que quiera cambiar de sabor? Temo que al ritmo al que absorbo los Cristales de Fuente de Ley, pronto se me acabarán y tendré que pasar hambre.
Lin Yuan inmediatamente supo que la Reina Que Maneja La Espada Sagrada se sentía así porque hubo un periodo en el que no tuvo nada que comer. Ahora que podía comer Cristales de Fuente de Ley todos los días, estaba preocupada de que su suministro se agotara y quería acumular.
Lin Yuan respondió divertido:
—No te preocupes. Quizás no pueda prometer siempre la misma cantidad de Cristales de Fuente de Ley, pero deberías tener algunos todos los días. Si se te acaban los Cristales de Fuente de Ley, todavía tendrás Cristales de Ley.
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