Dando la entrada a Jiang Xianrou

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Justo como Liang Lu había dicho, el primer lugar en esta competencia siempre se había ganado a nivel nacional. Luego, una estudiante genio de una escuela extranjera, Qi Lanyin, apareció. El país siempre había estado oprimido por ella.

El segundo lugar sonaba bien, pero al fin y al cabo no era el primer lugar.

Además, cada vez que la otra parte obtenía el primer lugar, ella lo presumía en las redes sociales. Probablemente significaba que cada año, la competencia era extremadamente aburrida. No había oponente.

No causaba mucho daño pero era extremadamente insultante.

No es de extrañar que la Asociación Médica dijera que tenían que recuperar el primer lugar este año.

¿Quién no quería luchar por su orgullo?

Cuando Liang Lu dijo esto, algunos miembros del grupo frotaron sus puños, sus ojos brillando. Todos querían participar.

Jiang Xianrou no habló mientras sus labios se curvaban en una leve mueca de desprecio.

Como se esperaba.