PELIGROSAMENTE CERCA

Aterricé encima de Iván, lo que nos hizo caer juntos en la cama, yo aterrizando encima de él. Intenté golpearlo y golpearlo en la cara, pero él esquivó todos mis intentos de golpear su rostro perfectamente formado. Cuando lo golpeé de nuevo, él agarró mi mano y nos volteó, así que esta vez él estaba encima de mí.

—Vaya, por mucho que disfrute de esta posición comprometedora en la que nos encontramos, ¿por qué no lo guardas para cuando lleguemos a la cueva de la luna, hmm? —Iván preguntó moviendo las cejas hacia mí.

Lo fulminé con la mirada mientras luchaba por alejarme de él. —¡Apártate de mí! —le gruñí, a lo que él simplemente arqueó una ceja hacia mí.

—¿Por qué querida? Fuiste tú quien se lanzó hacia mí como un gato salvaje. —Iván contraatacó antes de evaluar mi cuerpo con una mirada en su cara—, No es que me esté quejando, aunque. —añadió con una sonrisa burlona.