Oliver Walker estaba agachado en el suelo, con la cabeza aún pesada y aturdida.
Estaba claro que el impacto lo había conmocionado mucho.
Aproximadamente quince minutos después, Lucas, quien había sufrido las heridas más graves, también fue sacado.
Comprensiblemente, tras haber quedado atrapado en una puerta, era un milagro que siguiera con vida.
Sin embargo, sus heridas eran graves y había caído en coma.
Oliver Walker avanzó para comprobar su pulso y, al constatar que no había peligro inmediato para su vida, permitió que la ambulancia lo trasladase al hospital; después de todo, intentar realizar acupuntura en su estado actual sería como tomar el asunto a broma.
—Maestro, hemos completado el recuento de bajas —Gao Shan reportó las cifras exactas.
—Doce muertos, uno herido de gravedad —Gao Shan reportó las cifras exactas.
El único con heridas graves era, por supuesto, ¡Lucas!
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