Escabulléndose

Más tarde esa noche, mientras Andy estaba acostada en la cama después de que Mari y la ama de llaves se habían ido a dormir, suspiró al pensar en todo lo que había sucedido durante el día.

Después de su encuentro en su dormitorio esa mañana, apenas había podido pasar un momento a solas con él para hablar.

Él había salido de la casa a dar un paseo con Maribel antes de que ella terminara de arreglarse, y después de que regresaran algún tiempo después de que ella desayunara, él le había dado una hoja de papel y una pluma para que escribiera lo que quería decirle a Candace, y se lo entregara para que él pudiera enviar el mensaje de texto él mismo.

Hubiera querido discutir con él y pelear por eso, pero no había podido hacerlo. No cuando Maribel la había estado mirando inocentemente mientras la ama de llaves la fulminaba con la mirada.