Molesto

Harry echó un vistazo a Jade, quien miraba por la ventana mientras él conducía el coche. Parecía que estaba molesta con él, ya que aún no le había dirigido la palabra desde que le pidió que se subiera la cremallera de sus pantalones cortos. ¿Qué hizo mal? Sólo había señalado que se le había olvidado subirla.

—¿Cómo estás? —preguntó Harry después de un rato, cuando ya no pudo soportar más el tratamiento de silencio.

Haciendo como si no lo hubiera escuchado, Jade buscó en su bolso sus auriculares y se los puso en ambos oídos antes de volver a prestar atención a la ventana una vez más.

¡Vaya! Estaba dejando claro sin usar palabras que estaba enfadada con él. Debía de haberla provocado mucho, pensó Harry con un suspiro. Parecía que lo único en lo que era bueno alrededor de las mujeres era en molestarlas. Tal vez lo mejor sería simplemente callarse y no hablar a menos que fuera absolutamente necesario.