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Capítulo 96: La Aldea del Lobo que Aúlla.

Ya era de mañana. El sol brillaba mientras se elevaba en el cielo y frente a él, tres grandes montañas llenas de vegetación, tanto hiervas medicinales como venenosas se aferraban fuertemente a la tierra. Mientras caminaba relajadamente, se dio cuenta que habían animales corriendo de un lado a otro, llenos de vida, viviendo pacíficamente en este lugar.

Toru se acercó a las montañas y no tardo mucho en llegar.

Una vez ahí, pudo ver dieciocho Torii rojos alineados perfectamente en la montaña más cercana. Si los cruzaba, podría llegar a ese lugar, al lugar que Itachi suele frecuentar, Rōkoku no Sato [Howling Wolf Village]. Esto le trajo pensamientos raros, sin embargo, decidió continuar, después de todo no podía echarse para atrás, tenía que terminar con la investigación que comenzó.

Así que, mirando el pequeño trozo de papel que cierta persona sospechosa le entregó durante su viaje a este lugar, La Tierra de las Medicinas, continuo caminado y subiendo la gran cantidad de escaleras que se mostraban en la montaña, atravesando los Torii mientras observaba como lentamente los árboles comenzaban a cubrir la luz del sol. Entonces, cuando termino el camino, el bosque se acabó y se encontró con una aldea rodeada de altos muros, además de una gran puerta por la que podía pasar.

'Así que es este lugar, eh…'

[Medicina] [Veneno] Dos kanji escritos sobre cada puerta. Toru los leyó y ladeo la cabeza con curiosidad. Justo un segundo después, pasó por la puerta, viendo así, diferentes puestos comerciales que se repartían a lo largo de la primera carretera.

Esta aldea estaba bastante animada, pues los comerciantes trataban de vender sus medicamentos a los viajeros que pasaban por el lugar. Toru no era la excepción, ya que en el momento en que entro, una linda chica apareció y se aferro suavemente a su brazo mientras lo miraba con una sonrisa.

"Hola chico guapo. Te vez bastante pálido. ¿No has dormido lo suficiente, verdad?"

Toru levanto las cejas ante este extraño contacto. Se quedó pensando por un segundo que demonios estaba pasando, pero su mente se iluminó rápidamente con una respuesta. Si los comerciantes estaban tratando de vender los medicamentos, entonces él era un cliente potencial al llegar a esta aldea.

"Lo siento, ahora no tengo tiempo. Tengo cosas importantes que hacer" Cerrando los ojos, trató de alejar a esta chica.

"Vamos, cariño. No tienes por qué ser tan tímido. Solo quiero ayudarte, así no tendrás problemas después. Por favor, quédate con esta Onee-san"

Sin embargo, la linda chica de cabello negro y ojos esmeralda, se acercó mucho más a Toru, haciendo que sus grandes pechos se sintieran apretados en su brazo.

Miró los pechos de esta Onee-san por un segundo, pero luego suspiró y negó con la cabeza. Toru no iba a dejar que dos grandes pechos lo convencieran tan fácilmente. Pero en ese momento se le ocurrió algo.

Debido a que es nuevo en este lugar, no lo conocía hasta que escucho los rumores de diferentes personas que un shinobi con la capa de Akatsuki se había dirigido a esta aldea. Además, obtuvo esa extraña receta de alguna "medicina" de una persona que se veía muy demacrada, casi sin alma. Por lo que aprovechó esto último para obtener más información, usando a esta Onee-san para cumplir su objetivo.

"Bueno, si tanto quieres ayudarme… estoy buscando un lugar. ¿Podrías decirme donde esta?"

Toru saco el trozo papel que había conseguido antes de esa persona extraña y se la mostró a Onee-san, pero esta al ver lo que el papel tenia, sonrió nerviosamente y se alejo de Toru.

"Así que tu también…"

Una mirada incomoda, seguida de una sonrisa distante mientras se alejaba lentamente de este chico.

Esto dejó a Toru confundido, quien se quedó de pie en ese lugar sin decir nada. Suspiro por un segundo, como si el quisiera dejar ir su estrés en ese suspiro, pero no funcionó. De todos modos, se alejo de la chica y continuó caminado por la carretera, ignorando completamente el extraño contacto que tuvo con esa Onee-san.

'Hay algo raro aquí…'

Observando los alrededores, pudo sentir que el ambiente de este lugar era extraño, algo lo hacía sentir incómodo. Pronto, más problemas aparecieron, pues en ese momento uno de los policías de esta aldea se atravesó en el camino de Toru y lo miro con ojos entrecerrados.

"Por favor, necesito que me entregues tus armas. En esta aldea no se permite la manipulación de estos objetos peligrosos"

"¿Uh?"

Toru tenía la capa puesta, por lo que sería raro que alguien supiera que trae armas. Sin embargo, el policía tal vez tenía una forma de identificar ninjas fácilmente, bueno… era obvio, pues Toru tiene la placa de Konoha en la bufanda, así que era de esperarse que supieran que es un ninja en el momento de verlo.

"Solo soy un viajero que busca algunas medicinas, así que no llevo armas conmigo. Lo digo en serio"

"Lo siento, pero no voy a creerte. Si no entregas tus armas ninja, me veré obligado a quitártelas a la fuerza"

"Creo que no entendiste…"

Un brillo peligro se encendió en los ojos de Toru.

"Cuando digo que no tengo armas, es porque no las tengo. Si las tuviera, todos en esta aldea ya estarían muertos… de hecho, podría matarlos a todos sin necesidad de tener armas. Solo hace falta uno de mis puños para reducir esta aldea a escombros."

El policía tembló de miedo, vio a la muerte a los ojos. El chico no tenía ninguna expresión en su rostro, pero de alguna forma lograba transmitir sus intenciones asesinas con su mirada. Así que, para no morir en el intento, decidió dejar a este chico en paz. Aunque parecía que Toru no lo iba a dejar ir tan fácil.

"Bueno, aprovechando tu conocimiento. Estoy buscando un lugar en especifico"

"¿Un lugar? Eso quiere decir que vas a estar aquí más de un día. ¿Cuánto piensas quedarte y que lugar buscas?"

"Solo estaré aquí un par de días, ya que no tengo mucho tiempo. En cuanto al lugar que busco, solo se que se llama Rengyōdō"

Al escuchar el nombre de esa tienda, el policía frunció el ceño y respondió:

"¿Tu también?"

El policía asumió que Toru está interesando en el saigenzai. Por unos segundos se quejó de que los jóvenes tratan esto como si fuera un juguete, susurrando también que esta sustancia debería ser prohibida en la aldea, pero lastimosamente no era así. Aparentemente, el saigenzai era un poderosa droga que desecha la visión, audición y el equilibrio del cuerpo. Esto hizo que Toru levantara las cejas, ya que entendió por qué esa chica lo miró con incomodidad hace unos minutos, pues ella pensaba que él era un adicto al saigenzai, que solo buscaba la forma de encontrar más de esta sustancia.

Aun así, a Toru no le importó esto y volvió a preguntar donde esta esa tienda [Rengyōdō]. A lo que el policía, con el ceño fruncido, se negó y le dio algunas advertencias sobre la tienda y las sustancias que vende, pero Toru levanto una de las mangas de su capa, por la cual un pequeño brillo metálico pudo ser visible.

Al ver esto, el policía traga saliva y suspira cansado, dándole la ubicación de Rengyōdō a Toru, para finalmente irse, dando unas últimas advertencias sobre ese lugar y lo que hacen ahí.

A pesar de esto, Toru ignoro las advertencias y continuó caminando al lugar que el policía le ha mencionado. Detrás del santuario del clan Kodon es donde se encuentra la tienda que busca.

'Itachi… ¿Qué es lo que venias a hacer a este lugar? Todas esas personas que te han visto dirigirte a esta aldea en especifico, portando la capa de la organización Akatsuki. ¿Esto tiene que ver con lo que paso hace siete años? Y si no es así, al menos debería saber un poco más sobre el asesino de mi madre…'

Apretando el puño con fuerza, el recordó aquella noche otra vez. Esa noche donde la sangre de toda su familia pinto el suelo, esa noche cuando la luna brillaba en su punto más alto anunciando una tragedia.

-Recuerdo de Toru de hace siete años-

Ese recuerdo aun estaba fresco en su mente. Aunque lo intentará muchas veces, Toru no lograba olvidarlo, pues este recuerdo era una de las cosas que su mente y corazón nunca podrán olvidar.

Como si hubiera caído en un genjutsu, Toru se vio a sí mismo de niño. Vio al pequeño Toru con el cadáver de su madre en brazos, mientras la sangre le manchaba la ropa y las lagrimas recorrían su pequeño rostro.

"¡Ahhhhhhh!"

El niño gritó con fuerza, arruinándose las cuerdas bucales en ese instante. Abrazaba a su madre, que yacía sin vida gracias al filo del arma del asesino que estuvo en este lugar.

Las lágrimas caen una tras otra. El pequeño Toru continuaba llorando y gritando, sin soltar a Kyoko en ningún momento.

Aquel día él lo perdió todo. Nunca se dio cuenta de lo que tenía hasta que lo perdió. Y ahora, de rodillas, sufriendo por la pérdida de uno de sus seres más queridos, la expresión en su rostro cambió. Ahora había ira y rencor en su mirada. Este niño se había corrompido en muy poco tiempo, mientras en su mente… pronunciaba esas palabras una y otra vez.

'¡¿QUIÉN HIZO ESTO?! ¡¿QUIÉN HIZO ESTO?! ¡TE MATARÉ…! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉ! ¡BASTARDO!'

En ese momento, gracias a su ira y su sufrimiento, gracias a la muerte que lo rodeaba, sintió una punzada dolorosa en el cerebro, la cual rebotó hasta llegar a sus ojos, para finalmente desvanecerse provocando una pequeña luz azulada que iluminó momentáneamente el rostro de Kyoko.

Esta luz fue algo que el Toru adolescente no pudo ver, pero si una persona que acechaba en las sombras.

-De regreso al presente-

Mirando su mano que se había convertido en un puño, suspiro cansado. Ya habían pasado bastantes años desde ese suceso y él no podía negar que aún sentía un profundo rencor contra Itachi. Sin embargo, no quería venganza contra el… Toru no deseaba dañarse a sí mismo solo buscando venganza, aunque ya era tarde para pensar en eso.

'Si estoy tratando de vengarme de Danzo… tal vez podría matar a Itachi en el proceso'

Sus ojos cambiaron de color, mientras una sonrisa se formaba en su boca. Pero enseguida esa expresión cambió, volviéndose sería y fría como era costumbre.

'No, hace tiempo deje ir mi venganza contra Itachi. De hecho, mi venganza contra Danzo, más que una venganza seria algo así como recuperar lo que es mío. Si, solo quiero justicia por lo que ese anciano me hizo'

Mintiéndose a si mismo, Toru trató de ocultar su venganza con una falsa justicia.

Toru no era un héroe, pero tampoco un villano. Simplemente era alguien que trataba de sobrevivir al cruel Mundo Shinobi. Y esta 'justicia' era parte de su supervivencia.

"No debo perder el tiempo pensando en estupideces. Debo terminar con esto rápido y volver a Amegakure"

Negó con la cabeza, para luego dar un paso y continuar con su camino, pero algo lo distrajo, era un niño cabellera negra que paso a su lado. Por unos segundos pudo ver unos ojos rojos como la sangre, siendo rodeado de una extraña aura de color rojo oscuro y pudo escuchar una voz espeluznante que le dijo "Te ves triste".

Cuando Toru miro hacia atrás, el niño ya no estaba. Sin embargo, tuvo una sensación de dolor en la cabeza y los ojos que desapareció un segundo después.

Aunque fue raro, Toru se quedó mirando al vacío sin nada que decir. Pensó por unos segundos y luego continuo caminando, preguntarse qué fue eso, y preguntándose también… por qué se sentía tan roto por dentro.

'Yo… creo que ya no estoy bien… no como en el pasado'

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