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Capítulo 59: Ayudante de la humanidad

Elevándose en el cielo, iluminando toda la oscuridad de ese lugar, un gigantesco sol de color azul brillante se mostró. Permitiendo así, que Toru pueda ver sus alrededores.

 

Con ojos perdidos, Toru pensaba que esto era un sueño, ya que esto no parecía real. Aún así, su cuerpo le dolía y algunas lágrimas de sangre salieron cuando sus ojos pudieron ver la inmensa estrella azul que se elevaba en el cielo.

 

Y entonces…

 

*Tic… tac…*

 

La sinfonía del tiempo ha comenzado.

 

El cielo era completamente oscuro, siendo iluminado únicamente por la esfera de plasma en el cielo. La sangre se extendía por todo el suelo, como si fuera un inmenso océano de rojo carmesí. Al mismo tiempo, el silencio se apoderó del lugar, escuchando únicamente su propia respiración.

 

*Tic… tac…*

 

El sonar de un reloj que comenzó con una explosión.

 

Frente a el había una pared blanca, la cual tenía un reloj de pared que provocaba ese extraño sonido, además, todo parecía estar extrañamente limpio, aún si todo estaba en medio de un mar de sangre, pero aunque sea raro, lo más extraño ahí no era esa pared, sino un hombre de anteojos y bata de laboratorio que miraba el sol con una cara inexpresiva.

 

Su cabello era castaño y sus ojos de color gris, exactamente iguales a los de Toru. Tenia extraños anteojos rectangulares y dos grandes ojeras debajo de sus ojos. Además, su ropa se  veía un poco desordenada, a pesar de que sus zapatos brillaban relucientes. Su bata de laboratorio era larga, llegándole a los tobillos.

 

Parecía ser que el hombre no había visto a Toru, pero… era extraño para el, ese tipo frente a el, de algún modo lo conocía, sentía que sabía todo sobre el.

 

"¿Quien eres…?"

 

Con una voz sin emociones, Toru miró al hombre a los ojos, pero este no contestó, es más, parecía no haberlo escuchado.

 

(Hm… me duele la cabeza)

 

Negando con la cabeza, Toru sintió un poco de dolor.

 

Fue entonces cuando una voz aparte de la de Toru se escuchó.

 

"Tu cerebro aún no procesa toda la información por completo, cada neurona se ha sobrecargado, pero no parece haber algún daño"

 

Cerrando los ojos, el hombre se cruzó de brazos y suspiro. Parecía ser que el sabia todo lo que estaba pasando.

 

"Mi cerebro… no sé que está pasando…"

 

Entrecerrando los ojos mientras miraba al hombre, Toru aún se sentía confundido. Apareciendo en este lugar de repente, su batalla contra Gaara aún no había terminado, por lo que tenía que buscar la forma de salir de este lugar, pero sus ojos se abrieron de golpe cuando recordó lo que pasó antes de ser golpeado por Gaara.

 

En respuesta a los pensamientos de Toru, el hombre suspiró, después de todo él sabia lo que este niño estaba pensando, lo sabía con claridad, cada recuerdo, sensación y sentimiento.

 

"Toru… ¿Quieres escuchar una historia?"

 

Mirando a Toru con una cara inexpresiva, el hombre metió sus manos en los bolsillos de la bata.

 

En respuesta a esto, Toru inclinó la cabeza en confusión. De repente, este hombre había hecho una pregunta extraña, cualquiera se sentiría desconfiado, pero… aún así el chico  accedió, respondiendo con leve movimiento de cabeza.

 

El hombre entonces, extendió la mano y todo se iluminó, convirtiendo este inmenso mar de sangre en un espacio vacío, completamente blanco sin ninguna impureza. Esto hizo que Toru mirara a los alrededores, era extraño, nunca había visto algo como eso, pero todo se sentía extrañamente familiar.

 

"Hace mucho tiempo, en algún lugar desconocido en esta inmensa rama de realidades alternativas, universos y multiversos que se enlazan y desenlazan una y otra vez, donde nadie puede escuchar los gritos de los ángeles"

 

Cerrando los ojos, el hombre comenzó a contar su historia. Al instante, el ambiente cambió como si todo se cubriera de una extraña niebla.

 

Ahora, los dos estaban en la habitación de una casa. Estaba perfectamente decorada con muebles tan elegantes y coloridos, cortinas verdes que llenaban de vida la habitación, en la que una mujer y su hijo recién nacido estaban.

 

-La voz del hombre empezó a narrar-

 

Alek, así era su nombre, cuyo significado oculto era 'Ayudante de la humanidad'. Un pequeño e inocente niño de ojos grises, tan brillantes y llenos de vida, con un gran futuro por delante.

 

La mujer miró al niño y le dio un tierno beso en la frente. Ella lo amaba, estaba orgullosa de él , aún si Alek había nacido hace unos pocos días. Así mismo, el padre se presentó en la habitación, le dio un beso a la mujer en los labios y miró a su pequeño hijo, los dos eran exactamente iguales, no había diferencia más que el color de ojos.

 

Para el hombre, su pequeño hijo era el futuro de la familia Gusev, se sentía tan orgulloso de tener un hijo varón, el hombre que algún día se convertirá en su mayor orgullo, o así debería ser.

 

Tan solo pasaron dos años después del nacimiento de Alek, y esta familia ya se estaba yendo a la mierda. El hombre comenzó a serle infiel a su esposa con muchas otras mujeres, prostitutas, compañeras de trabajo, incluso la hermana de su propia esposa.

 

Esto para la mujer obviamente era un infierno, todos esos rumores que rondaban por todos lados. Su esposo siéndole infiel con cualquier cosa que respirara, todo esto la estaba volviendo loca. La ira y el rencor comenzaron a acumularse en su corazón, hasta que decidió pagarle al bastardo con la misma moneda.

 

Aún así, esta pelea entre marido y mujer estaba lastimando a su hijo. El niño de tan solo dos años que mostró una increíble habilidad mental, estaba creciendo en un ambiente hostil, donde la mujer llevaba un hombre diferente a casa todos los días. Las botellas de alcohol comenzaron a acumularse en el lugar, después de todo esto era lo único que la mujer tenía para calmar su ira, con el pasar de los días, la adicción al alcohol hizo su aparición, haciendo que la mujer no pueda vivir sin beber alcohol.

 

Ahora mismo, Alek tiene cuatro años. Este niño que crecía con extrañas ideas en su cabeza demostró ser un genio al memorizar cosas, aprendió a caminar con tan solo ocho meses de nacido, aprendió a leer en su primer año de vida y ahora era capaz de memorizar fórmulas sencillas en su cabeza, ejecutándolas de forma espléndida, resolviendo así, ecuaciones matemáticas que para un niño de su edad sería imposible.

 

Sin duda alguna este niño era un genio entre genios, alguien que estaba destinado a brillar como una estrella, pero…

 

Aquel día, la mujer llegó a casa con una botella de alcohol en la mano. Miro al niño con ojos llenos de odio mientras gritaba 'Maldito bastardo'.

 

Después de eso, usando el cable de una plancha que estaba cerca, la mujer golpeo al niño.

 

No importaba cuanto gritará el niño, la mujer no se detenía. Los gritos y el cuerpo del niño siendo azotado por el cable hicieron eco en toda la habitación. De pronto, gotas de sangre comenzaron a caer, la mujer le rompió la espalda al niño, pero esto no la detuvo, continuó golpeándolo hasta que el niño se desmayo por el dolor.

 

Después de que la mujer saliera de la habitación, la mucama entró, viendo la horrible escena.

 

La sangre estaba regada por todo el suelo, el niño apenas respiraba. La mucama apretó los puños con ira en sus ojos, ella no entendía como es que una mujer gentil pudo convertirse en la mierda de persona que es ahora.

 

Aún así, la mucama tomó al niño en sus brazos y lo recostó en la cama. Rápidamente fue por el botiquín de primeros auxilios y trato las heridas del niño.

 

"¿Sabes lo que pasó después de eso, Toru?"

 

"No…"

 

"Despidieron a la mucama"

 

Desde ese entonces, la mujer golpeaba al niño una y otra vez hasta calmar su ira.

 

Pero es extraño, aún después de como fue tratado, el niño solo quería hacer que su madre estuviera orgullosa de él. Alek quería brillar como el sol, y para eso tendría que esforzarse. Además, gracias a que la familia de Alek, es decir, la familia Gusev, tiene un gran capital debido al trabajo del padre, tenían una gran casa con todas las comodidades y mucamas que se encargaban del mantenimiento, y como toda buena mansión, tenía su propia biblioteca.

 

Entonces, después de unos días en la biblioteca, Alek hizo una gran fortaleza con los libros sobre insectos, el pensaba que así estaría protegido de ella mientras se prepara para enorgullecer a su madre.

 

Cada numero, cada palabra y cada ilustración impresionaron a Alek. El veía un paraíso en los libros, el paraíso del conocimiento y como la mente de ese niño ansiaba conocimiento. Leyó y leyó durante días, el quería saberlo todo, quería hacerle honor al significado de su nombre, pero… 'ella' descubrió el paraíso de Alek y lo destruyo con sus propias manos.

 

Cada libro fue despedazado delante de el, después de eso, recibió otra tortura como era costumbre. Pero esto último hizo que Alek cambiara.

 

Con el pasar de los años, siendo torturado día tras día… Alek perdió la capacidad de mostrar emociones, su corazón se había endurecido, como si se hubiera convertido en piedra.

 

Su madre lo insultaba y lo denigraba de la diversas formas, es como si este chico fuera una simple mascota que esta para desestresar a su ama.

 

La mujer creía, que al igual que su esposo, su hijo se volvería el mismo tipo de hombre, incluso el verlo a la cara le daba asco, ya que los dos, padre e hijo tenían la misma cara. Al final, ella siempre le decía que nunca lograría nada leyendo libros y que debía ponerse a trabajar para traer más dinero a la familia.

 

Mientras tanto, el padre seguía haciendo lo mismo de siempre, era un mujeriego que vivía la vida divirtiéndose y ganando dinero, nunca estuvo ahí para su hijo y esto solo empeoró todo.

 

Año tras año, aquel niño fue creciendo, le cambió la voz, sus hombros se hicieron un poco más anchos y su rostro… ya no mostraba la emoción que alguna vez tuvo cuando era niño, este niño ahora era un hombre.

 

Y como un adulto responsable, dejó el infierno en el que vivió sin mirar atrás. Dejando todas esas emociones, todos sus sueños y esperanzas, enterrados en aquella pila de papel destrozado.

 

Podría pensarse que la historia termina aquí, pero, de hecho, esto contenía aún más, ya que, ahora el hombre había ido a la universidad, logró graduarse en tan solo seis meses.

 

Todos los profesores estaban sorprendidos por la aterradora inteligencia que tenía este chico, tanto así, que Alek logró ganarse una beca para poder seguir su maestría, y luego, su primer doctorado.

 

A los veintiún años, Alek ya era un investigador científico muy reconocido en todo el país, tenía un doctorado y diferentes maestrías en diversos campos de la ciencia.

 

Pero grandes resultados, requieren grandes sacrificios, así como los grandes sacrificios requieren voluntades fuertes.

 

Así fue como Alek sacrificó su integridad como ser humano, para comenzar el planeamiento de su más grande proyecto a futuro, pero para eso faltaban muchas cosas que debía hacer.

 

Alek sabía que el camino estaría lleno de baches, pero una y otra vez, esta obsesión que lo consumía hizo que nunca se detuviera.

 

Por lo que, su primer proyecto como investigador científico fue descubrir nuevos elementos, obviamente este proyecto tenía que ver con su proyecto final. Pero Alek sigue siendo un ser humano, el cual siempre será el villano en la historia de vida de otras personas.

 

En este caso, Alek era el villano de la vida de todos sus compañeros científicos, ya que el siempre se llevaba todo el crédito, el siempre ganaba mucho dinero, siempre descubría cosas nuevas que seguían impulsándolo a ser el mejor entre los mejores.

 

Miradas de odio, miradas de envidia, al igual que en la universidad, todos pensaban que Alek era un arrogante de mierda solo por su talento, pero había que reconocerlo, el no era normal, era un espécimen único que solo nace una vez entre los ocho mil millones de personas que habitan el planeta tierra.

 

Alek [Ayudante de la humanidad]

 

Ese nombre le quedaba muy bien, después de todo cada uno de los avances que hacia en tecnología y biología ayudaban en gran medida a la gran población del planeta.

 

A los veintitrés años, Alek se reencontró con una mujer que conoció en la universidad.

 

Ella era hermosa, tenía una buena personalidad, pero para alguien como Alek, que tenía el corazón de piedra, cosas como enamorarse de una mujer ya no estaban en sus planes. Aún así, esta mujer, se sentía atraída por Alek.

 

Si, atraída por su dinero.

 

Alek lo sabía, el no era tan imbecil para no darse cuenta. La mente humana es complicada, pero para alguien que había descubierto los secretos del cuerpo humano, no era tan difícil leer la mente de las personas con solo mirarlas a los ojos. Los gestos que hacían, como respiraban, cuantas veces parpadeaban, el tono de su voz, su temperatura corporal.

 

Pero extrañamente, Alek también es un hombre caprichoso, así que decidió darle una oportunidad a esta mujer.

 

Pero no habían pasado ni dos semanas y esta mujer ya lo estaba engañando con otro hombre, pero… el sonrió después de tanto tiempo, después de todo ya tenía dos sujetos de prueba para su más grande proyecto.

 

Veinticuatro años cumplidos, Alek comenzó su proyecto al que llamó 'Luz de la humanidad'

 

Para esto, primero necesitaba organismos vivos de los cuales extraer ciertas moléculas para crear una explosión de neutrones microscópica, y los únicos organismos vivos que podían dar este tipo de moléculas era el ser humano.

 

Ahora mismo, frente a Alek, habían dos personas recostadas sobre frías camas de hierro esterilizado, una mujer y un hombre. Estas dos personas eran la mujer que engañó a Alek y el hombre con el que la mujer lo engañó. Los dos gritaron desesperados mientras Alek acercaba el bisturí a sus cuerpos.

 

Lo único que pasó después de eso, fue una gran cantidad de sangre esparcida por toda la habitación.

 

Al día siguiente, todos los preparativos estaban listos, el proyecto final iba a completarse, y para eso, Alek tenía que convertirse en un controlador del tiempo.

 

Básicamente, tenía que hacer que moléculas viajaran en el tiempo una y otra vez, hasta que estas estén sobrecargadas, haciéndolas explotar y dando comienzo, a la luz de la vida.

 

Entonces, a los veinticinco años, Alek Gusev ganó el premio Nobel de La Paz, gracias a su gran descubrimiento.

 

El era el humano que logró controlar el tiempo, el humano que le dio vida a una estrella, el humano que ahora tenía a toda Europa bailando en la palma de su mano, el humano, el hombre, Alek se había convertido en el 'Ayudante de la humanidad'

 

Pero aún así… después de todo el prestigio que había ganado, Alek estaba vacío por dentro, como un cascaron, pudriéndose entre las personas más poderosas.

 

Entonces, un día una llamada llegó. Alek corrió al hospital que se mencionó en la llamada. Al llegar, cuando entro a la habitación, Alek se encontró con alguien que conocía muy bien.

 

La mujer tendida en la camilla, con múltiples máquinas conectadas a ella, esa era la madre de Alek.

 

Viendo lo que tenía frente a el, Alek no sabía lo que estaba pasando. Su madre al parecer tenía cáncer terminal y había una salvación, pero era muy costosa. Para este momento, habían diferentes curas para el cáncer, cada una variaba en su precio, pero la más costosa de todas era la única que puede curar un cáncer en estado terminal.

 

En ese momento, la madre miró a su hijo. El se había convertido en un hombre, alguien que hizo que todo el mundo temblará con tan solo escuchar su nombre. Ella había cometido muchos errores, y quería el perdón de su hijo, quería volver a ser la madre de ese niño.

 

Pero después de escuchar esto, Alek, después de tantos años, comenzó a reírse a carcajadas. No podía creerlo, ella seguía siendo la misma mierda de siempre, incluso cuando estaba por morir.

 

Cuando Alek dejó de reírse, una cara inexpresiva tomó posición de el, y entonces recordó que a su madre le gustaba el teatro.

 

Así es como el, comenzó a desconectar las máquinas una por una, mientras miraba a su madre sin cambiar la expresión muerta de su rostro.

 

Al final, cuando la máquina que detectaba el pulso del paciente emitió un largo pitido, Alek suspiro diciendo: 'El espectáculo ha terminado'

 

Un hijo que mata a su propia madre es algo triste, ni importa como lo veas. Si el hijo odiaba a la madre, o si la madre odiaba al hijo, eso no importa, al final sigue siendo un suceso triste. ¿Entonces por que Alek sonrió mientras salía de la hospital?

 

Pues el se había quitando una gran carga de encima.

 

"Este podría ser un buen final para la historia, pero aún hay más, después de todo el tiempo es relativo, así que no importa cuanto tiempo me tome contar la historia, el tiempo es lo que más hay"

 

Alek ha cumplido los veintisiete años, su gran proyecto, un gigantesco sol artificial que alimentaba la energía de toda Europa se mantenía con cuerpos humanos. Organismos vivos, eso fue lo que dijo Alek cuando lo explico a través de los noticieros en internet, pero la verdad resulto ser más retorcida, ya que cada diez días, se usaban dos humanos vivos para extraer los componentes necesarios para que el sol no muera.

 

Un corazón frío, Alek no sentía nada al matar personas para satisfacer su obsesión de 'Ayudar a la humanidad', pero al parecer el karma es real.

 

Ya que, Alek Gusev, a los veintisiete años, fue traicionado por una de las científicas a su cargo, convirtiéndose en el hombre… que extinguió a su propia raza.

 

-El hombre dejó de narrar-

 

"Ahora dime, ¿qué te pareció mi historia?"

 

Mirando a Toru con un rostro inexpresivo, el hombre esperó pacientemente.

 

"Hm… Alek Gusev… ¿eres tú?"

 

Abriendo los ojos ante la respuesta de Toru, Alek sonrió mientras se acomodaba los anteojos.

 

"No, creo que no lo entendiste, ya que, el protagonista de esa historia eras tu"

 

Escuchando las palabras de Alek, Toru cayó al suelo mientras se sujetaba la cabeza con fuerza. Ahora lo entendía todo, la razón de esos extraños recuerdos, el lugar lleno de sangre, el sol azul, el niño, la mujer, todo tuvo una respuesta con los recuerdos que invadieron la mente de Toru.

 

(¿Yo… reencarne?)

 

Mirándose las manos, los ojos de Toru brillaron, mostrando el Shigan. La contención de los recuerdos que llegaban a su mente lo dejaron confundido.

 

(Entonces yo… ¿Quién soy?)

 

Por un lado, Toru ya tenía una vida en este mundo, tenia amigos, o eso creía, tuvo un madre que si lo amó, pero murió asesinada por Itachi. Creció junto a Sasuke, su amigo de la infancia y ahora resulto que eso no fue lo primero que vivió.

 

"Toru… ahora eres Toru, pero también Alek Gusev"

 

Con una sonrisa, el cuerpo de Alek cambió, ahora su apariencia física era exactamente la misma que la de Toru.

 

Acerándose, Alek le tocó el hombro a Toru.

 

"No te lo dije antes, pero soy una representación de lo que fuiste en el pasado, fui creado por tu propia mente para hacerte más fácil la asimilación de tus recuerdos. La mente de Alek Gusev, el hombre que extinguió a la humanidad, el hombre que asesinó gente con tal de satisfacer sus más oscuros deseos. Eres el hombre de personalidad retorcida que asesinó a su propia madre y destruyo un sistema solar"

 

Susurrándole al oído, la mano de Alek comenzó desaparecer en extrañas partículas brillantes que se fueron uniendo al cuerpo de Toru.

 

"Pero… también eres Asahi Toru, ninja de Konoha, hijo de Asahi Kyoko y amigo del niño que lleva al zorro de las nueve colas en su interior. Tienes sentimientos que aún no entiendes por tres chicas en específico. Y además, eres descendiente de una de las personas más poderosas que pisaron este mundo. Sin duda alguna, tendrás una mejor vida en este lugar"

 

Sonriendo, el cuerpo de Alek casi desaparecía por completo, por lo que aprovecho para susurrar una última cosa al oído de Toru.

 

"Esta es la voz de Toru, la voz de Alek y también… la voz de un......… así que, no debes apresurarse"

 

Tocando su frente con la de Toru, Alek desapareció por completo, convirtiéndose en pequeñas partículas brillantes que se unieron a Toru. Al mismo tiempo, todo el lugar volvió a llenarse de sangre y el sol que fue de color azul, ahora había desaparecido por completo, dejando la oscuridad en el cielo.

 

Entonces, el susurro que Toru escucho cuando obtuvo Shakuton volvió a escucharse.

 

"Levántate"

 

-En el campo de batalla-

 

Mirando el gigantesco muro de madera, Gaara frunció el ceño y apretó los puños. Su ira se había calmado un poco después de esta interrupción.

 

(Eso estuvo cerca…)

 

Suspirando, Yamato soltó sus manos y el muro de madera desapareció, dejando ver al inconsciente Toru.

 

Hinata, Hanabi e Ino miraron esto cl expresiones de preocupación. Toru no se movía, estaba fuera de combate por completo.

 

"Asahi Toru está inconsciente, el ganador es Gaara"

 

Mirando al niño tirado en el suelo, Genma suspiro. Se suponía que Toru llevaba la ventaja, ¿como es que pudo perder de esta forma?

 

-No puede ser…

 

-Que demonios…

 

-Ese niño…

 

-Es un maldito monstruo…

 

Levantándose de sus asientos, la audiencia estaba sin palabras, aún después de que perdió la pelea, Toru se levantó del suelo. Hinata y Hanabi sonrieron aliviadas por esto, pero los ojos de Ino se abrieron al darse cuenta de lo que estaba pasando en realidad.

 

Una sonrisa…

 

Toru tenía una sonrisa en la boca mientras sus ojos brillaban intensamente con la luz de Shigan, al mismo tiempo, sus manos sostuvieron las dagas, las cuales estaban imbuidas con Shakuton.

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