Capítulo 521: Oportunidad de negocio (Editado)

Para ser precisos, no se trata de una "estufa de leña finlandesa" propiamente dicha, porque la leña es demasiado fresca.

La madera fresca contiene mucha humedad, lo que dificulta su ignición y genera humo innecesario. Sin embargo, la dificultad es relativa, ya que la madera no necesita estar completamente seca para encenderse. De lo contrario, ¿cómo se propagarían los incendios forestales? Después de todo, los árboles que se queman en los incendios también son frescos.

La cerilla de Tom encendió instantáneamente las ramitas y hojas secas que se habían metido en el centro del tronco, y un poco de humo comenzó a salir del tronco ensamblado.

"¡Está ardiendo, está ardiendo!" El Sr. Weasley se emocionó como un niño, agitando sus manos y pies. Para él, encender un fuego de manera muggle era una experiencia completamente nueva.

Tomó en sus manos la caja de cerillas de Tom: "¡Yo también lo probaré!".

Sin embargo, al igual que muchos niños que usan cerillas por primera vez, el Sr. Weasley no lograba encenderlas. Estaba confundido, ya que Tom había tenido éxito con solo un intento, pero él no podía lograrlo por más que lo intentara.

Las cerillas se rompían o se desgastaban en sus manos, perdiendo la parte de encendido. El papel de lija de la caja de cerillas estaba completamente desgastado.

El Sr. Weasley suspiró profundamente.

Tom se acercó y arrojó las cerillas que estaban esparcidas en el suelo dentro del tronco de madera, avivando el fuego.

Finalmente, el Sr. Weasley logró encender una cerilla, pero el repentino estallido de llamas lo asustó y dejó caer la cerilla al suelo.

Las personas que estaban observando: ...

Fred no pudo contenerse y se tapó la cara con las manos.

"La lija de esta caja ya no sirve", dijo Hermione suavemente, tomando la caja de cerillas de las manos del Sr. Weasley y mostrándole cómo hacerlo.

"Ella será una excelente madre en el futuro", dijo George mientras escuchaba la paciente explicación de Hermione, haciendo su propio juicio.

Bajo la guía de Hermione, el Sr. Weasley finalmente aprendió a encender las cerillas. Las encendía continuamente y las arrojaba al tronco de madera de Tom.

En este punto, el interior del tronco ya estaba encendido, y el humo que salía hacía que fuera difícil abrir los ojos.

El principio de este horno era permitir que el material inflamable encendiera el núcleo del tronco, luego se carbonizara gradualmente y formara un fuego de carbón que continuara ardiendo, lo que prolongaba eficazmente el tiempo de combustión de la madera. Al final, el interior del tronco se quemaría, dejando un gran agujero similar a un triángulo.

"Tos, tos... el fuego ya está encendido", dijo Tom mientras se alejaba un poco de la leña prendida.

"Los finlandeses insertan un tubo en forma de Z en este agujero", explicó Tom señalando el tronco, "un extremo está fuera del horno de madera y el otro se conecta a la tienda, de esta manera, cuando el aire frío del exterior pasa por el horno de madera, se calienta y se convierte en aire caliente, que es el principio de calefacción del horno finlandés".

El Sr. Weasley asintió repetidamente al escuchar esto, ahora entendía cómo los muggles sin magia sobrevivían en climas fríos y nevados.

"Es importante tener en cuenta que la entrada de aire del tubo debe estar fuera del horno de madera", Tom comenzó a brindar algunas explicaciones de seguridad, ya que no estaba seguro de si los magos tenían el concepto de intoxicación por monóxido de carbono; sentía que lo tenían, ya que todas las chimeneas de Hogwarts tenían ventilación para evitar tragedias en las que los estudiantes quedaran atrapados durante la noche de invierno.

"¡Ah, ahora entiendo! Tom, estás muy bien informadoo", exclamó el Sr. Weasley emocionado, sintiendo que había aprendido muchísimos conocimientos que no sabía cuándo podría aplicar. Le dio palmaditas en el hombro a Tom y dijo: "¡Por Merlín! ¿De dónde has aprendido todas estas cosas?"

"Er, todo eso es conocimiento común entre los muggles". Tom respondió de esa manera mientras observaba las miradas extrañas de los Granger. "Después de familiarizarse con la ciencia de los muggles, uno se da cuenta de muchas cosas que no tienen sentido común, como el hecho de que las casas hechas de hielo y nieve no son realmente tan frías por dentro, o que el 'gas' que ves cuando hierve una tetera no es realmente gas".

Al ver las miradas de los Weasley a su alrededor, como si estuvieran asistiendo a una clase de matemáticas avanzadas, Tom sabía que no habían prestado atención. Y él no podía hacer nada al respecto. Después de todo, ¿por qué los magos solo habían asistido a clases de magia desde una edad temprana? En la mayoría del mundo mágico no hay ciencias naturales, y ellos simplemente no pueden comprender los principios físicos y tienen un razonamiento lógico deficiente cuando se trata de comprender la naturaleza del mundo.

La solución podría ser ofrecer un curso obligatorio en Hogwarts donde los estudiantes aprendan un poco de conocimientos básicos de física y química. En cuanto a los cálculos matemáticos, esa habilidad podría ser complementada a través de la adivinación aritmántica, donde se realizan numerosas operaciones. De forma inadvertida, los magos terminarían repasando matemáticas.

El curso no tiene como objetivo convertir a los magos en científicos académicos, solo pretende evitar que sean demasiado ignorantes.

En ese momento, el humo que salía de la estufa de madera se había detenido y una llamarada se elevaba desde su interior, lo cual indicaba que el encendido de la estufa había sido un éxito.

Después de un rato, Harry y los demás regresaron con una tetera. Tom colocó la tetera directamente sobre la estufa de madera para calentar agua y preparar té.

El proceso de espera a que el agua hierva no era aburrido. Su tienda estaba ubicada junto a la carretera que conducía al campo de Quidditch, donde muchos funcionarios del Ministerio de Magia estaban ocupados. El Sr. Weasley era bastante popular en el Ministerio de Magia, y muchos de los funcionarios se detenían para saludarlo cuando pasaban. El Sr. Weasley se esforzaba en presentar a todos los funcionarios a Tom, Harry, Hermione y los demás.

Esa era la ventaja invisible de provenir de una familia de sangre pura. Aunque los Weasley eran pobres y no podían permitirse comprar libros de texto, aún así eran una antigua familia de sangre pura y tenían una presencia en los niveles más bajos del Ministerio de Magia.

Director de la Oficina de Enlace con los Goblins, miembros del Comité de Hechizos Experimentales, encargados de la Modificación de Memoria, los Inefables... Tom fue conociendo a uno tras otro de los funcionarios del Ministerio de Magia.

Cuando el agua hirvió, el Sr. Weasley preparó una tetera de té, una olla de gachas, hizo varios huevos fritos y colgó salchichas en la estufa de madera para asarlas. La forma en que las asaban era maravillosa, ya que la grasa de las salchichas se deslizaba por encima mientras se asaban, impregnándolas por completo. Al final, las salchichas parecían asadas pero tenían el sabor de las fritas. Además de las salchichas, también asaron papas, aprovechando al máximo el calor y la grasa.

El cansancio de caminar temprano por la mañana desapareció por completo.

Tom sostenía una brocheta de salchichas en una mano y una taza de gachas en la otra, se sentó junto a Fred y George en el suelo.

"Aquí todos son magos".

"Sí", respondió Fred mientras cortaba las salchichas asadas y las colocaba entre dos rebanadas de huevo.

"Todos ellos son clientes potenciales", dijo Tom mientras daba un gran mordisco a la salchicha.

"Lo sabemos, pero nos confiscaron todas nuestros caramelos longuiliguo". George frunció el ceño y bebió la gachas de un sorbo, parecía que el arroz con verduras le había sabido a vino amargo.

"Yo no habría sugerido que vendieras caramelos longuiliguo aquí; piensa en todos los niños de aquí, sus padres te matarían si los ellos los comieras por error". Tom sacudió la cabeza y pareció tener una buena idea.