Una semana transcurrió desde que Gohan decidió entrenar en la torre de Karin, pero sin embargo todavía no había logrado su meta. No es que no pudiera lograrlo, pero desde que Karin le aconsejó que dejase libre la mente y redujera su número de movimientos, se puso a meditar.
Gohan se quedó sentado en el suelo totalmente concentrado en su meditación, sin moverse ni un solo centímetro y el ermitaño le observó curioso.
'Lleva toda la semana así, me pregunto qué es lo que estará haciendo' Karin estaba sin respuestas y eso le suscitaba mayor intriga acerca del niño.
Debía admitir que el nivel de concentración de Gohan era bastante bueno para ser sólo un niño, en pocos humanos había notado esa habilidad.
"Oh" el maestro Karin susurró sorprendido al ver que de repente Gohan empezó a levantarse lentamente y a hacer algunos calentamientos.
'Ahora debería ser capaz de tomar el jarrón, mi control de Ki en este punto es perfecto...' indagó Gohan sonriendo y se volteó hacia Karin. Había empleado estos siete días para liberar su mente y manipular con mayor dominio su Ki. Además, elaboró una estrategia para coger aquel jarrón.
"Veo que ya estás preparado, ¿por qué no lo intentas de nuevo niño?" preguntó el maestro extendiéndole su cayado junto con el jarrón.
"Ahora mismo... lo voy a lograr al primer intento" afirmó el niño con una gran sonrisa y se puso en posición para atrapar al fin ese dichoso jarrón. Si su plan no fallaba, debería ser capaz de cogerlo.
El ermitaño Karin se sorprendió por aquella declaración tan confiada. Su asombro se hizo mayor cuando el niño apareció delante de él, y cuando quiso esquivarle, vio que Gohan no se había movido de donde estaba inicialmente.
"¿Qué sucede maestro? ¿Sorprendido?" le preguntó Gohan en el mismo sitio de antes y cruzó sus brazos con una sonrisa burlona.
'¿Una ilusión? No es posible... sentí su Ki justo delante de mí, ¿o acaso se movió a esa increíble velocidad?' se preguntó Karin desconcertado.
"Bien maestro, ahora sí que iré en serio" Gohan frunció el ceño y se preparó para tomar el jarrón de agua, "Kame... Hame... ¡HAAA!" gritó el niño.
La ráfaga de energía fue disparado hacia el maestro Karin, quien saltó para evitarlo. De lo contrario, podría haber acabado lastimado. Lo que no sabía Karin, es que el niño minimizó el ataque gracias a su asombroso control de Ki.
'Bien, aquí va mi oportunidad' discurrió Gohan sonriendo victoriosamente y saltó en la misma dirección que el anciano maestro, "¡Zanzōken!"
Karin se preparó para esquivar nuevamente al ver que Gohan saltó hacia él pero se quedó pasmado al ver a varias copias del pequeño.
'Inteligente, pero no lo suficiente"ñ' el maestro se movió a través de las copias y se posicionó en el otro extremo del mirador, "Fallaste ot... ¡¿Qué?!"
El ermitaño se quedó sin habla cuando vio a Gohan aterrizando en el suelo con el jarrón en mano, ¿en qué momento se lo había sacado?
"Usted estaba tan centrado en sortearme que dejó de prestar atención al jarrón, y ahí aproveché" respondió el menor sonriendo.
Karin sonrió ante aquello acariciando sus bigotes. Había sido una estrategia bastante buena, mejor de lo que se había esperado.
"Felicidades niño, lo lograste, puedes beber el agua sagrada" comentó el maestro pero Gohan negó, "¿Acaso no era tu deseo tomar el agua?"
"Sí, pero no ese agua" Gohan sonrió mientras el maestro Karin le oía expectante, "Quiero beber el agua ultra divina, esa que da poderes increíbles"
"Sabes que es probable que no sobrevivas, ¿no es así? Bastantes personas antes de ti lo intentaron y murieron" le advirtió el maestro.
"Papá logró sobrevivir, así que tengo mis opciones" respondió el niño sin demasiada preocupación, "Entonces... ¿me lo darás?"
"Está bien, sígueme niño" el maestro le condujo hacia el interior del mirador para darle el agua de los dioses que despertaría su poder verdadero.
El menor admiró el lugar con bastantes dudas, ¿quiénes fueron los guardianes de la tierra antes de que lo fuera Kami? Eso sí era muy intrigante.
'De todas formas no es importante... aunque me gustaría saber quién creó la habitación del tiempo' el chico negó con la cabeza, "Así que, ¿esto es?"
El ermitaño Karin le extendió una botella de cristal con varias inscripciones en ella. Gohan cogió el recipiente y sintió un leve escalofrío.
"Adelante, es toda tuya" le indicó el maestro Karin y el pequeño asintió un tanto inquietado, recordando lo que sufrió su padre al beberla.
'Sin miedo' se dijo Gohan abriendo la tapa de la botella y sin pensárselo dos veces bebió un trago de la misma. Y entonces, vino lo peor, "¡AAAHH!"
Gohan gritó con dolor en todo el cuerpo y se echó al suelo llevándose las manos a la garganta. Jamás pensó que dolería tanto.
"¡Ya no puedo aguantar más!" vociferó el niño con las manos en la cabeza, sentía como si su cuerpo estuviera ardiendo en un mar de fuego.
Varias imágenes de su vida comenzaron a sucederse en su mente. Memorias de su vida anterior y memorias tras su transmigración.
'Mamá...' el niño pudo ver la imagen de la mujer que le crió en su primera vida. Pero también vio a los padres de su vida actual, Son Goku y Chi-Chi.
'No... ya no soy Tristan Black... ¡ahora soy Son Gohan!' exclamó el pequeño reuniendo toda su fuerza de voluntad para poder ponerse en pie.
"Este niño es..." murmuró el maestro ermitaño sorprendido ante la voluntad inquebrantable que estaba manifestando el menor, "Impresionante"
Gohan se levantó jadeando intensamente. Inhalaba y exhalaba a un ritmo desmesurado mientras su rostro goteaba bastante sudor.
'L-lo conseguí, un segundo más y habría muerto' pensó Gohan observando sus manos, 'Siento que mi poder ha aumentado, superé las 400 unidades'
Pero más concretamente, su poder base había aumentado hasta las 450 unidades. Y según sus cálculos si liberaba su Ki al máximo llegaría a las 852 unidades. Y todo eso sólo en una semana.
La sensación de ardor que subyugó su cuerpo desapareció por completo y de pronto todos sus músculos se relajaron, por poco no lo contaba.
"Increíble pequeño, pudiste soportar el poder del agua ultra divina" le felicitó Karin sonriendo, "Ahora puedes irte a entrenar con Kami-sama"
"Gracias por todo maestro, prometo que daré mi mejor esfuerzo" aseveró Gohan apretando su puño con una sonrisa llena de determinación.
"Los enemigos que se acercan son sumamente poderosos, tienes que entrenar mucho si quieres proteger la Tierra" le aconsejó el ermitaño Karin.
"Así será maestro" Gohan asintió, ya había trazado un plan de entrenamiento que sería productivo para incrementar sus poderes.
"Aquí tienes las últimas semillas que pude recolectar, adminístralas bien" Karin le brindó tres semillas Senzu, "Cuídate... Son Gohan"
Gohan asintió y con una sonrisa se despidió del maestro. Una vez que llegó fuera, llamó a la nube voladora y subió hacia la atalaya de Kami-sama.
'Tiene un gran futuro por delante, pero no todo será fácil para él' discurrió Karin viendo cómo el pequeño ascendía para continuar entrenando.
El ascenso siguió hasta que llegó al palacio y se bajó de la nube voladora. Por fin empezaría a entrenar de verdad, todavía le quedaba un año.
'Ese Ki...' Gohan sintió un Ki familiar pero no prestó mucha atención. Anduvo hasta que una silueta apareció sentada ante él, "¡¿Piccolo?!
El namekiano se encontraba meditando, pero cuando escuchó la voz de Gohan abrió sus ojos de inmediato, pues le había estado esperando.
"Ya era hora mocoso, no pienses que estoy aquí para entrenar con Kami" le habló Piccolo cruzándose de brazos, "Vine para entrenarte"
'¿Eh? Esto no sucede en ningún momento de la historia original, nuevamente cambié los eventos' indagó el Son menor sonriendo nerviosamente. Y además, sabía que Piccolo odiaba a Kami, así que esto no tenía demasiado sentido, ¿qué es lo que había sucedido para que vininiera Piccolo?
Piccolo había escuchado que el menor sería entrenado en la atalaya de Kami, pero él había sido testigo del enorme potencial que desplegó el niño. No podía dejar pasar la oportunidad de entrenarle de cara la futura amenaza saiyajin.
"Pues no estaría mal tener un compañero de entrenamiento" contestó Gohan y Piccolo le dio una mirada iracunda con una vena en la cabeza, "Eso si lo acepta Kami-sama, dado que después de todo es su palacio" añadió el niño mirando al guardián, quien estaba a un lado con Mr Popo.
"Pueden entrenar cuanto quieran pequeño, fue sorprendente ver a Piccolo en este lugar" declaró Kami observando sorprendido a su contraparte.
"¡Ni lo menciones!" Piccolo resopló antes de voltearse hacia Gohan, "Pelea contra mí enano, quiero palpar cuál es tu poder al máximo nivel!" vociferó el namekiano poniéndose para pelear.
'Mi plan original era entrenar tres meses aquí y luego otros seis con Piccolo, pero esto lo cambia todo' indagó Gohan con una sonrisa animada. Si entrenaba aquí con Piccolo, los dos se volverían bastante fuertes. Más de lo que había esperado.
Y se preparó para atacar a Piccolo. Los saiyajin vendrían dentro de un año y no había tiempo que perder. Tenía que aumentar sus poderes sí o sí.