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Z entropy theory

Tác giả: EimySenrioth
Kinh dị ma quái
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Tóm tắt

Días antes del apocalipsis zombi, en la ciudad de México es secuestrado el hermano de una joven esquizofrénica, adicta a las sustancias psicotrópicas.

Chapter 1Please pray for me

Está bien.

Estoy lejos de sentirme bien, me estoy alejando de gente que ni siquiera conozco, solo figuras ajenas a mí.

Alguien dentro de la espesura de la oscuridad, le reafirmo un "No"

Me siento muy traumatizada en un mundo extraño, ajeno al ojo humano.

Todo es blanco, salas blancas, batas blancas, luces blancas, una camisa de fuerza blanca. Agujas perforando mi corazón.

Todo el mundo dice que estaré bien, pero se la pasan horas hablándome. Me siento muy sola, no quiero estarlo.

Enfrascándome en mi propio mundo de fantasía, donde el sol brilla para ambos.

Quiero sentirme bien, ser amada, tener una madre. !Voces me incitan a tomar más, ¡unas tres líneas más!

Los doctores me aconsejan combinarla con antipsicóticos. Mi padre dice lo contrario.

Otra sesión terminada. Hoy terminaron rápido, esperan la llegada de un nuevo medicamento, un medicamento viral.

El abismo oscuro susurro detrás de mí. "Por supuesto, papa lo adaptará para mí."

"Eso ya lo sé, ¿por qué quieren que vaya a su laboratorio?, dicen tener la cura"

"Mmmm, no es posible"

El nuevo medicamento bloqueara los receptores responsables de mis trastornos, eso me pone triste.

"Ya no les veré más."

"Por favor no digan eso, yo también los quiero, en serio, saben donde está, me podrían ayudar" 

Mis padres adoptivos no se fían del nuevo tratamiento. Me han sometido a una gran cantidad, sin resultado alguno. Eso llevo a que se pelearían con mi papá biológico.

A ambos lados nos costó una suma considerable de dinero, estamos quebrados.

La enfermedad de papa adoptivo se vuelve más costosa. 

El gobierno quito los subsidios, debido a un escándalo. Los medicamentos para nosotros dejaron de ser patrocinados, recorte de presupuesto, una excusa barata.

Mis amigos se alegraron de oír la noticia, temían ser olvidados. Juntos me hacen sentir menos sola. 

En la escuela no tengo buena reputación. "Sea debido a eso. No es como si tuviera más opción. Vender drogas está mal, eso ya lo sé"

Un ser amorfo lleno de oscuridad poso su mano, acariciándola. "Lo otro"

"Las suscripciones pagadas. No quiero hablar de eso. ¡Que sí!, ya te dije, que uso preservativos."

"Te causa gracia el nuevo tratamiento de mi madre adoptiva." Se echó de brazos e inflo sus mejillas.

Mi madre se irá por un tiempo, encontró un tratamiento espiritual. Una curación inmediata, pero yo perdí la fe en el primer tratamiento basado en electricidad. 

En otros, abrieron diversas partes del cuerpo como solución alternativa.

Por último, recurrieron al el uso de drogas. Eso me recuerda a mi padre, le llevo algunos artículos de aseo personal. Trabaje duro para juntar el dinero.

Entre despacio, evitando hacer mucho ruido "Vine a dejarte algunas cosas, espero no molestarte. Te traje flores." Las acomodé junto a su cama.

"Te dije que no gastes en estas tonterías."

 "Yo solamente." Tartamudeo.

"¿Cuánto te costaron?"

 Permanecí callada. "¡¿Cuánto te costaron?!"

Los nervios se hicieron evidentes. Comencé a acomodar las cosas, varias de ellas se cayeron a suelo.

Escuche sus gritos "No puedes hacer las cosas bien."

"Levanta las plantas de aquí." Golpeo la meza, tirando el rajón con flores.

Las flores arremetieron contra mi cara generada una pequeña cortada.

Limpie todo el tiradero. Los gritos no pararon. En minutos llegaron los doctores a calmarle.

Sonó mi teléfono. "Es mama." Le dejé en buzón, pero no paro de sonar. Enfureció más a mi padre. 

Conteste de mala gana.

"Yo tengo la culpa." Se repitió la misma frase unas 5 veces. "Tu hermano ha sido secuestrado."

"¿Qué has dicho?" Comencé a hiperventilarme, necesito mis líneas. Seres desfigurados, emergieron de la oscuridad, se colocaron en círculo, mirándome.

"Es tu culpa" "SI no estuvieras enferma" "Tu padre recibiría todo el dinero" "Solo eres un estorbo" 

"¿Por qué estás viva? Aun después de ser abortada"

Me vi caminando en tercera persona, tocando una enorme cápsula de cristal transparente, posando la vista sobre una figura humana. Suspendida en un líquido verdoso.

Jalada de golpe, uno de los médicos se acercó a tratarme. Le comenté con lágrimas en los ojos

"El día de hoy fui despedida del trabajo, me acusaron de manipular las cuentas del supermercado. No tengo dinero para pagarle."

"Yo lo pagaré, sonríe un poco. Después asegúrate de ir a la escuela."

"Me preocupa mi hermano."

"Los adultos lo arreglarán, eso me incluye a mí, confía en tu colega." Las aseveraciones calmaron a mis demonios, tantos problemas en un día.

De camino a casa gasté mis últimos 10 pesos en una paleta de hielo, en particular el verano resulta caluroso.

Me acerqué a un folleto pegado en una ventana de las oficinas de la torre latina americana. 

Estamos contratando ayudante de cocina con o sin experiencia. Robe el folleto, así nadie más lo verá y seré su única opción. 

Alegándome con prisa al parque de Chapultepec. Tome un descaso en una zona concurrida. Mis preocupaciones no se han calmado a pesar de todo el recorrido. 

Espere a mama afuera de las oficinas policiacas. Resulta agobiante, la presencia de los seres sombra, los veo pasar y me tapo los ojos. Fue una mala idea sentarse en estas bancas. No dejan de llamarme aborto.

Salte involuntariamente al ser tocada en el hombro. "Madre, ¿Está todo bien?"

"Tienes dinero para tu pasaje."

"No, yo lo gasté en una paleta, tenía calor." Toda su ira explotó contra mí.

"No tienes idea de lo costoso de tu tratamiento, no tenemos dinero para nimiedades, ya te lo he dicho, pero la niña no entiende. No le he comprado ropa nueva a tu hermano. Estás mal de la cabeza."

Los seres sombra cercanos se detuvieron. Señalándola. "Ella paga la mitad de su tratamiento"

En ese mismo instante, solté a llorar. Me alejé sollozando. Acurrucada en debajo de un tobogán, el doctor apareció.

"Me llamo tu asesor legal."

"No quiero ir." Girando.

"Te compraré unos esquites."

"¿De los grandes?"

"De los jumbos."

Le tomé la mano en gesto de buena voluntad. Tengo un ángel guardián en este mundo lleno de demonios. Seré como él. Protegeré a mi hermano. Llegamos a su departamento sin mayor dificultad, en ese lapso le comenté acerca de mi angustia.

"Uno de los sospechosos fue capturado durante la tarde, le están interrogando. Parece ser algún tipo de secta. No se lo cuentes." Asentí comiendo. 

"Hoy te quedarás a dormir, como de costumbre."

Siempre me encuentro más a gusto con el Doc. 

Las cenas me dejan la barriga llena, me relajo en la tina y antes de dormir siempre me lee el mismo cuento.

Una chica con gran carácter, capaz de ver el futuro, una heroína.

Una vez finja dormirme entraré al navegador. Me intriga dicha organización.

La única luz alumbrando las entrañas de la oscuridad, alejando a huéspedes inoportunos, es la del monitor. 

Un pequeño clip deslizó la barra de contenido, en un basto mar de información. No encuentre nada relacionado en la capa superficial de internet.

Me echo en la cama esperando una solución. "En este momento no me apetece hablar." Dirigiéndose a las voces.

"La Deep web" "Dark weeb."

Me levanté pesadamente, a encontrar la manera de entrar. Será una noche larga, uh.

Inicie sesión en un navegador alternativo. Entre en los foros más oscuros de la Deep Web, donde los secretos más turbios de la humanidad eran comerciados como mercancía barata. 

Entre toda esa depravación, nada parecía encajar con lo que buscaba.

Pase horas navegando entre foros, en cierto momento, encontré una mención codificada en español. 

"El Aquelarre de la Semilla Negra" 

Deslice y deslice sobre fotos de personas de todo el mundo, colocadas como artículos. Debajo de cada una de ellas, una descripción médica detallada.

Reconoci algunos de los "artículos" en venta: cabelleras ensangrentadas, dientes arrancados, porciones de piel humana. 

"Se trata de un mercado negro."

Casi cerré la página de inmediato, pero algo captó mi mirada entre tanto horror. 

Un apartado sombrío promocionando "obsequios especiales".

Una de las últimas imágenes era el rostro de un niño, con una mordaza en la boca y los ojos muy 

abiertos en señal de pánico. Reconocí esas facciones.

"No, no, nooo"

"Pastillas, ¿Dónde están?"

Tome un tarro de pastillas secas, esperando dilucidar la verdadera foto. 

"DESAPARECE, porque no desapareces, que tome más pastillas, chicos, si eso haré"

La pantalla parpadeó, las imágenes se distorsionaron en un remolino de píxeles borrosos. 

"De nuevo ese ruido" llevé las manos a la cabeza

Emergió de las profundidades digitales, primero una mano, después otra. Una masa amorfa e indistinta se convirtió en un ser humanoide. 

Me aparté de un respingo, la silla cayó al piso cuando choqué contra el escritorio. 

Esto no podía ser real, tenía que ser algún truco, otro producto de mi mente enferma jugándome una mala pasada.

Sabemos dónde se encuentra el pequeño. Pero tú eres la culpable de su desgracia."

"Si tan solo no existieras...si nunca hubieras nacido." Una de sus garras se alargó hacia mí. "Nada de esto estaría sucediendo, querida."

"Tranquila, pequeña. Te diré dónde encontrarlo... pero todo en esta vida tiene un precio. Y tú ya conoces el tuyo."

Parpadeé. "¿De qué hablaba esta cosa? ¿Cuál precio?" Negué con la cabeza, incapaz de apartar la vista de esos ojos muertos.

"¿N-no sé de qué hablas? ¡Haré lo que sea! ¡Pagaré lo que me pidan! ¡Solo díganme dónde está!" 

Ensanchó su sonrisa macabra, acercándose de nuevo en un movimiento oscilante y viscoso. "Oh, créeme que lo sabes... lo has sabido desde el mismo momento de tu nacimiento.

"Ese es el precio que tendrás que pagar. La deuda que llevas arrastrando"

Caí al suelo, cerrando los ojos. Yo ya conocía el precio...y eso me consume por dentro.

Hoy empezó la mañana con el pie izquierdo, toda desvelada y un cuello de botella espantosamente ruidoso. 

Ya llevamos más de 20 minutos varados. A este pazo, no llegaré al instituto, no es como si importara mucho, suelo ir una o dos veces al mes, ya saben, mi condición no me deja tomar las clases de manera normal. 

A todo esto, soy superinteligente, no es que lo diga yo, ejem. Después de un rato logramos avanzar, todo un alboroto adelante, un tipo se nos acercó armado, quitándonos nuestros celulares, entre otras cosas. 

"Baje su ventanilla de una vez, ya se la saben." Mostró su arma delante del conductor y del copiloto A. 

A regañadientes solté mis cosas. 

"Yo te he visto, saliste ayer en la tele." El Doc. confirmo mis afirmaciones.

"Esta niña nos conoce. Ya son alrededor de 20 personas las cuales nos afirman haber visto en la tele. "

"Lo dices en serio." Me mostré escéptica a sus comentarios.

"Somos el grupo llamado alas sangrientas. Ahora controlamos la ciudad. Yo soy Alias el Taco y mi compañero Alias la Salsa. Si necesitan algún servicio les dejo mi tarjeta de presentación."

"Esto no puede ser más absurdo." Ni en mis momentos menos lucido experimento este tipo de experiencias. 

Debo de admitir su gran hazaña. Controlar todas las plazas en la ciudad. Les pregunté acerca de las ofertas mencionadas en el folleto.

"Buscas droga. Mira te daremos una muestra de nuestro producto estrella."

Recibí unas grapas de al menos dos gramos de contenido. "Solo marca al teléfono indicado para ofrecerte mercancía." 

"Otra cosa más."

"Dime mocosa, que no tengo todo el tiempo del mundo" Se acercó más, metiendo la mitad del cuerpo al coche. Colocando el arma en frente a mí.

"¿Cuánto cuesta el servicio de sicariato?"

"Tan joven y ya con tantos problemas. Jovencita, eso sí, no me lo esperaba. Mira morra, por mandar con san pedro a una person son 10 bolas."

"Es un poco más complicado" Pensé en voz alta.

"Dime tu contraseña"

"Mi contraseña" Replique pensativa.

"Hablo en yucateco o que mijia"

Le di mi contraseña y anoto su número en él. "Llámame más tarde. Discutiremos los detalles y el precio."

"!El siguiente¡"

Una nueva víctima tomo nuestro lugar. Ellos estaban alterando el tráfico vehicular sin ningún tipo de resistencia, conté a unos 50 tipos armados. 

Al dar vuelta en una de las esquinas posteriores, los polis y algunos elementos del ejército valían pepino. Tomando un descanso o eso parece.

"Yo no dire nada, te toca a ti." Le dijo el doc. 

Esta suspiro.

Baje la ventanilla "Hay un retén a la vuelta de la esquina, un asalto en masa, los necesitan allá. "

"No te metas en nuestros asuntos mocosa. Hoy estamos de buenas. Dale para no darte una multa."

"Desearía no estar lucida en estos momentos." Afirme con total confianza.

El doc sonrió. "No te involucres con esos tipos de persona para obtener las drogas. Ya tienes tus plantitas." 

"Lose, pero todo el proceso es agobiante."

"Hoy llegarán nuevas drogas experimentales junto con los medicamentos virales. Veré si puedo conseguirte algunos. Y no contratantes ninguno de sus servicios, señorita. La policía lo encontrará."

"Eres un ángel caído del cielo o eres demasiado ingenuo."

"Pareces otra persona estando lucida." El doc. reviso el retrovisor, mirándola de reojo, ella acababa de ponerse labial. "Te dejaré enfrente de la terminal del metro y no hagas algo tonto, eh" 

"Si, si, doc., lo que tú digas" Cerro la puerta con más fuerza de la necesaria. 

Dejar en manos el secuestro de mi hermano a unos tarados, me deja ansiosa. Tomaré las cartas en mis manos. Hoy molestaré al encargado del aria de cómputo.

Río, bajando las escaleras e incorporándose al flujo constante de personas, dentro de la estación.

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