Capítulo 287: Clase de adivinación de Hermione

"¡No puedo creer que me perdí el Encantamiento estimulante!" dijo Hermione apenada: "Y apuesto a que saldrá en nuestros exámenes; el profesor Flitwick insinuó que es posible."

"Si es necesario, puedo ayudarte a practicar este hechizo." dijo Ivan con entusiasmo.

"¡Gracias, Ivan!" Hermione inclinó su mochila sobre su hombro y suspiró, con un aspecto muy deprimido. "Me has ayudado mucho. Sin ti, realmente no sé lo que podría haber hecho. Me gustaría practicar este hechizo, pero no tengo tiempo. Es difícil de imaginar. Pasé toda la tarde en la clase de adivinación, mirando una bola de cristal aturdida".

Una semana antes, a la clase del tercer año se le enseñó adivinación con bolas de cristal.

Ivan fue muy capaz de entender el estado de ánimo actual de Hermione. Para la mayoría de los magos que no tienen talento para la adivinación, es imposible ver nada desde la bola de cristal.

Como dijo Hermione, estaban perdiendo el tiempo allí.

Hay que saber que el talento de la adivinación, aunque muy valorado, es muy raro, y por lo general es hereditario.

Para ponerlo en pocas palabras, si no había adivinadores en tus ancestros, entonces no deberías obtener nada útil a través de la Adivinación.

Al menos, nadie tenía ese talento entre los jóvenes magos que Ivan conocía.

Tomando en cuenta la presión del horario actual de Hermione, si ella decidiera abandonar la clase de adivinación, Ivan estaría absolutamente de acuerdo. La consoló con unas pocas palabras. Unos minutos más tarde, Hermione fue a la clase de adivinación, y parecía que estaba a punto de alcanzar su límite.

Para ella, la profesora Trelawney no era más que una mentirosa.

Era totalmente insoportable para ella ir a escuchar las tonterías de la profesora Trelawney toda la tarde bajo la presión del tiempo.

Así que, a la hora de la cena, Ivan no se sorprendió al escuchar a los otros estudiantes de tercer año de Gryffindor hablar de Hermione dejando la clase de adivinación a mitad de camino.

"¡Como siempre, la profesora Trelawney predijo que Harry moriría!" Ron se sirvió una gran cucharada de puré de papas, mientras explicaba todo el incidente a los demás; arrugó la nariz y exageró. "Hermione la interrumpió de repente. La profesora Trelawney dijo que Hermione no poseía las cualidades requeridas por el noble arte de la adivinación. Dijo que no recordaba haber conocido nunca a un estudiante cuya mente era tan impotente y mundana, ¿Saben cómo reaccionó Hermione?"

Todos los estudiantes del primer y segundo año agitaron la cabeza y sus caras estaban llenas de curiosidad.

"Se quedó en silencio durante dos o tres segundos, y de repente se puso de pie." Ron trató de imitar el tono de Hermione: "Ella le dijo directamente la profesora Trelawney "¡Me rindo! ¡Me voy!" Luego, para asombro de toda la clase, abandonó el aula de adivinación. Fue muy valiente, ¿verdad? Estaba asustado por ella, y apuesto a que la profesora Trelawney debe haber estado asustada también. Se quedó allí, respirando con bastante fuerza mientras tiraba de su chal de gasa más cerca de ella. Fue así."

"¡Vamos, Ron! La profesora Trelawney había predicho esto. Ella había predicho su partida. ¿Recuerdas nuestra primera lección? 'Alrededor de la Pascua, uno de ustedes nos dejará para siempre'", interrumpió Lavender a Ron, sentada al otro lado de la larga mesa. "Ella ya lo había predicho, ¿no?"

"En cierto modo, ella lo sabe todo." Ron hizo un gesto con la mano, infeliz por la interrupción de Lavender, añadiendo con desdén: "¡Siempre y cuando se trate de cosas desafortunadas!"

"Ese es todo el encanto de la adivinación, predecir el peligro del futuro, permitir que uno lo evite, ¿no es así?" Susurró Lavender, tratando de convencer a Ron.

Los dos discutieron este tema, e Ivan le preguntó a Harry sobre el paradero de Hermione.

"No sé, ella podría volver a la sala común primero. Saliendo directamente del aula, este asunto debe haber sido un gran golpe para Hermione." Harry dijo incómodo: "Será mejor que vayamos a buscarla. Me atrevo a decir que debe estar muy molesta ahora..."

Harry se detuvo antes de terminar sus palabras.

Hermione entrabo en el Gran Comedor desde afuera. Parecía que no estaba triste en absoluto.

Estaba muy contenta. Su cara estaba llena de sonrisas. Ella sonrió y se sentó en el asiento que Ivan y Harry le habían dado.

Debido a lo que sucedió en la clase de adivinación, casi la mitad de los estudiantes en la mesa se volvieron para mirarla, esperando saber qué pasó después del incidente.

"¿Estás bien, Hermione?" preguntó Ivan tímidamente.

"¡Estoy bien, Ivan!" Hermione parecía muy feliz. "Desde el comienzo del semestre, nunca he estado en tan buen estado. Piénsalo, finalmente puedo deshacerme de la profesora Trelawney y de las lecciones de adivinación sin sentido y dedicar mi precioso tiempo a otras cosas".

"Pero te fuiste directamente de la clase. ¡Nunca antes ha habido algo así!" La atención de Ron cambió de Lavender a Hermione. Preguntó con curiosidad: "Quiero decir, si dejas adivinación, ¿Qué dirá la profesora McGonagall?

"Gracias por su preocupación, acabo de regresar de hablar con la profesora McGonagall." Hermione sacó su horario y usó la varita para quitar la clase de adivinación y respondió fácilmente. "Ella apoya mucho mi decisión. A partir de hoy, no tengo que perder más tiempo en la clase de adivinación. Si también quieres salirte, siempre puedes hablar sin preocuparte por lo que la profesora McGonagall pueda decir".

"¡Eso es porque eres tú!" Ron susurró: "Si yo hubiera renunciado a adivinación como tú, la profesora McGonagall me habría criticado muy severamente, me habría hecho disculparme con la profesora Trelawney y luego escribirle a mi madre al respecto".

Al renunciar a adivinación, Hermione podía estar más relajada.

Aún sin adivinación, ella estaba tomando más clases que cualquier otra persona, pero su estado mental era mucho mejor.

Comparada con antes, estuvo sonriendo todo el día, llena de motivación, sin la más mínima presión de sus estudios sobre ella.

Para Hermione, aprender era algo feliz. Sin embargo, otras personas no eran tan optimistas. Las vacaciones de Pascua no fueron precisamente relajantes. Debido a que el examen del año escolar se acercaba, los de segundo año estaban haciendo más y más tareas.

En palabras de Colin, nunca había tenido tanta tarea.

De hecho, no sólo los de segundo año, los jóvenes magos de toda la escuela pasaban casi todo el tiempo estudiando, y pasaban cada vez más tiempo en las salas comunes y en la biblioteca. Neville parecía estar cerca de un ataque de nervios, y no era el único.

Al mediodía del último día de las vacaciones de Pascua, Ivan acababa de entrar en la sala común d Gryffindor cuando oyó a Seamus Finnigan rugir en la esquina.

"¿Llaman a esto vacaciones?" Tiró algunos libros de magia al suelo. "Los exámenes están muy lejos, ¿a quién quieren engañar?"