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~~1762~~ (6)

La bola de fuego y humo que se vio desde su lugar como un meteorito casero aparecido de la nada encima de todo mundo, el humo desapareció dejando ver a un gran dragón cayendo desde el cielo, más el fuego a su alrededor no desapareció y cayó al suelo iluminando el área debajo a su paso, era el primero que veía caer así desde que empezaron, solo el humo de la caída dejaba ver dónde estaba.

—!Ustedes y yo iremos, haremos lo que debemos hacer, los demás preparados para lo que sigue y vean a los otros que caigan¡ y espermos y estén vivos

—!A la orden¡

Aunque claramente tenían dudas de que si al menos el dragón seguía vivo o los dejara acercarse, la gente de Zartremist se fue como pudo en caballos y carretas ya listas y que habían sido protegidas a muerte por los magos que habían traído, todo por si había un tiro fallido de alguno de los dos lados, no es como si tampoco se quedaran a esperar que solo ellos se matasen entre si, no era su estilo y en serio querían entrar pero tenían que esperar.

Zartremist subió a un caballo en plena carrera y detrás tanto a lado de ella los demás la siguieron tan rápido como esos animales podían, cualquier otro ser vivo se iría por la sensibilidad y miedo de ese espectáculo monstruoso, pero los caballos de Yireila desde que podían caminar se les ponía junto a bestias salvajes capturadas y salvajes, todo por qué tenían que acostumbrarse a estar tanto cerca como lejos de alguna de ellas, claro que uno que otro era superado por el miedo… y hecho cinturones y botas... más los otros que soportaban la presión eran preparados para soportar el peso y el miedo de ello para lo que se habían preparado.

Desde que Pharmagon selló a su esposa había puesto eso para un plan con los humanos, plan que era una total estupidez, pero confiaban más en eso que en otra cosa de alguien más.

Cuando llegaron al sitio donde se estrelló el dragón, lo vieron más de cerca, era la primera vez y posiblemente no la única que podían acercarse a uno así de fácil y aprovechado a un nivel que se sintieron mal por lo que iban a hacer muy a pesar de saber que los dragones eran enemigos de la humanidad… pero no lo eran en ese momento.

Cuando reaccionaron, el dragón los vió y Zartremist levantó las manos, poco a poco saco algo de una bolsa que traía, era un pergamino de piel con un sello, al verlo el dragón pareció sorprendido pues trató de levantar su cuerpo, pero el dolor de la caída y lo anterior le había hecho daño, así que se resignó a lo que venía.

—Que suerte tienen ustedes— dijo con una voz gutural—, háganlo lo más rápido que puedan, esa maldita debe caer a como de lugar y como sea

Algunos soldados no evitaron orinarse encima por el miedo de esa voz, más Zartremist no perdió tiempo y ordenó lo que tenía que hacerse, haciendo reaccionar a todos los que traía.

Mientras hacían sus cosas, escucharon silbidos y sonidos estruendosos, algunos miraron a más dragones caer de la misma forma que el primero y eso los alteró por qué la fuerza principal estaba cayendo casi como moscas.

—Ya casi la tiene contra las cuerdas, !no perdamos tiempo y sigamos¡— gritó Zartremist nerviosa pero no dejándolo ver a pesar de la situación

Todo mundo se apresuró lo más rápido que podían, incluso los que se lastimaron en el proceso se arrancaron los dedos y mantuvieron las heridas a presión de manera improvisada para no retrasar nada a pesar del dolor pues lo que pasaba era más importante que lo que sentían en ese momento, Zartremist sacó una gema y la usó cuál transmisión entre todas las demás fuerzas.

—¡¿COMO VAN LOS DEMÁS?¡ ! NECESITAMOS SALIR YA¡

—¡CINCO SEGUNDOS!

—!LISTO¡

—¡LISTO!

—¡LISTO!

—!ARRIBA, ARRIBA¡YA YA ¡YA¡

Las cosas para Silver estaban complicándose cada vez más, a pesar de ser la mitad de fuerza de su madre, podía verse que aún así ella no podía hacer mucho, ni aún con esa ayuda de los demás dragones, podía notar y sentir el cansancio en ellos, claro que los había preparado, claro que la mayoría sabía el pago del por qué podían quedarse en el lugar donde estaban antes y estaban haciendo lo que podían como pago a ello, pero no era suficiente, no para una dragón que había pasado mucho tiempo encerrada en un volcán y aún con lo que pasó antes, parecía mantener su fuerza principal siendo ella misma eso y los demás aunque un poco, el apoyo.

En uno de los movimientos su madre dió un barrido con todo su cuerpo en un giro en el aire con la potencia de un ataque de onda expansiva que logró alejar a todos los dragones, menos a Silver.

—¿Eso es todo lo que mi hija puede hacer? Patético, esperaba más de ti si no deseas convertirte

—Ambas sabemos que solo deseas tener la razón de matarme cuando lo haga— respondió Silver molesta y algo lastimada—, no pasará otra vez, no dejaré que algo así pase en mi solo para darte gusto

Su madre igual se veía ya algo cansada, pero se veía que su fuerza no estaba tan mermada como en el principio.

—¿Y está funcionando? Pharmagon hizo de ti un desastre y tampoco digo que no me gusta lo que ocurrió, pero eres algo que va más allá de incluso mi persona, cualquier otra forma de vida no estaría a nivel… a menos…

Podía sentir la frustración de su hija por lo que iba a decir.

»a menos que sea el Rey Demonio… dime, ¿La vida de casados está bien? ¿No me presentarás a mi yerno?

Era claro que iba y estaba atacando de cualquier lado a su hija… como toda madre controladora.

—Soy demasiado adulta como para decirte que hagas y que no me interesa, pero más que nada no me interesa si lo haces, más te lo diré, no mires a dónde lo sientas que está, no te gustará lo que vas a ver

—!Ha! ¿Crees que eso me asusta? Si eres igual de fuerte que él, puedo encargarme de eso, no tengo miedo

—No te asustara, solo te intimidara lo suficiente para no moverte de aquí, soy su esposa y sé aunque sea un poco que la razón por la que no molestamos el asunto del otro… es por qué me matará si lo hago y lo mataré si lo hace

—¿En serio?— preguntó su madre en una mofa mirando hacia ese lugar—, veamos si es…

Y lo presintio, aquel sitio lejano el cual ella podía ir en un parpadeo, más cuando solo puso la mirada sobre la dirección, su vista se desvío de manera indirecta, como si su propio cerebro junto a su inconsciente le dijeran que no vea a ese sitio, más su conciencia y ella misma pelearon por mirar.

»¿Que demonios?— se preguntó a si misma en voz alta

No tenía cabellos, no tenía sudor en su piel, pero solo hasta por intentar mirar a ese sitio, lo pudo sentir, una sensación de peligro inminente venido de ese sitio, como si al mismo tiempo fuera un abismo de oscuridad total, siempre mirando fijamente a aquellos que deseen mirarla, siguió peleando por ver y cuando lo logró, solo en el cielo encima la tierra vio un par de ojos mirarla tan adentro de su alma que lo sintió, un escalofrío que solo una vez había sentido hace bastante tiempo, lo recordó, fue el día en el que vio a todos sus amigos caer a manos de Pharmagon, vio todos sus sueños, esperanzas y deseos de seguir adelante con ellos, terminados de golpe dolorosamente e irremediablemente por solo un individuo.

Los ojos que la miraron eran tan simples como la mirada normal sobrepuesta en un fondo negro que se revolvía como una marea sin luna, sin playa, sin límite más allá de donde alguien podía al menos vislumbrar el horizonte, esos ojos estaban tan encima de ella que parecía solo estar a pocos metros, no parpadearon, solo temblaban con una ansiedad enferma de seguir mirándola como si esperaran que ella hiciera algo estúpido, lo más sencillamente estúpido para ir tras su alma, tras su corazón, tras todo lo que era ella en ese momento y volverlo solo polvo, solo olvido, solo la nada sin rastro que alguna vez siquiera existió.

Para cuando desvío la mirada, podía sentir su corazón, su cuerpo como si en vez de una simple mirada, aquel que la miró la hubiera violado sin tocarla, la hubiera roto sin lastimarla, la hubiera matado tantas veces sea necesario para decirle.

*No te atrevas*

—¿Qué se siente tener la mirada de mi esposo sobre ti?— preguntó Silver sabiendo perfectamente lo que había pasado

Ella sabía lo que Jezabel podía hacer, los límites y más que nada, la libertad propia que había ganado desde el mero principio, tenía experiencia en eso… por qué ella también había estado en el lugar de su madre.

—¿Cómo es que sigue vivo?— preguntó su madre con saliva en la boca tratando de no sentir la sequedad por el profundo terror que había experimentado

Silver se volvió a acercar tanto a su madre pero está vez a una velocidad normal.

—No lo sé, pero algo es seguro…

El golpe de lleno le dió en la cara con todas su fuerzas después de ese descanso y viendo que indirectamente su esposo la había ayudado de lejos, el cuerpo de su madre cayó al suelo tan rápido que levantó todo el polvo que había debajo haciendo añicos cualquier piedra, árbol y animal que había debajo.

»Lo amo con todas mis fuerzas por eso

—!MI SEÑORA, HAGA UNA RETIRADA MOMENTÁNEA¡

Ese grito vino detrás de ella y solo miró lo que venía, no la impresionó, era algo que conocía de su padre y que también era parte para esto.

— Papá… ¿Realmente me odiaste o te arrepentiste de lo que hiciste? ¿Amaste a mamá como yo amo a Jezabel?... Me gustaría preguntarte eso y quedar zanjado el asunto, pero como sea… quiero seguir viva aún si al final destruyo al mundo— dijo sin sentir nada más que responsabilidad por si misma, nada más, no había lágrimas de dolor, no había nada que no fuera lo que estaba pasando ahora—, yo al menos tengo definido morir antes de él

Ella miró sin miedo a ese mismo lugar, aquellos ojos que su madre sintió ahora la miraron a ella y sintió lo mismo que ella, pero Silver no se inmutó, solo sonrió feliz.

»Todo por qué aquel que amo… puede matarme antes que eso pase… prefiero morir por su mano… que por la maldita que me usó solo porque lastimaron sus sentimientos

Y escupió a un lado mientras literalmente tanques voladores (dragones con armamento Anti-tanque en el cuerpo que eran manejados por humanos en varias torretas) pasaban a un lado de ella y disparaban incansablemente hacia donde aquella dragona volcánica había caído.

—¡VAMOS! ¡NO CAERÉ TAN FÁCIL¡— gritó su madre, tal vez para tratar de quitarse la sensación anterior o distraerse… había ganado un severo trauma pero nunca lo aceptaría

Silver solo miró desde su lugar todo mientras escuchaba a su madre quejarse del dolor por los impactos, explosiones y el sonido estremecedor además de expansivo/destructivo en cada explosión, su intento de levantarse sin poder siquiera saltar sin que le explotasen más balas de alto calibre en su cara y cada parte de su cuerpo, además de posiblemente bombas hechas de barriles de madera, metal y más cosas como para un regimiento de artillería armado hasta los dientes arrojando todo y los propios dientes contra su objetivo.

—Pero igual veo que papá estaba enojado con ella

Mientras que en otro lado cerca de todo el sonido de explosiones y caos.

—!¿POR QUE NO CAES?¡

—¡MÁS MÁS, MÁS FUERTE!

El cabezazo fue justo como los demás golpes, sin miedo a morir por las heridas, sin límites, ya había perdido un ojo por uno de los impactos, pero tenia el otro de repuesto y eso era suficiente para Rondhrew.

Del lado de la otra mitad de la madre de Silver… las cosas seguían igual, podía notarse el dolor en ella, pero su resistencia era casi inimaginable pues cada impacto era tan certero y calculado que cualquiera ya hubiera caído a mitad de lo que llevaban.

A Rondhrew digamos que las armas corporales se le estaban acabando, las opciones solo eran su brazo izquierdo y sus pies, pero tenía que mantenerse de pie lo quiera o no muy a pesar de que quería usar todo a su disposición, hasta que lo sintió.

Alcanzó a dar un golpe directo arriesgando su brazo ya de por sí herido, logró arrojarla al suelo como para buscar tiempo, Rondhrew sintió el mareo en su vista, los músculos empezando con una punzada y después como si estuviera hundiéndose en agua hirviendo con miles de agujas entrando a su cuerpo, lo que significaba una cosa… el límite había llegado, por mucho que fuera una masoquista en extremo, hasta ella tenía un límite.

—Aun no… debo volver, debo volver con mi señor…— se dijo para levantarse pero todo su cuerpo se rehusaba a obedecerle

Sabía lo que era la frustración, sabía que era el dolor más allá del placer y más que nada, sabía lo que era el sentimiento de traición pues la primera vez que experimentó esto último fue cuando decidió dejar su hogar y verlo caer después de seguir a Jezabel, sabía que era algo que tenía que pasar por lo que había decidido, más nunca pensó volverlo a hacer, más si quería ser fuerte, ser lo que su amo quería que fuera (al menos así pensaba ella) tenía que hacer cosas que nunca pensó hacer.

Sabía que no era la única en sentirse así, incluso sabía que a Kronwel le molestó hacer esto, pero era algo que tenían que hacer como pago, aún si era traicionar a su señor de esta manera.

Rondhrew sabía que pronto iba a caer en la inconsciencia, sabía que no importaba nada que hiciera, su cuerpo le estaba obligando muy a la fuerza descansar, recuperarse, rendirse, su cerebro tenía una guerra civil interna con el deber y la racionalidad y la racionalidad estaba ganando por mucho.

Además sabía que estaba en desventaja, por mucho que lastimase a su rival apenas y era suficiente para hacerla sentir dolor y herirla, si podía al menos hacerle ganar más tiempo a su gente para que estén preparados, lo valdría.

Estaba por caer inconsciente y posiblemente muerta, hasta que lo vió.

Una silueta estaba mirándola desde la oscuridad a un lado de un árbol, era grande como ella, tenía cuernos y parecía muy robusto a un nivel que hasta ella sabía que era posiblemente más fuerte que ella, extendió la mano que tenía.

—¿Mi… señor?... ¿Es usted?— preguntó con lágrimas en el único ojo bueno que tenía—, lo siento… lo siento tanto, perdóneme

Aquella figura se agachó al doblar las rodillas y tocó su mano, no, no era Jezabel, era alguien más.

—¿Relevo?— preguntó esa silueta

—¿Eh?... ¿Quién… no… no así… no… una última… ve… por... fa...

No logro decir lo demás, cayó inconsciente… después murió por sus heridas.

Del otro lado ahí mismo, la madre de Silver se recuperó.

—Eso en serio me dolió, pero bueno, solo falta poco para…

Una patada doble fue dada tan perfectamente en su pecho que lejos de sacarle el aire la hizo rodar hasta el árbol más cercano, para cuando sintió este dolor real y directo, entró en pánico.

»¡¿Que demonios?!

Después sintió como el peso completo de algo como una caja de embarque comprimido fuera tras ella aún en casi el mismo lugar del impacto anterior en su cuerpo pero ahora en cada parte que alcanzó a sentir dolor atravesando el árbol como si nada y ahora sí quedándose sin aire. Peleando por respirar mientras estaba pataleando y tratando de agarrarse de lo que sea para tomar otra vez aire.

Para cuando esa dolorosa pausa logró hacerla reaccionar vio a alguien, no era la minotauro, ella yacía muerta y sangrando a un lado, quien vió era alguien lo más extravagante que había visto en toda su vida.

—¿Y quién se supone que eres tú?— preguntó con cierto dolor en la garganta

—Soy Krampus, ¿Y tú?

—Ya veo

Ella se acercó ferozmente y trato de darle un golpe en el pecho, pero a pesar del impacto, él no se movió, lo que la dejó sin habla por momentos.

—¿Es una maldita broma?— preguntó con una sonrisa torcida

—!ASÍ NO SE PELEA¡— al grito de esa estruendosa manera de gritar vino con un golpe de palmada le fue dado tan fuerte que ella sintió incluso como le rompían algunas costillas

Del miedo e impresión se fue hacia atrás, tratando de conseguir distancia y tiempo mientras su cerebro que aún trataba de procesar que era lo que estaba pasando dejando de lado el dolor que crecía en su cuerpo. Pero claramente no la dejo.

Su vista dió un giro tan rápido que fue como si se hubiese resbalado a propósito quedando en el aire mirando al suelo.

—¿Eh?

Estaba encima de ese sujeto sostenida de sus brazos mirando al frente.

»¿que es...

—! ES LEY UNIVERSAL EL QUE SI ALGUIEN SE PRESENTA SE DEBE PRESENTAR, SI QUIERE SER ANÓNIMO, USA UNA MASCARA!

Después lo sintió, la caída totalmente estrepitosa y tan en seco como rápido, el impacto y lo que venía después, no fue nuevo para ella, pero había pasado bastante tiempo desde que lo sintió, ese sentimiento de un dolor apenas descriptivo, la magia del elfo aún estaba activada, pero en ese momento aparte de sentirla al impactar el suelo súper duro, sintió más allá de un dolor natural… sentía la necesidad consciente y normal de gritar, así que se quedó callada por momentos y dió la vuelta… podía sentir su sangre en su boca, naríz, sus dientes frontales rotos y posiblemente se trago algunos… después vino...

—HAAAAAAAA HAAAAAHHAA AAAAAAHHAAAAA ¡DUELE¡ ¡DUELE¡ !!MIERDA, COMO DUELE¡¡

En toda su vida solo habian pocas personas y dragones que podían hacerle hacer eso, podía contarse con una mano y le sobraban dedos, el sentimiento del entumecimiento de su cuerpo, la sensación dolorosa, ardor, lágrimas, todo lo que ella estaba y había guardado para ser lo que era, ahora era liberado como una olla de presión con apenas contenido adentro que explotaba al dejarla caer después de tenerla en un horno.

Se levantó lo más rápido que podía y como antes, se veía demasiado furiosa como para controlarse.

—¿Entonces, quien eres?— volvió a preguntar ese sujeto

Pero ella volvió a atacarlo aún más fuerte que antes, más Krampus la esquivó muy fácil impulsandola y ella se siguió derecho… hasta que sintió en su cuerpo como si un resortera obligase a regresar hacia él, para cuando dió la vuelta aún con esa velocidad fue golpeada por un ataque de antebrazo que la hizo girar una vez, sintiendo el dolor aumentar pero ahora con falta de aire incluído, tardó en recuperarse, solo se sentó mirando al otro.

—¿Cómo es que eres tan fuerte… más fuerte que yo?— preguntó ella queriéndolo saber aunque sea así

—¿Quien eres?— respondió él

—¿Por qué... tengo que…

Krampus corrió y le dió una patada en el pecho que incluso hizo rebotar su pie y después de la nada hizo aparecer una silla plegable y le dió otro golpe en inversa que la tiró nuevamente hacia el suelo ahora esparciendo gotas de sangre y saliva.

—¿Quien eres?— volvió a preguntar Krampus

Pero ella no se levantó ni dijo nada.

«Esto es demasiado, es demasiado… a este paso… me matará, si tan solo, tuviera mi otra parte, tengo que huir…»

—Yo que tú, no hago eso— dijo otra voz, pero se escuchaba más infantil y femenina

Para cuando miró de dónde provenía, vió a una niña con una capucha, un vaso de soda con pajilla y una mirada indiferente pero enojada hacia ella.

»Krampy es un amante enfermo de la lucha libre profesional, pero cuando alguien hace algo que no le gusta, que no va con lo que hace, la cambia a lucha callejera sin límite, así que yo si fuera tu me identifico y no huyo, eso lo volvería mucho peor— dijo y después le dió un sorbo muy sonoro a la bebida

Su cerebro enseguida cambio de estrategia.

»Tampoco haría eso, es peor que intentar huir— volvió a decir la niña

Pero no hizo caso, más cuando apenas logró sentir el impulso de su pie, también sintió como cada vertebra de su espalda era destrozada, la conciencia se iba, ya no sentía dolor, por qué literalmente partió su espalda a la mitad rompiéndola en una plancha con codo desde atrás.

Cristel solo vió el rostro sin aire, lleno de miedo en una expresión total de dolor, para después caer inconsciente.

—Krampy, ya es suficiente, solo tenemos que mantenerla así, no matarla

—No se presentó— dijo el robot queriendo más

—Lo se, lo sé, pero sabes que solo tenemos que hacer esto… aunque personalmente quiero cargarme de una vez a esos idiotas que están esperando, aún tengo resentimiento por lo que pasó en Nightcore, solo espera…

Y dicho y hecho, un gran grupo de soldados extraños apareció entre los árboles, con un tipo conocido por ella.

—Hola

—Hola, ¿Eres quien intentó secuestrarme al final de lo que pasó ahí?— preguntó ella

—Lo siento, solo seguía órdenes, así como el conseguir ahora a esta mujer, lo siento

—Ah, ya veo, también yo lo siento

—¿Por qué?

Y en seguida vio su mirada dar la vuelta, una patada al más puro estilo de Alegría le fue dada que le giro la cabeza.

—Por eso y por qué le dije a Louise que resguardaria a esta mujer— dijo Cristel indiferente ante lo que vió—, Krampy, puedes desahogar lo que quieras con ellos, pero ya sabes, solo hasta que logren quitarnosla de encima

—Muchas gracias, compañera

Se les fue totalmente encima a todos los soldados aún conservando su modo de pelea callejera y en cada uno de sus golpes antes de darlos preguntaba.

"¿Quien eres?"

Más no daba tiempo de responder pues ya estaban muertos por los golpes. Cristel por su parte se acercó a cada uno de los generales de Jezabel y los miro.

—¿Será por qué ya soy parte de él que me enojó más por esto que por lo que dije? Tal vez, igual explicaría por qué no estoy llorando de miedo ni nada por ver esto

Estaba junto al cuerpo de Rondhrew, podía ver qué murió desesperada lejos de perder la pelea. Miró a los otros dos y solo suspiró, nunca los había visto ni que decir sobre saber quiénes eran, pero algo dentro de ella le decía que era algo triste lo que les pasó, al igual de merecido.

»¿Debería hacer algo? ¿Pero como que?

Se quedó ahí mirando todavía los cuerpos sin vida, la de un extraño elfo delgado hasta casi los huesos, el de un posible semi-dragon en un árbol y al final la minotauro con un charco de sangre y la mano extendida

—...

Vió movimiento extraño en Rondhrew, uno de sus dedos se movió y la tocó, miro a los demás.

—Descansa, descansen lo hicieron bien

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