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Capítulo 87: San Valentín 4 (Tenebrius y Andrómeda)

En la casa Tonks, Tenebrius era el único despierto. Tonks tuvo demasiada acción por la noche, por lo que no podía levantarse. Andrómeda, que desde su cuarto nos escuchó casi toda la noche, tampoco pudo dormir de la tristeza de saber que ella ya no podría sentir eso que sentía su hija en su cuarto.

La primera en levantarse fue Andrómeda, que me encontró ya preparando el almuerzo.

"Buenos días" La saludé al verla.

"Buenos días... parece que alguien se divirtió anoche" Me sonrió, pero también se la veía algo depresiva.

"Perdón si hicimos mucho ruido, me olvide de poner encantamientos silenciadores" Me disculpe, aunque si ella hubiera querido los pudiera haber puesto ella "Feliz día de San Valentín" Le entregue una cada de chocolates.

"Gracias" Agradeció amablemente.

En lo que quedaba de la mañana cocinamos el almuerzo a la vez que trataba de sacarle algunas risas usando mi [Esencia de Bufón]. Fue lindo verla sonreír un poco, aun si todavía se la veía deprimida.

Terminamos de cocinar y como si el olor la hubiera llamado, Tonks, completamente despeinada y cojeando, bajó al comedor. La comida ya estaba servida, así que fuimos a la mesa, pero al ver la forma en la que caminaba Tonks y como me miraba como con reproche y algo de miedo, Andrómeda dijo.

"No es que quiera meterme en sus cosas, ¿Pero no quieres tomar primero una poción para recuperarte un poco?" Le preguntó a Tonks.

"Ya la tomé" me lanzó otras miradas culpándome.

Andrómeda también me miró asombrada de lo que llegué a hacer, pero no dijo más. Fue una buena comida donde nadie menciono lo de ayer a la noche y solo hablamos de cosas cotidianas.

Terminando de comer, Tonks se pegó un baño y se arregló, ya estando más recuperada, le hablé sobre nuestros planes de hoy. Le dije que se prepara para salir y así lo hizo. Estábamos a punto de salir cuando nos cruzamos con su madre.

"Mama... vamos a salir un rato a..." Tonks quiso decirle.

"No tienes que explicar nada, pásenla bien" nos sonrió.

Con el permiso de Andrómeda, Tonks y yo salimos, pero en el camino me preguntó si estaba bien dejar a su madre sola, a lo que le respondí que ya lo tenía cubierto. Tenebrius se fue poco después de salir de la casa y vino Red para pasar tiempo con su chica.

Con Tonks pasamos un lindo día paseando por el parque, jugando a algunos juegos en ciertos establecimientos de Londres y yendo al cine, además de cenar en un restaurante por la noche, no tan lujoso como la primera vez pero mucho más amigable. También nos volvimos algo deshonestos en el baño del local, pero nada más que algunos manoseos.

...

Andrómeda estaba sola, algo deprimida en este día por su significado, pensó en ponerse a limpiar para tratar de olvidar, pero era inútil. Ella terminó sentada en el sillón sujetándose de sus rodillas, antes no quería mostrar debilidad, pero ahora que estaba sola no pudo evitar llorar.

"¿Por qué esta llorando esta bella dama?" Le pregunté tocándole su hombro.

"Ah... ¡Tenebrius! ¿Qué haces aquí? ¿Se olvidaron algo? ¿Necesitan dinero?" Preguntó mientras trataba de limpiarse las lágrimas rápidamente.

"Pues, si necesito algo, pero no sé si podrás dármelo tan fácilmente"

"Dímelo, lo que sea que necesites trataré de dártelo" Respondió tratando de poner su mejor sonrisa.

"Quiero que seas feliz" Le dije sin tratar de ocultar que sabía que estaba muy mal.

"Yo..." Ella trató de decir, pero yo la abracé en el proceso y ella no pudo evitar llorar una vez mas.

Nos quedamos así un rato mientras liberaba mi [Aura de Tranquilidad]. Ella dejó de llorar un tiempo después mientras olía mi cuerpo, olor el cual en este momento se vio afectado por una habilidad nueva que había adquirido pero que no entendía muy bien.

[Sentidos de fantasía], la descripción fue muy vaga, pero Tonks me dijo que cuando uso mi [aura de tranquilidad] mi olor cambia y luego de probarlo con otras chicas me di cuenta de que tomaría el olor de algo que las relajara. También toma otros olores ante otras auras o estados de ánimo, y no solo el olor.

"Perdón, no quería retenerte aquí" Se disculpó al darse cuenta de que estuvo llorando en mi pecho todo este tiempo.

"No me estás reteniendo, yo estoy aquí para pasar tiempo contigo"

"No, no puedo hacerles eso, ve y pasen tiempo juntos. Estoy bien, de verdad" Ella intentó empujarme para que me fuera.

"No me iré, no me estás escuchando"

"Ve y pasa tiempo con Nymphadora, no lo desperdicies tratando de consolarme, eso es lo que me haría más feliz en este momento"

"Malentiendes algo, no dije que no pasaría tiempo con Tonks"

"... yo tampoco los acompañaré, solo voy a estorbar. Los jóvenes necesitan su espacio, anoche me lo recordaron muy bien"

"Deja de pensar tanto, vamos a tu habitación" le dije mientras tomaba su mano y la llevaba conmigo.

"Pero Nymphadora..."

"Andrómeda... confía en mí" le dije y ella dejó de hacer preguntas y me siguió.

Llegando a su habitación, la hice acostarse de espaldas sobre la cama, sorprendiéndola, pero luego entendió para qué. Empece a masajear su espalada, lo cual ella quería detener, pero luego de sentir el placer no pudo hacerlo. Usando [Éxtasis] y [Calma] ella lo disfrutó, además de que me había tomado mi tiempo para leer un poco sobre esto y aprendí mucho.

Andrómeda se quedó dormida por un tiempo debido a la relajación, descansando como no hacía desde hace tiempo. Mientras tanto, yo me encargué de algunas cosas más, preparándome para cuando se levantara.

...

Cuando Andrómeda se despertó se dio cuenta de que estaba en su cama, recordando lo que sucedió. Mirando por la ventana se dio cuenta de que ya era tarde y bajó para ir a la cocina, donde me encontró.

"¿Tenebrius?"

"¿Cómo dormiste?"

"Yo, me siento apenada..." se avergonzó un poco.

"Lo necesitabas"

"Gracias, pero no quería quitarle su tiempo juntos"

"Eso no importa, no lo hiciste de todos modos"

"¿Dónde esta Nymphadora?"

"En nuestra cita"

"¿Qué?"

"Andrómeda, ¿Por qué no te bañas y te pones el hermoso vestido que te regalé para navidad? Vamos a salir"

"¿Qué por qué? ¿Sucede algo?" Preguntó algo confundida

"Tranquila, quiero invitarte a una cita de San Valentín" Le sonreí.

"¿Por qué? Deberías pasar este tiempo con mi hija, de hecho no sé por qué no estás con ella ahora. Este es un día que deberías de estar con ella"

"Ya pasamos mucho tiempo juntos anoche"

"Eso lo se" Resopló.

"Sí... perdón por eso, tal vez se nos pasó la mano" Ahora era yo el apenado.

"No voy a decir lo contrario. Aunque me gusta saber que su relación va bien, no sé si ser tan rudos sea algo bueno para la salud... no deberían abusar de las pociones" Trató de aconsejarme.

"No usamos pociones y ni hechizos" Solamente las últimas 2 horas.

"¡¿En serio?!" Dijo algo sorprendida "¿Y lo de que mi hija quedo tan mal como para que las pociones no la sanen tan rápido también?"

"Aja..."

"Oh, vaya, estoy feliz por mi hija..." Se rio pero en el momento siguiente no pudo evitar llorar.

"Tranquila" La abracé "Por esto es que quiero que te cambies para salir"

"No... no hace falta, solo necesito un tiempo y..."

"¡Andrómeda!" Le grité causando que se estremeciera "Vamos a salir aunque tenga que obligarte"

"Pero..."

"Tengo algunos secretos que quiero contarte, no todos, pero algunos... y vamos a salir para ello"

"¿Qué secretos?" Estaba algo sorprendida de que dijera eso tan seriamente.

"Te enterarás, una vez salgamos. Ve a cambiarte" Más o menos le ordené.

Ella dudó por momentos, pero luego de sentir mi presencia dominante, ella aceptó, a pesar de que no dejó de decir que debería salir con Tonks en vez de con ella. Se bañó quedándose un rato de más en la ducha, pensativa y un poco triste, luego se vistió en su dormitorio, viéndose frente al espejo con ese vestido cristalino de color morado que le regalé.

Bajó las escaleras y me encontró a mi también vestido de manera elegante, pero cuando la vi negué con la cabeza.

"Andrómeda, vamos a una cita, pensé que te arreglarías más. Te vi más maquillada en navidad que ahora"

"Deja de llamarlo así, sonrojarás a tu suegra, es solo una salida común. No necesito arreglarme tanto" Rechazó.

"Vamos arriba" La levanté como princesa y la llevé a su cuarto, lo que la hizo gritar de asombro. Una vez llegamos la dejé sentada en su cama "Vas a arreglarte y te vas a poner más hermosa de lo normal"

"No quiero..."

"Andrómeda, eres una hermosa mujer, muy hermosa... y ahora vamos a salir a tener una buena velada. Quiero ver a la Andrómeda más hermosa del mundo... por favor" Hice una cara triste.

"Esta bien..." Se levantó y fue a su espejo para empezar a maquillarse.

La vi durante todo el proceso y le lancé algunos comentarios que la incitaban a hacer su mejor trabajo. También se colocó unos pendientes brillantes, y al verlo, me acerqué a ella por la espalda y le coloqué en el cuello un collar que le había comprado al mercader.

"¿Lindo?" Le pregunté.

"Si, muy hermoso, pero no creo que debas hacer estas cosas... sé que me veo mal y que últimamente se han estado preocupando por mí, pero pero no debes hacer esto. Sé que esto lo planeaste con mi hija para animarme y..."

"Te diré que no importa si no lo crees correcto, pero pasará. Vamos" La interrumpí.

Andrómeda y yo salimos de la casa y nos dirigimos al mundo muggle, donde siempre tengo mis citas románticas, pero es debido a que hay muy pocos lugares en el mundo mágico para cosas como esta que me gusten. Fuimos a un restaurante elegante como lo hice con Tonks la otra vez, solo que en esta ocasión fuimos mejor recibidos.

Ella se sintió un poco incómoda, recordando cuando fue la última vez que salió a un lugar así, algo melancólica. Nos sentamos en una mesa, pedimos la comida y mientras esperamos hablamos de cosas varias, y aunque lo pidió, dije que esperara un poco más para contarle lo que tenía que contarle.

Una vez llegó la comida hubo un poco de silencio hasta que empece a hablar.

"Andrómeda, tengo muchos secretos"

"Todos los tenemos"

"Si, pero los míos son más de lo normal. Con Tonks creímos que seria momento de que conozcas algunos, no todos, pero los suficientes por el momento... nuestra relación es algo serio y no queremos ocultártelo" Le comenté.

"Estoy muy feliz por eso, y no tienes que decirme nada si no quieres, estaré bien sin saber algunas cosas" Andrómeda estaba feliz, por la forma en que se lo dije pudo ver que era cierto que nuestra relación era estable.

"Lo que te diré ahora puede sorprenderte y espero que no te tomes mal el que no te lo hayamos dicho"

"No tienes que preocuparte por nada, sé que eres un buen chico y eso es suficiente para saber que no me lo dijeron por una razón"

"Bien, ¿Has pesado por qué no tuve ningún problema con que rompan mi varita?"

"Yo... un poco, te ves demasiado calmada con ese tema" No negó que se sorprendió de mi estado de ánimo.

"Eso es debido a que incluso si rompieran la varita de Tenebrius no me afectaría en nada..." Cuando lo dije ella pareció captar algo "Así es, Tenebrius Akaichi no existe"

"¿Entonces tú...?" Estaba algo bastante sorprendida, dejo de comer y se me quedó mirando.

"Una identidad falsa, se creó el año pasado para poder acompañar a Tonks al ministerio... y si, nos conocíamos antes, aunque no mucho antes..."

"¿Entonces nadie sabe quien eres en verdad?"

"Solo 2 personas contando a tu hija"

"Y tu aspecto actual..."

"Completamente distinto a como en realidad me veo"

"Tu varita en el ministerio..."

"Una de tantas"

"..." Ella se quedó pensando un rato con la mirada perdida "Ese si es un gran secreto, uno que no esperaba... ahora entiendo por qué siempre tenías tanta seguridad ante el juzgado, nunca podrían condenarte verdaderamente si no sabían quién eres, pero también era muy arriesgado si te descubrían" Pareció comprender algunas cosas.

"También es la razón por la que no quise pasar navidad con ustedes, no quería presentarles una persona falsa a los demás familiares de Tonks. Tampoco te mostraré mi verdadero aspecto por el momento porque puede que sea difícil de aceptar, pero un unos meses vendre en persona"

"¿En persona?"

"Otro secreto, este es un clon mágico, pero no le digas a nadie porque me metería en demasiados problemas"

"¡Garrick!" Se dio cuenta.

"Así es, fui yo, causo demasiado daño a nuestra familia" Confesé

"..." Andrómeda se tomó su tiempo para reflexionar mientras seguíamos comiendo, bueno, ella principalmente revolvía su comida con el tenedor en vez de comer.

"¿Te desagrada lo que hice?"

"No, solo que no creí que todo... más que estar disgustada te estoy agradecida..." respondió con algo de debilidad.

"Yo creo que no deberías... fue mi culpa" golpeé la mesa con mi mano "No sé cómo no me odias en este momento, fue mi culpa que todo esto pasara, si yo no hubiera ingresado en el ministerio y hubiera causado el problema con Garrick Edward no sufriría lo que sufrió" dije con dudas y miedo, la verdad era algo que temía. Tonks no me culpó, pero no podría decir lo mismo de su madre.

"¡No!" Ella gritó mientras que en silencio activo un hechizo de insonorización "No es como que no lo pensé en un principio, pero esto no es tu culpa. No podemos culpar a las personas buenas por sus buenas acciones, aun si causan cosas malas por la decisión de malas personas" Ella estaba muy segura de sus palabras, sin mostrar ninguna vacilación, parecía que si había reflexionado esto durante bastante tiempo.

"¿Segura no me guardas el más mínimo resentimiento? Estás en todo tu derecho de hacerlo"

"Estoy segura, lo que paso fue horrible..." Se quedó un momento en silencio "Pero culparte por eso no hará bien a nadie"

Seguimos comiendo un rato en silencio con algunas conversaciones ocasionales, donde usaría mi [Esencia de Bufón] para poder hacerla reír aun con bromas de muy mal gusto.

"¿Dijiste que no me tomaría bien quien eres verdaderamente?"

"Te será difícil aceptarlo al principio y puede que quieras regañar a Tonks... mucho"

"No creo que suceda, has demostrado ser un yerno ejemplar, no creo que no pueda aceptar quien eres..."

"Soy una mujer"

"..." Andrómeda dejó de comer y sus ojos se abrieron bastante por un segundo "Bueno, puede que regañe a Tonks por mentir, pero no te rechazaré" Dijo mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

"Era mentira, si soy hombre"

"¡Gracias a Merlín!" Suspiró aliviada "No es que hubiera tenido problemas conque seas una chica, pero quería nietos..." Se terminó riendo, hubiera sido un gran sorpresa, pero se lo tomo bien.

"Pero aun así no te contaré quien soy por el momento, pero espero que cuando lo haga puedas guardar el secreto"

"No te preocupes... "Sonrió, pero luego esa sonrisa desapareció" ¿puedo preguntarte otra cosa?"

"Trataré de responderte"

"Estas... ¿Tratando de seducirme?"

"¿Lo dices porque te saqué a cenar?" Pregunté confundido por su cambio de actitud.

"Si y no... todo el día de hoy has actuado seductor conmigo. El masaje, el collar y la cena, cada palabra que dijiste tenía intenciones más que amigables, eran galanteadoras y amorosas" Dijo con mucha seriedad "Entiendo que eres joven y que pueda ser atractiva para ti, pero no puedo tomarlo de una buena manera tan pronto de la muerte de mi marido. Te considero parte de mi familia y te aprecio mucho, pero considero que lo que haces es completamente inadecuado..." Dijo entre triste y molesta.

"Oh... perdón por eso, pero estás confundida"

"No es cierto, claramente tus acciones son de cortejo. Puede ser algo gracioso y lo de la foto de la otra vez pudo darte alguna idea errónea, pero creo que es de muy mal gusto" Su tono de voz era muy severo.

"No, te equivocas, es otro de mis secretos. No te estaba cortejando, aunque te lo mereces" Me reí.

"..." Quedó algo confundida, había querido terminar con lo que hacía porque parecía un insulto a la memoria de su marido.

"Yo tengo algunas habilidades especiales, es parte de mi secreto, y entre ellas está que los días de San Valentín todas mis acciones tendrán un tinte romántico"

"..." Me miro incrédula.

"Presta atención a lo que hago a continuación"

Después de eso ella vio como tomaba mi copa de vino, mirándola, comiendo un poco de comida, jugando con mi tenedor, insultando en murmullo al mesero... Cuanto más veía, más sorprendida estaba porque todo lo que vio le pareció una forma de ligarla, como si los movimientos estuvieran en cámara lenta, al igual que en una película romántica.

"¿Ves?"

"Sí... perdón, no quería hablarte así, pero pensé que... ahora me siento avergonzada" Andrómeda se apenó por malentender las cosas.

"Es bien, pero si me hubieras dicho que funcionaba tal vez hubiera dudado si decirte la verdad" hice un chiste para romper el mal ambiente.

"Deja de jugar con los sentimientos de esta anciana, no sabía de una habilidad como esa" Actuó una falsa molestia.

"¿Si fueras una chica soltera hubiera funcionado?"

"Incluso si fuera una mujer casada cualquiera hubiera funcionado. Dabas la sensación de ser el hombre más conquistador del lugar" También siguió la broma luego de entender que no era mi verdadera intención seducirla.

"Genial"

"Creo que tengo que decirle a mi hija que los próximos días de San Valentín deberían organizar citas dentro de casa, no sea que atraigas moscas indeseadas"

"Si quieres puedes imaginar que si te estoy cortejando, digo, tu misma lo dijiste, todo lo que hice hasta ahora lo parece. Digamos que podemos realizar una buena obra de teatro con la cual divertirnos, sé que puede parecerte de mal gusto y deprimirte, pero créeme, haré que te diviertas..."

"Yo no creo que..." Estaba por negarse

"Andrómeda, confía en mí. Olvida por un momento que somos nosotros mismos o que nos conocemos, necesitas algo de liberación, llorar todos los días ya no es sano"

"Pero..."

"No vamos a hacer nada realmente, solo una actuación, aprovechemos mi habilidad. Eres mi suegra y puedes confiar en mí, inténtalo..."

"... creo que puedo, aunque no estoy del todo de acuerdo, puede ser divertido"

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