webnovel

Capítulo 66: Navidad 6 (Al otro día)

Me levanté temprano a la mañana con las dos niñas abrazándome, ellas aún estaban cansadas, así que me volví a dormir por unas horas más para no despertarlas...

...

En Hogwarts era temprano y había vuelto a mi habitación. Quedaron muy pocos Slytherin en donde algunos de los niños me atacaron por sorpresa, pero les enseñe una lección, no demasiado exagerada, solo mostrando que podía vencerlos. No hubo mucho problema con las niñas, ya que con lo pocas que quedaban y por sus personalidades menos impulsivas, así como los shows que hice para ellas, no estaban tan enemistadas conmigo.

A los pies de mi cama había unos pocos regalos. El de Harry que eran unos dulces, el de mi madre que era un Jersey Weasley, el cual era de color negro, ya que mi mamá creyó que hacerme uno rojo sería demasiado, así que cuando niño le pedí que sea negro pero con una gran R roja. También estaban los de Fred y George, que eran algunos de sus inventos. Charlie me mando algo de piel de dragón y Bill me mando un colgante de escarabajo desde Egipto.

Algunos profesores también enviaron cosas debido a mis regalos de ayer.

Snape me entrego un juego de distintas pociones, desde calmantes hasta vigorizantes.

McGonagall me entrego un libro con varias anotaciones sobre la trasfiguración junto a un juego de distintas bolillas de materiales para la práctica de trasmutación.

Sprout me entrego un juego de cocina, parecía que se enteró de mi afición.

Flitwick me dio un manual de duelo escrito por el mismo.

Hooch me dio un equipo para el cuidado de escobas voladoras.

Pomfrey algunos libros sobre magia médica que al igual que los de McGonagall tenían anotaciones propias.

Hagrid... un salami...

Muchos otros profesores fueron algunos libros o dulces... o materiales de criaturas magias...

Quirrel, Filch y Binns no me enviaron nada, por distintas razones.

Y lo que me sorprendió es que Fawkes vino a saludarme y agradecerme por la canasta de frutas... no sé, no hablo Fénix. Él también me dio una lágrima de fénix como compensación, no estuvo envuelta en papel de regalo, pero lo aprecie mucho y le agradecí antes de que se fuera.

Me puse mi Jersey negro y me sentí por un momento del equipo Rocket. Salí de mi habitación un buen rato después, me tomé el tiempo para pasear por el castillo y hacer algunas cosas sencillas, así como saludar a los que pasaban y recibir el agradecimiento de algunas chicas por los dulces, aunque algunas me miraron diferente debido a la forma de los dulces.

Para el mediodía me encontré con mis hermanos en el gran comedor, todos con sus respectivos jerseys, además de Harry, que también tenía uno.

"Red, por fin estás aquí" Dijeron los Gemelos.

"Gred y Feorge, siempre tan entusiastas como siempre" les respondí en broma.

"Ven"(Fred)

"El sí nos entiende"(George)

Se rieron ya que hace poco habían hecho una broma idéntica en frente a Harry. También estaba Percy junto con ellos con una gran 'P' en su Jersey.

"Perfecto ¿verdad?" Le dije a Percy mirando su Jersey, siempre era igual, pero ahora tengo la capacidad de bromear con él.

"No" (George)

"Es por Prefecto" (Fred)

"¿O por persistente? "(George)

"¿O de pelmazo?"(Fred)

"Ya cállense ustedes dos" les grito Percy algo avergonzado.

La cena de navidad era muy abundante, demasiados pavos. Todo fue relativamente normal hasta que Dumbledore golpeo su copa para hacer un leve discurso navideño, pero en un punto antes de terminar dijo unas palabras nuevas.

"... y en agradecimiento a nuestro querido compañero y amigo, el señor Red Weasley, que no solo es un gran estudiante, sino un gran contribuyente al colegio al reparar él solo el estadio de quidditch... quiero mostrarles a todos que grandes personas como él también tienen orígenes comunes y humildes, con sus tropiezos y fallas, un gran joven con un pasado sencillo y un futuro brillante... como mi regalo de navidad para él, quiero honrarlo recordando todos esos momentos"

El director movió su varita y en todas las paredes del gran comedor aparecieron pancartas encantadas que tenían imágenes mías en varios momentos de mi infancia, así como relatos de lo que sucedía en cada una, algunas eran incluso fotos reales agigantadas.

En ellas se vieron sucesos como cuando realizaba posiciones y falle explotando la casa o hiriéndome a mi mismo, una vez donde perdí una pelea contra un gnomo cuando era muy joven, yo siendo un bebe malhumorado... la historia de mi cambio de nombre...

Todos eran eventos de mi infancia, pero no necesariamente buenos y los que no eran malos estaban retratados como si lo fueran. Casi todos los estudiantes se rieron de una y otra historia, incluso algunos profesores, especialmente Snape que tenía una sonrisa burlona en su rostro.

Me quede congelado un momento tratando de procesar que estaba pasando y por qué mi rostro estaba por todo el salón, y lo peor es que todavía no sabía que no era solo el gran comedor, sino que en varias partes del castillo también estaban estos carteles. Debía agradecer que muchos se hayan ido de Hogwarts por las fiestas.

Solo pude ignorarlo por un momento hasta que el salón se calmara pera que cerca del final del almuerzo me acercara a la mesa de los profesores con una copa en mis manos, particularmente al asiento de Dumbledore.

"Buenas, director" sonreí falsamente.

"Buenos días, señor Weasley" También sonrió solo que genuinamente, pero no por amabilidad.

"Veo que se tomó su tiempo haciendo todo esto"

"La verdad sí... me encargué de hablar con su madre para obtener algunos datos sobre usted, así como pedirle prestadas algunas fotos para hacer todo esto posible. Luego de su regalo yo no podía quedarme de brazos cruzados y no darle nada, sería muy descortés de mi parte no devolverle el favor..."

Hablamos y a la mayoría de los profesores les pareció que las mentiras y emociones que mostrábamos eran reales y todo esto era un verdadero reconocimiento del director y un agradecimiento de mi parte.

"Entonces entro a mi casa y tomo cosas cuando no había nadie... ¿Eso no es robar?" Pregunté inocentemente.

"Tengo el permiso de sus padres para hacerlo, si no esto no sería posible"

"¿Entonces es robar con permiso?"

Ambos nos miramos seriamente con los ojos entrecerrados, casi se podía escuchar una música de Western, bueno, de hecho los fantasmas la escucharon, ya que yo la puse a reproducir hace un instante.

"Supongo que debo agradecerle por mostrarme ante todos..." dije agitando mi copa "Puede que tenga razón, todas las grandes magos tienen un pasado no tan brillante que debemos recordar, ¿me pregunto si debería investigar sobre el suyo? Solo para aprender más sobre el más grande mago blanco"

Dumbledore y yo tuvimos una lucha secreta en medio del salón por un rato, con comentarios amables, pero que eran dagas ocultas. Ninguno quería seguir mucho con eso, ya que ambos teníamos nuestras propias cosas que hacer, así que lo dejamos estar por el momento. Brinde con cada maestro y luego seguí con mis asuntos.

...

Las niñas se despertaron tarde en la mañana, aun algo somnolientas. Cuando llegamos a la sala de estar encontramos a Xenophilius con el desayuno listo y un árbol de navidad lleno de regalos.

Muchos de ellos eran míos, ya que en el tren les avise a todas las chicas que me quedaría en esta dirección. Ginny y Luna también recibieron ambas un jersey hecho por mamá. Xenophilius también recibió algunos regalos de unos pocos amigos.

Las niñas, al ver la cantidad de regalos que recibí, se sorprendieron y empezaron a abrirlos por mí, sin preguntarme, para verlos ellas y luego presentármelos a mí.

"Red, aquí tienes un una maceta con una planta, de una tal Hannah Abbott, la carta dice que es para que comiences con tu jardín" me trajo Ginny una pequeña meseta.

"Bien, ¿la podemos guardar en tu casa Luna, Xenophilius? Si no te molesta, hasta que tenga mi propio hogar"

"No hay problema" Respondió Xenophilius sin dudarlo.

"¿Cuándo tengas tu casa me dejarás vivir contigo? No... ¡Tienes que tener una habitación para mí, no importa que!" Pregunto Ginny, pero luego se puso firme, como si ya no fuera mi decisión el aceptarla o no.

"No tengan dudas de ello" les dije a las niñas "Mi casa será su casa" Les aseguré y luego de que asintieran felices prosiguieron.

"Aquí tienes una bufanda de una Lavander Brown" Vino Luna hacia mí.

"Unos amuletos mágicos de Parvati y Padma Patil"

"Una capa muy bonita de una chica llamada Millicent"

"Un par de guantes de piel de dragón de Greengrass"

"Un reloj de bolsillo de Susan Bones"

"Equipo para el cuidado de escobas de... Cho Chang"

"Un set de peluquería encantado de parte de Tracey"

"Unos zapatos... de baile creo... de parte de Penélope"

"Una juego de vasos de cristal con tallados de una Hermione Granger"

...

Las niñas miraron todos los regalos uno por uno y me los mostraron, para luego probarlos o jugar con algunos de ellos. Fueron muy lindos regalos, y pude ver que Hermione noto mi extraña afición por algunas cosas excéntricas, como los vasos, jarras y copas que me envió, y por lo tosco que son algunos parecen ser tallados por ella misma con magia, pero eso solo agrega más valor sentimental para mí.

"¿Por qué todos los regalos son de niñas?" Preguntó Ginny.

"Eh... porque los de los chicos... se me enviaron a Hogwarts" Expliqué.

"¿Por qué lo enviarían a Hogwarts si estás aquí?"

"ohh... creo que me olvide de contarles sobre mi clon..." dije ganando las expresiones de confusión de las niñas "Esperen y verán"

En ese momento me levante del suelo y me aleje un poco de ellas para que me vieran y no se asustaran. A un lado mío hice aparecer un clon idéntico a mí que trajo la completa sorpresa de todos los presentes, incluidos Xenophilius, que casi derramo su té.

"¡Hay dos Red!" Exclamaron las niñas

"Si" x2 respondimos.

"¿Cómo haces esto?"

Ahí tuve que contarles a todos de esta habilidad y de la forma que la usé en la escuela, así como explicarles que en este momento había otro Red en Hogwarts y que es el quién recibió la mayoría de los regalos de los niños.

"¿Cómo sabemos cuál es el real?" Pregunto Ginny en un momento.

"Es ese" señalo Luna a mi cuerpo real.

"¿Cómo adivinaste?" Pregunte intrigado, ya que lo supo a la primera.

"Es que tú te sientes más tú que él" señaló al clon.

"Okey..." Sonó algo confuso para mí, pero solo estaba siendo Luna.

"¿Eso significa que podrás dejar uno de ti aquí mientras estás en Hogwarts?" Pregunto Ginny emocionada.

"No, lo siento, es posible que los necesite allá" dije causando que se deprimiera mucho "pero pudo venir cada tanto con un clon" rápidamente explique, ya que estaba seguro de que si mi hermana tuviera orejas de perro, estas se caerían en señal de tristeza.

"¿En serio? ¿Cómo?" Preguntó recuperando algo de la emoción.

"Tengo otra habilidad que me permite viajar a ciertos lugares y este es uno"

"Eso es genial..." estaba diciendo, pero la interrumpí.

"Si, pero no quiero que nadie lo sepa por el momento" le dije a los tres y ellos asintieron con firmeza, no era raro que guardáramos secretos "por eso mismo solo vendré a la casa de Luna en algunas ocasiones, cuando lo necesiten o cuando tú vengas aquí sola Ginny, no quiero que nuestros padres lo sepan ¿Entendido?"

"Si"

"Genial, usaremos mi [Mensaje] para acordar cuando nos reuniremos"

"Bien"

Aclare y luego de eso, converse sobre algunas de las otras habilidades que tenía, no muchas pero las necesarias. En un momento Luna se subió sobre mi espalda y me sujetó.

"Ahora hay dos Red" Le dijo a Ginny, la cual se dio cuenta de algo y también se montó en la espalda de mi clon.

Las niñas se subieron a mi espalda para montarme como si fuera un caballo, me arrastraron hacia el patio y me ordenaron correr al igual que la primera vez cuando éramos niños, de hecho no es que dejáramos de hacerlo. Yo les seguí el juego y corrí con ellas en mi espalda por el patio en una especie de carrera, dando vueltas y vueltas.

Las niñas se divirtieron mucho, era la primera vez que podían disfrutar juntas montar sobre mí.

Luego de detenernos, organizamos para ver donde pasaríamos el resto del día

...

En la casa de Tonks estaba preparando el desayuno, cuando Andrómeda bajó las escaleras y me vio se puso algo contenta y vino a saludarme.

"Buenos días, ¿dormiste bien?"

"Buenos días, sí, dormí bien" respondí, aunque no dormí en realidad "Aquí está el desayuno" Le entregué un plato con lo que había preparado.

"Eres un amor, no te hubieras molestado, déjame seguir a mí" tomó el plato y se colocó a mi lado.

"No hace falta, ya casi esta, si quieres ayúdame a terminarlo y vamos a comer al comedor"

"Está bien"

Ambos terminamos el desayuno y lo llevamos a la mesa donde comimos y hablamos un rato. Andrómeda era una buena compañera para platicar por las mañanas, era de esas personas con las que puedes empezar una conversación amigable, aun si no eres de los habladores.

Poco después bajó Tonks que con una mirada muerta como la de un zombi y se acercó a uno de los muebles a tomar una poción para la resaca, me sorprende lo común que parece ser esto en su familia porque siempre tienen uno o dos con ellos. Luego de eso vino y se sentó al lado de su madre tomando un plato para sí misma.

"¿Cómo dormiste?" Le preguntó su madre.

"Bien... creo..." dijo todavía algo dormida "... ¿Te quedaste aquí?" Pregunto Tonks al verme, algo sorprendida, recién se dio cuenta, el plan era que yo me fuera. En un momento incluso me pareció que con su movimiento corporal me decía 'No dormimos juntos, ¿Verdad?' A lo que le negué con mi cabeza.

"No, me fui y volví por la ahora hace poco" Expliqué haciendo que se relajara, pero Andrómeda estaba molesta con su hija.

"Y Tenebrius... ¿Qué cosas te gustan?" Preguntó Andrómeda mientras le lanzaba miradas a su hija, aún no olvidaba que no pudo decir que era lo que le gustaba a su pareja, consideraba que era un error fatal en nuestra 'relación'.

"Umm... veamos, me gusta cocinar, tocar música, cantar y bailar como hobby..." empece a contar.

"¡Cierto!" Exclamo Tonks como si hubiera recordado algo importante" A él le encanta la música, como me olvide, siempre que espera algo o descansa esta cantando o tocando su guitarra... no sé cómo lo olvide antes" dijo Tonks sin el más mínimo decoro o angustia verdadera, y sin notar que la expresión de su madre empeoraba.

"También me gusta la transfiguración, si no fuere por el alto requisito de cálculo y conocimiento sería un fanático de la transmutación y la manipulación de los elementos, posiblemente causando estragos en el mundo... también me gustan las cosas exóticas como decoraciones antiguas, reliquias, espadas y otras armas..." seguí relatando mis verdaderos gustos.

"Guau, no sabía que te gustaban tantas cosas" dijo Andrómeda en un tono alto, "¿Y por casualidad tú no sabrás que le gusta a mi hija?"

"... Si sé, pero no quiero decirlo"

"¿Por qué no?"

"Porque cuando regrese a casa, luego de que mates a Tonks, ella volverá para matarme a mí"

"..."

"Posiblemente" Respondió Tonks.

"Bueno, es hora de irme, me gusto mucho la cena de ayer, la pase muy bien" Me levanté de la mesa.

"¿No puedes quedarte?" Pregunto Andrómeda "Hoy vendrán los padres de mi esposo y algunos más de la familia para celebrar la navidad. Hoy es la verdadera fiesta, ¿no planeas quedarte?"

"No, lo siento, pero gracias..." Rechacé cortésmente.

"Pero..."

"Andrómeda, de verdad la pase bien, pero tengo que irme"

"Está bien... ¿Qué planes tienes? Si tienes la oportunidad puedes venir más tarde, será muy animado todo el día" Terminó aceptando al ver mi determinación.

"Ir a la tumba de mi madre, volver a ver unas cosas que deje en el trabajo, volver a casa a dormir un poco y luego resolver algunos asuntos pendientes... no sé si tendré tiempo para volver, pero veré si puedo hacerlo" Invente.

"Bien, nuestra casa te recibirá, no importa cuando sea, ven cuando quieras"

Andrómeda y Tonks vinieron a despedirme y en el camino de salida vimos como Edward se levantaba y se dirigía al mismo mueble que fue Tonks por una poción para la resaca. Creo que ya entiendo más por qué la costumbre de esas pociones.

Luego de unos abrazos de despedida, me marché. La razón real para irme es que no quería conocer al resto de la familia de Tonks, no por qué malentiendan nuestra relación... sino porque no quiero presentarles la mentira de Tenebrius.

Tonks me agrada y su familia también, no quiero mentirles más. Si fuera Red, tal vez me quedaría, pero ahora soy alguien que en parte no existe... tal vez un día me presente realmente, solo... tal vez este año o el próximo, cuando termine todo lo que planeó hacer con Tenebrius, pueda mandarlo de viaje a una aventura y que salga del mapa... tal vez algunas apariciones esporádicas cuando sea necesario.

No quiero molestarlos en estas fiestas, esa también era la razón por la que envíe todos los regalos el 24. Sé que todos celebraran en familia el 25, por lo que envié todos los regalos antes para no aparecer ese día, es lindo recibir una visita, pero tampoco es agradable interrumpir la fiesta, a mí no me gusta. De paso tendré el tiempo para pasar con mi familia sin preocupaciones.

Chương tiếp theo