¡El interrogatorio de la familia Geng!

La mirada y el tono de Quillon no eran muy amistosos. Además, es evidente que ejerció más fuerza de la necesaria cuando estrechó la mano de Jordan.

¡Fue un desafío descarado!

Jordan esbozó una leve sonrisa. No le importaba encontrar desprecio o discriminación en este entorno desconocido. A sus ojos, incluso la señora Geng era una persona corriente. La gente a su cargo no era digna de afectar a su estado de ánimo.

Por eso, Jordan no se enfadó ni aumentó la presión del apretón de manos. Tenía miedo de que si usaba más fuerza, la mano del hombre quedara lisiada.

Jordan preguntó con amabilidad: 

—Sr. Steele, ¿de qué se encarga usted?

Todos los presentes eran probablemente parte del círculo íntimo de Madam Geng o talentos muy importantes para la familia Geng.

Jordan también quería saber qué había hecho este tipo. Realmente se atrevió a tratarlo así en público.

Quillon evitó el contacto visual, pero, aun así, se obligó a responder.