¡Obstaculizado por un asunto trivial!

Tras enterarse de que Lauren parecía haber aceptado casarse con él por despecho e impulso, Chris decidió darle una advertencia. Era un machista al que lo que más le importaba era su orgullo, y nunca permitiría que ella decidiera casarse con él y luego cambiara de opinión como y cuando quisiera. 

Por otro lado, Lauren era una persona que había establecido bien sus prioridades y sabía tomar las decisiones correctas. 

—No te preocupes, ya que he decidido casarme contigo, no cambiaré de opinión —dijo. Chris sonrió feliz, sabiendo que siempre había sido una mujer digna y confiable, que era perfecta para una esposa. No era como la inmensa mayoría de las herederas de familias ricas, que hacían berrinches y creaban problemas todo el tiempo.