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Orario y el balance 2.297

Viggo y compañía volvieron al piso cincuenta y seis y después de revisar cuidadosamente con la máscara de Ivaldi, decidieron descansar. Este descenso se podría considerar uno de los más rápidos de todos los tiempos. Solo se demoraron veinticuatro horas continuas en llegar al piso cincuenta y seis, pero hay que considerar que no estuvieron cazando monstruos y solo mataron a los justos y necesarios que les impedían el avance, además de que ocuparon medios poco ortodoxos para bajar los pisos como lanzarse por los agujeros que conectaban los pisos.

Rosewisse y Ottar estaban terriblemente cansados, así que cada uno tomo un saco de dormir y se durmió a los lados de Viggo mientras este último hacia la primera guardia. Viggo no estaba cansado, al contrario, sentía su cerebro despierto como nunca. Sin embargo, encontrarse con el escenario donde todo estaba cubierto por la materia oscura lo había devuelto a la tierra. Algo tenían las artes marciales que una vez que las practicabas quedabas energizado la mayor parte del tiempo. El problema es cuando sigues avanzando sin preguntarte si está bien lo que haces o no.

Ahora Viggo miraba la hoguera con lo leños al rojo vivo, una fina capa de ceniza y las llamas ascendiendo cuarenta centímetros por encima del nivel del suelo. Viggo pensaba en posibles soluciones a la problemática de la materia oscura, pero parece que con cada chispa que estallaba en la hoguera, una idea se consumía.

—Parece que tienes problemas— dijo una voz amigable, tranquila y astuta

Viggo miró a diez metros de la hoguera, se despertaron Rosewisse y Ottar al momento de escuchar un ruido poco familiar. Ellos miraron hacia adelante, vieron una sombra humanoide y se prepararon para atacar.

—Está bien— dijo Viggo reconociendo a aquella persona en medio de la oscuridad gracias a la máscara de Ivaldi —es un conocido, el único que se presentaría en el calabozo de Orario de forma tan casual—

—Si me sigues elogiando me voy a sonrojar— dijo la persona en cuestión mientras sacaba un abanico de papel y se abanicaba.

Viggo sonrió ante la actitud relajada de Kisuke, el primordial que trajo las almas de personas reencarnadas. Rosewisse y Ottar miraron a Viggo, uno a cada lado. Ellos asintieron y se volvieron a recostar para seguir durmiendo.

—¿Qué se te ofrece, Kisuke?— preguntó Viggo de forma casual, acerco su mano a la base de la hoguera, tomo un leño y lo acomodo haciendo que las chispas se elevaran en el aire.

—Solo vine a ver como estabas. En estos momentos Xiao y Kiara andan de viaje así que no hay muchas personas interesantes con las que conversar ¿Te importa?— pregunto

—No, para nada— dijo Viggo, tendió la mano para que se sentara, pero solo había tierra árida. Sin embargo, Kisuke no se hizo problemas y se sentó en el suelo mientras apoyaba su bastón sobre las piernas. Después hizo un pequeño chasquido para que Ottar y Rosewisse cayeran en un sueño profundo.

—Eres un poco descuidado— dijo Kisuke —debes mantener ciertas cosas en secreto—

—¿A qué te refieres?—

—Andas por ahí con la máscara y la mente de Ivaldi. Son objetos valiosos por los que cualquiera mataría. Fueron hechos bajo la inspiración de otro primordial, por eso son tan únicos y originales para esta época—

—Sí, me lo imagino, trato de ser cuidadoso— respondió Viggo con una sonrisa en los labios —pero no saco nada con andar de paranoico todo el tiempo—

—Eres un muchacho sin remedio—

—Jajajajaja, puede ser—

—¿Tienes preguntas?—

—¿lees la mente?—

—No te enseñaron que es de mala educación contestar una pregunta con otra pregunta—

—Sí, recuerdo algo por el estilo— respondió Viggo —y sí, tengo preguntas ¿Qué son esas cosas?—

—¿En específico?—

—Esas que se convierten en charcos de materia oscura, pero que pueden adoptar una figura amorfa con tentáculos y bocas por todos lados—

—Esos son retoños— dijo Kisuke agachando la mirada —son criaturas que nacieron en medio de una época de locura. No tienen conciencia ni pensamientos. Solo deambulan por donde los lleven y devoran todo a su paso—

—¿Dónde los lleven?—

—¿Qué mejor soldado que uno que no piensa y arrasa con todo? La gran araña los está enviando a este lugar y si tú no te vuelves fuerte en el corto plazo se volverán una gran amenaza ¿No sé si lo has notado?—

—Sí— respondió Viggo agachando la mirada mientras sus ojos brillaban con preocupación. Él miró a Ottar durmiendo a su derecha, soltaba pequeños soplidos por su boca. Después miró a su izquierda y vio a Rosewisse durmiendo de lado de tal forma que sus alas no se vieran aplastadas. Según ella, las valkirias podían dormir sobre sus alas, pero al otro día tendrían un dolor similar a dormir con la mano doblada y con todo el peso de tu cuerpo sobre ella. Incluso dormida, Rosewisse se veía hermosa, su cabello de plata y su lindo rostro realmente la hacían ver como un ángel.

Viggo levantó su rostro y miró a Kisuke —cambiemos de tema, es un asunto que debo resolver con el tiempo—

—¿No vas a preguntar por una solución?— preguntó Kisuke con una amplia sonrisa

—¿Vas a decirme la solución?— preguntó Viggo

Kisuke abrió su abanico de papel y se abanicó la cara —por supuesto que no ¿Qué gracia tendría? Se supone que eres el campeón de un primordial. Debes aprender a buscar tus propias respuestas—

—¿Entonces para que me preguntas si voy a preguntar por una solución? Seriamente no tiene sentido— respondió Viggo con una gran sonrisa

—Pero te puedo decir los resultados de no volverse fuerte—

Eso borro la sonrisa del rostro de Viggo mientras Kisuke guardaba su abanico y ponía un rostro serio. Kisuke examino la mirada de Viggo y le dijo —¿has pensado como encuentras las cosas con tu clarividencia?—

—Sí, utilizo un objeto similar y busco señales de energía a la distancia. Es como si algo emitiera una luz que se expande como una aurora y me guiara—

—Bueno, la gran araña dimensional hace lo mismo. Ella vive en un espacio con múltiples agujeros dimensionales. Toma a los retoños y los envía por dichos agujeros. Eso genera una señal de energía y le permite identificar donde están los retoños. En estos momentos la gran araña está en su etapa inicial, enviando a los retoños más pequeños. Entonces tejera una telaraña expandiendo la brecha dimensional y enviara a los retoños maduros ¿Imagínate lo que pasara en ese momento?—

Viggo miró a la distancia como si pudiera ver a través de las rocas y se enfocó en el camino que conducía al túnel que llevaba al piso inferior, donde estaba la ciudad de piedra recubierta de materia oscura por todos lados. Todas esas cosas podían alcanzar los tres metros de altura ¿Cómo sería el tamaño de un retoño maduro? Viggo tirito de solo pensarlo y miró a Kisuke a los ojos. Estaba claro, este tipo no había traído todas esas almas poderosas porque sí. Su cuento inicial era una mentira. Era como decía Kiara y Xiao, a Kisuke le importaban las personas. Así que había tomado almas valiosas para combatir dicha amenaza dimensional.

—Si me miras tanto voy a pensar que estas enamorado de mi— dijo Kisuke en un tono burlón, saco su abanico de papel y se abanicó la cara —nunca me ha interesa tener contacto carnal con los humanos, pero como eres guapo puedo hacer la excepción—

—Eres…un idiota— dijo Viggo con una gran sonrisa. Estaban hablando algo totalmente serio y este tipo salía con semejante estupidez. Viggo soltó un suspiro y añadió —cambiemos de tema. Ya sé que tengo que apresurarme en encontrar una forma de lidiar con los retoños oscuros—

—¿De qué cosa te gustaría hablar?—

—Por ejemplo, de esa alma que me diste para que a futuro naciera entre mis hijos. Me dijiste que es el alma más débil de todas—

—Sí— dijo Kisuke en un tono serio, pero forzado, que más daba risa que inspirar seriedad —aquel muchacho no es ni siquiera digno de estar aquí, pero tuvo una vida combativa, siempre buscando un nuevo desafío. Su padre era un animal y también lo convirtió en un animal, pero aquel muchacho pudo retener parte de su humanidad. Que terrible, el lema de aquella familia era algo como "si vas a ser fuerte, se fuerte todo el tiempo"—

—¿Es tan terrible un padre exigente?— preguntó Viggo

—Exigente es quedarse corto— dijo Kisuke en un tono de voz divertido —pero en cierto sentido, que aquel padre fuera un animal le dio un objetivo en la vida a aquel muchacho. Por eso su alma es fuerte, incluso más fuerte que la de Solomon. En términos de poder está por debajo de todos tus hijos, al fondo, en lo más bajo. Sin embargo, en cuanto a fuerza del alma y determinación, está en la cúspide de la humanidad—

Viggo soltó una risotada y le dijo —al parecer tenía razón, eres demasiado joven. Si hubiera sido Kiara o Xiao lo hubieran tomado y hecho reencarnar desde el principio—

—Un cuerpo es fácil de obtener, pero el ambiente es más importante— dijo Kisuke con un tono de voz serio mientras agachaba su rostro y sus ojos quedaban ocultos bajo su sombrero blanco con rayas verdes —no soy tan descuidado como ellos. Yo espero que mis protegidos tengan un alivio de su vida pasada, alcancen eso que tanto añoraron y a través de ese sentimiento de plenitud lo den todo por una vida y un mundo mejor—

—Veo, gracias— dijo Viggo entendiendo que Kisuke le estaba encargando el futuro de almas que a él realmente le importaban.

—De nada amigo mío— respondió Kisuke levantando su rostro y mostrando una amplia sonrisa

Durante un largo rato se quedaron callados mirando el fuego de la hoguera y las chispas que saltaban al crepitar. Gracias a la magia de Kisuke, Ottar y Rosewisse se quedaron dormidos profundamente.

Viggo de repente levantó la cabeza y le preguntó —¿Una pregunta?—

—Dime— respondió Kisuke levantando su rostro

—Los tres grandes monstruos ¿Ellos…fueron infectados por los retoños?—

Kisuke sonrió y respondió —bastante perspicaz ¿Ahora entiendes porque la familia Zeus y Hera se esforzaron tanto en cazar al Leviatán, al dragón de un ojo y el Behemot? Todos escaparon del calabozo porque de repente algo los volvió tan fuertes que pudieron romper las restricciones de los dioses. Sin embargo, lo más importante es que al ser infectados por un retoño, los monstruos pueden absorber el poder de los dioses. Esto a su vez alimenta al retoño y le da conciencia. Imagínate, una criatura casi invencible con conciencia propia—

—La luz solar los puede matar— dijo Viggo

—Sí, es verdad, pero como toda arma, depende de la fortaleza. Al igual que no puedes matar a un lobo con una aguja, tú en estos momentos no podrías luchar con tus lanzas de luz solar contra un retoño adulto. No le harías ni cosquillas—

Viggo frunció el ceño y le dijo —me retracto de creer que eres una buena persona, solo vienes a dar noticias de mala suerte—

—Oye, yo solo respondo a las preguntas que puedo responder. Si no te gusto la respuesta, no deberías haber preguntado—

—Maldito primordial—

Kisuke soltó un suspiro y respondió —mejor me iré, parece que estoy siendo odiado—

—Ya era hora—

Kisuke se levantó, llevo su mano a la cabeza para sostener su sombrero blanco con rayas verdes e hizo una reverencia como si fuera un noble —me despido del humilde rey de los dioses— dijo

—Bastardo—

Kisuke soltó una risita y se desvaneció como si estuviera hecho de niebla. Viggo soltó un suspiro y se quedó pensando en todos los problemas que tendría que resolver a futuro.

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