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Orario ha perdido a sus campeones 2.216

En la biblioteca de la mansión de la diosa Hephaestus, Viggo se reunió con Hitomi, la elfa pelirroja. Ella llevaba un vestido de una pieza de color amarillo que ocultaba todo, pero como tenía los senos demasiado grandes, resaltaban. Ella estaba sentada en un sillón de un solo cuerpo con una expresión nerviosa.

Por otro lado, Viggo estaba sentado en el sillón del frente, con expresión seria y una mirada tranquila. Sin embargo, por sus ojos viajaban rayos eléctricos como consecuencia de haberle quitado a otro dios su divinidad.

-Hitomi- dijo Viggo con voz gruesa

-Sí- respondió Hitomi con un tono de voz nervioso

-Semiramis me dijo que desde ahora te harías cargo de las cuentas relacionadas con la familia Bishamon- continuo Viggo

-Sí, como lo hice tan bien en la empresa, me dijo que me daba este nuevo cargo- dijo Hitomi, pero agacho la mirada -sin embargo, considerando el movimiento y la cantidad de aventureros, parece ser que ya no le agrado-

-Es tu visión superficial de las cosas- respondió Viggo -la familia recién está empezando, necesita nuevos aventureros. No necesitas hacerte problemas, pronto necesitaras manos para manejar la cantidad de dinero que mueve una familia poderosa. Sin embargo, para eso necesito de ti dos cosas-

-¿Sí?- preguntó Hitomi asombrada por las palabras de Viggo -¿Qué sería eso?-

-Primero, que el último día del año me entregues un informe completo con todas las noticias, rumores y hechos de lo que paso en Orario. Debes ser lo más completo posible. Si me fallas en esto, buscare a otra personas-

-No, no le fallare, por favor, no me despida-

-Ahora no lo entiendes, pero quiza algún día entiendas su importancia. Bien, ahora lo otro, necesito que hables con la diosa Bishamon y agendes una reunión con ella. Es momento de encontrar nuestra suerte y nada mejor para eso que yo y ella-

-Entiendo, usted necesita una reunión con la diosa Bishamon- dijo Hitomi, cada vez más confundida con la solicitud de Viggo

-Sí, así que habla con ella. Por ahora, eso es todo, puedes continuar con tus deberes-

-Con respecto a eso- dijo Hitomi -yo, bueno, ya tengo todo ordenado, contabilizado y registrado-

-Entonces tomate el día de descanso, sal a pasear, visita un restaurante o sal con amigos. Todo está bien-

Hitomi frunció el ceño, ella se consideraba hermosa, estaba orgullosa del tamaño de sus tetas, pero este hombre le hablaba como si ella no tuviera ningún atractivo y se deshacía de ella como si no tuviera ninguna otra utilidad más que llevar las cuentas.

Viggo se levantó su asiento, miró por última vez a Hitomi, hermosa, con orejas puntiagudas, cabello rojo, cuerpo esbelto y senos enormes. Por alguna razón, ella lo miraba con resentimiento -¿Necesitas algo?- preguntó

-No, yo, la verdad, no tengo nada para hacer- dijo Hitomi con una sonrisa que no lo era

Viggo tomo una profunda respiración y le dijo -ok, ven conmigo. Te llevare a la reunión a la casa de mi padre. Me reuniré con Ottar, eso será bueno para que tú entables relación con otro aventurero importante. Ahora que mis hermanos se han ido, yo y Ottar somos los de mayor rango-

-Entiendo, señor- dijo Hitomi con una expresión seria -tomare nota de todo lo que necesite-

-Sí, eso sería bueno-

Viggo y Hitomi viajaron en el carruaje de Hephaestus, ya que ella había venido a su forja a realizar algunos pedidos para la familia Loki. Una vez que llegaron a la casa de Kain, Isabel, la esposa de Kain los recibió en la entrada.

-Ya arreglé todo, tía- dijo Viggo -Uranos ha dado su aprobación, pero hay condiciones-

Isabel soltó una risita loca y abrazó a Viggo con todas sus fuerzas. Viggo sonrió contento por ella y le devolvió el abrazó. Después entraron, Isabel se movió por la cocina y le pregunto mil veces si Viggo quería algo especial para comer, a lo que Viggo se negó. Él no necesitaba que su familia lo tratara de forma especial, solo quería que ellos fueran felices y si con esto arreglaba un poco el corazón de su tía y su hermana, era perfecto. Él único inconveniente era que Uranos le exigió a Viggo que se volviera un aventurero activo y comenzara a reclutar aventureros para la familia Bishamon.

Viggo salió por la puerta de la cocina mientras Hitomi lo seguía llevando un bolso colgado de su hombro derecho lleno papeles, documentos, tinta y pluma. Bajo el manzano pudieron ver a Kain, el elfo de cabello blanco y a Ottar, el tipo alto y muscular con el cabello castaño y orejas de oso.

-Llegas tarde, muchacho- dijo Kain con el ceño fruncido -sabes que no tengo mucho tiempo-

-Lo sé padre- dijo Viggo -pero tenía que ver algunas cosas en la guild y conversar con Hitomi-

Kain y Ottar miraron a la elfa de cabello rojo, alzaron una ceja al mismo tiempo como si estuvieran sincronizados. Hitomi se escondió detrás de Viggo y este último sonrió manteniendo la compostura.

Viggo vio que en la mesa solo había tres sillas, así que se enfocó en su padre y le preguntó -¿Puedes poner una silla para Hitomi? No creo que haya inconveniente en que ella este ¿No?-

-¿Ella es un vasallo de tu mujer?- preguntó Kain

-Sí- dijo Viggo -algo así, ella trabajaba para Semiramis ayudándola en la administración, pero ahora la designo al manejo de las finanzas de la familia Bishamon-

Kain sonrió, miró a Hitomi y le dijo -felicitaciones, no a cualquiera-. Hitomi lo quedó mirando desde el lado sin entender su buena fortuna. Kain sonrió y solo hizo un ademan con su mano derecha, donde tenía el anillo con la piedra azul y apareció una silla al lado de la otra que debería ser para Viggo. Este último y Hitomi se sentaron y disfrutaron de la sombra proporcionada por el manzano.

-¿Supongo que los dos saben para que los llame?- preguntó Kain

Viggo y Ottar se miraron sin decir palabras, asintieron, después miraron a Kain y asintieron para él.

-En ese caso seré breve ya que Flora se quedó cuidando de Dorian mientras estoy aquí- respondió Kain -necesito que bajen al calabozo y traigan los cuerpos de sus hermanos. Solo ustedes, nadie más, no quiero curiosos ni personas bien intencionadas-

-Entiendo- dijeron Viggo y Ottar al mismo tiempo mientras Hitomi anotaba lo que decían en una hoja de papel

-Es bueno que entiendan fácilmente, eso me libera de muchas explicaciones molestas. Necesitaran pociones y esas cosas- dijo Kain, miró a Ottar y continuo -tú eres el más experimentado en el calabozo, lideras el avance- después miró a Viggo y continuo -tú escucha a tu hermano y no hagas nada estúpido. Esta familia ya tuvo bastantes perdidas como para que se multipliquen las desgracias-

-Disculpe señor- dijo Hitomi levantando su rostro y mirando a Kain. Este último asintió y ella continuo -usted ¿Le está pidiendo al señor Viggo y Ottar que vayan al calabozo?-

-Correcto- respondió Kain

-¿Y que lleguen hasta el mismo piso donde murieron las familias Zeus y Hera?-

-Correcto-

Hitomi puso un rostro preocupado y continuo -¿No es eso una locura?-

-Niña, voy a tomar como que eres inexperta y te falta mundo. Así que, primero: este no es tú lugar para preguntar. Mi hijo te considero digna de confianza y por eso te trajo. Segundo: tú no sabes porque murieron los aventureros, quien los mato y porque sucedió. Así que no hables como si el maldito calabozo se los trago porque sí-

Hitomi agacho la cabeza y asintió.

Kain miró a Viggo con el ceño fruncido y este último puso una mueca llena de incomodad. Kain soltó un suspiro, se levantó de su asiento y les dijo -les encargo este asunto, tengo que ir a ver a Dorian y a Hera-

-Sí, padre- respondieron Viggo y Ottar

Kain camino un par de pasos, se detuvo, se dio la vuelta y volvió a mirar a Viggo y Ottar. Kain hizo un ademan con la mano y le lanzó un anillo a cada uno. El de Ottar con una piedra azul y el de Viggo solo una pieza de metal azulado -esto los ayudara a llevar la mayor cantidad de objetos posibles. El de Ottar puede llevar la cantidad equivalente a mi casa, el de Viggo a una habitación-

-Oye viejo- protesto Viggo -eso es injusto-

-Padre, sí, bueno, hasta yo lo encuentro injusto- añadió Ottar -porque no arreglas el de Viggo, no me importa que se divida a la mitad-

-Muchacho, no seas tan bueno con este idiota- dijo Kain con el ceño fruncido -ya le había dado uno bueno a Viggo, pero este tonto se lo dio a su esposa. Uno de estos días sus mujeres le van a pedir que se lance de cabeza de la torre de Babel y se va a lanzar-

-Eso…- dijo Ottar sorprendido, miró a Viggo y este último sonrió avergonzado. Ottar soltó un suspiro y dijo -no importa los años que pasen, Viggo seguirá siendo Viggo-. Él se levantó de la mesa y camino por delante -yo me preocupo de las necesidades. Tienes que estar mañana a las siete de la mañana en la plaza, frente a la entrada del calabozo-

-Entiendo- respondió Viggo

-¿Señor Viggo, ellos hablan del anillo con la piedra azul que utiliza la señora?- preguntó Hitomi

-Sí- dijo Viggo con una mueca incomoda -¿También piensas que soy un idiota?-

-No, yo, solo quería decirle que la señora es muy feliz. Ella tiene la manía de acariciar el anillo cuando piensa en algo. La señora Scheherezade le llamo la atención por hacer ese gesto-

-Veo, ella es feliz-

Hitomi hizo una pequeña sonrisa y añadió -sí, ella es feliz, está muy orgullosa de su anillo y siempre se lo presume a otras mujeres-

-Bueno, de eso último, no sé si estar orgulloso- dijo Viggo -ah, es verdad. Ven conmigo, hay que encontrar a papá. Espera, una última cosa-

Hitomi tomo sus bolsas, se puso de pie y se la coloco en el hombro derecho. Como la tinta del documento que recién había redactado esta fresca, la llevo en las manos. Sin embargo, cuando escucho a Viggo, lo miró.

-No te metas en mis asuntos y solo has tu trabajo- dijo Viggo con seriedad -te traje porque pensé que serías discreta, pero si vuelve a pasar lo mismo que hoy, no podré confiar en ti-

-Yo- dijo Hitomi agachando la mirada. Después levantó su rostro y continuo -lo siento, pero no podía quedarme callada. Usted va a ir a un lugar peligroso, cualquiera se preocuparía. La señora Semiramis…-

-Está bien- dijo Viggo levantando su mano derecha para que ella se callara -entiendo tu preocupación, pero tienes que aprender a confiar en mí y en lo que hago. Tengo a Uriel, a Bell y mis esposas, no voy a morir porque sí-

-Entiendo señor, no volverá a pasar-

Viggo tomo una mejor mirada de la elfa pelirroja, sonrió y le dijo -no te preocupes, creo que papá está un poco alterado por la situación. Él es como un maestro, siempre está corrigiendo y enseñando a otras personas. Ahora vamos, tengo algo que hablar con papá y mi tía Isabel. Dime ¿Esta vez guardaras silencio y cuidaras de mis secretos?-

Hitomi miró a Viggo, ella podía ver a un muchacho apuesto, pelirrojo, con el torso desnudo y una túnica roja con un cinturón con la cabeza de un león en su centro. Ella se sonrojo y sonrió pensando cosas, pero después negó con la cabeza y levantó su rostro para mirarlo con seriedad -sí, yo guardare silencio y mantendré sus secretos bien guardados-

-Eso es bueno, ahora vamos, tía Isabel debe estar loca por ir a ver a Flora-

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