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Familia y Diosa 2.184

Después de aquel sueño, Viggo pudo dormir con normalidad. Bueno, mientras Uriel no se despertará pidiendo su alimento. Entonces él y Semiramis se levantaban para verla. Viggo apoyaba a Semiramis mientras ella, muerta de sueño, alimentaba a la bebé. Después de que la bebé se durmiera, Viggo la cargaba por unos cuantos minutos para después depositarla en su cuna. Solo entonces podían volver a dormir otras dos o tres horas.

A pesar del mal dormir, Viggo se despertó al otro día temprano. Desayuno con normalidad y le ayudo a Semiramis a cuidar de Uriel mientras ella comía su desayuno. Toda la mañana la paso en tranquilidad hasta que Kiara apareció en la habitación de Viggo mientras este último trataba de pintar un lienzo para relajarse. Ella vestía el velo blanco de monja y la sotana negra con el largo tajo del lado izquierdo que dejaba al descubierto su larga y estilizada pierna.

Viggo sentado en el taburete y frente al lienzo sostenido en un atril, miró hacia un lado y la vio. Kiara lo quedó mirando durante un tiempo, Viggo se levantó de la silla y camino hasta ella. Ambos se miraron durante unos segundos y después se abrazaron. Después de eso, fueron al balcón que tenía vista al patio cubierto de pasto. Viggo puso una botella con estus encima de la mesa, dos copas y se pusieron a beber en silencio.

Kiara, con su copa en mano y admirando el líquido dorado, preguntó -¿Qué sucedió?-

-Anoche tuve un sueño extraño- respondió Viggo sosteniendo su copa con Estus con ambas manos. El agacho la mirada y miró el licor dorado -fue una experiencia diferente a cualquiera cosa. No podía moverme, ni hablar ni nada. Solo podía oír y ver lo que estaba por delante de mí. Incluso si quería mover mi rostro, no podía. Incluso si no pensé en mover mi mano, se movió por su cuenta. Era como si no fuera yo, sino que viera y oyera a través de otra persona. A esa persona la llamaban dios rey y estaba en un campo de batalla con cientos de cadáveres de monstruos, elfos, humanos, enanos y otros. Grandes armas de asedio, mezcla de metal y madera destrozadas y repartidas por todos lados. Entonces llegó un hombre en una armadura metálica y se arrodillo delante de mí. Tenía un sol grabado en su coraza, en el lado del corazón. Él me ofrecía el cuchillo de un héroe que supuestamente murió. Él me hablaba como si tal héroe me hubiera molestado durante años y como si ya no fuera una carga. Sin embargo, yo lloré por su perdida, ya que sentí en mi corazón que nunca lo pude entender-

Kiara asintió a las palabras de Viggo, tomo una profunda respiración y se dedicó a beber el Estus en su copa con lentitud. Miraba de vez en cuando a Viggo, quien parecía confundido y demasiado absortó en pensar en aquel sueño.

-Ymir- dijo Kiara con voz suave, Viggo levantó su rostro y la quedó mirando. Ella continuo -es el padre de los Aesir, Jotun, Vanir y demás criaturas que existen en los nueve reinos. Gracias a la gota de sangre que recibiste como recompensa de Surtr, ahora tu linaje es un 70% Jotun. Estos últimos tiene el poder especial de mirar hacia el futuro. Puede que tú poder se activó gracias al contacto con alguien ¿Has hablado con alguien?-

Viggo negó con la cabeza -no recuerdo haber hablado con alguien cercano a un héroe o del que piense que pueda ser un héroe- respondió

-A lo mejor fue un sueño- dijo Kiara -a lo mejor miraste al futuro a través del poder de los Jotun. No sabría decirlo, no estaba a tu lado, pero si fue una visión del futuro, no importa lo que pase, tienes que saber que se puede cambiar. Recuerda, a toda acción, hay una reacción. Ahora ¿Cómo podrías cambiar el futuro? ¿Qué vas a hacer con esa información? Sabía que esto pasaría, por eso te envié detrás de Odín, pero ya que las cosas pasaron antes de tiempo ¿Qué piensas hacer?-

-Yo, no lo sé- respondió Viggo -a lo mejor fue solo un sueño-

-¿Y si no lo fuera?-

-Yo no lo sé- volvió a responder Viggo con indefensión -en ese caso, tendría que pensar en cómo me convertí en un rey cruel que me hago pasar por dios y me alegro de la muerte de mis opositores ¿Soy tan terrible en estos momentos? En ese caso ¿Qué me hace diferente de Odín? ¿Por qué debería matarlo si no soy diferente de él?-

-Piénsalo Viggo- respondió Kiara -no puedo resolver este problema por ti. Puedo guiarte a los tesoros más increíbles del mundo. Regalarte los placeres inalcanzables para los mortales y dioses, pero no puedo decidir tu destino por ti-

-Gracias Kiara- respondió Viggo con una sonrisa cansada

-¿Por qué me agradeces?-

-Por dejarme hacer las cosas por mí mismo. Por respetar mi voluntad y dejarme decidir mi destino. Incluso si es uno malo, es mejor que seguir lo que otro decidió para mi-

-Eres mi protegido Viggo, quiero que tú, al igual que mis otros protegidos alcancen su máximo potencial. Cada uno de ustedes son almas preciosas que rescate del Origen y no me arrepiento. Sus emociones nutren mi existencia-

Viggo asintió y se quedó mirando el paisaje del patio de la mansión, con largos pastizales, piletas de piedra caliza y un bosque que separaba la mansión de las murallas que daba a la calle. El día estaba despejado, con una brisa fresca y armonizado con el canto de los pájaros.

Kiara se levantó de su silla y camino hasta Viggo. Este último se abrió de brazos y ella se sentó en su regazo. Ambos se abrazaron sin decir palabras ni escuchar ruidos. Sin embargo, Uriel, desde la habitación contigua a la de Viggo, comenzó a llorar con todas sus fuerzas. Viggo y Kiara soltaron una risita divertida. Viggo miró a Kiara y ella se levantó de su regazo. Viggo le tomo la mano y atravesaron la habitación hasta la puerta. Después salieron al pasillo, caminaron hasta la puerta de Semiramis y cuando ella respondió, entraron. Viggo encontró a Semiramis al final de su ingenio, cansada y agobiada. Él tomo una profunda respiración, miró a Kiara y ella asintió. Ambos caminaron hasta Semiramis y la abrazaron por los lados mientras Uriel lloraba en sus brazos.

-Dame a la niña- dijo Viggo estirando sus manos para tomar a Uriel en sus brazos -nosotros nos haremos cargo-

-Pero- dijo Semiramis dejando ir a Uriel

-Necesitas un descanso- dijo Viggo -ve a mi habitación, yo y Kiara nos haremos cargo de esta señorita. No te preocupes, nada le pasara. La protegeré con todo mi ser-

-Ve, Semiramis- añadió Kiara -descansa y después empieza a pensar en una nodriza. Alguien que te pueda ayudar a cuidar de tu bebé. Tienes dinero, si es necesario, contrata dos o tres, las que sean necesarias. Nadie pensara mal de ti. Es ilógico que teniendo tanto poder y dinero, no lo ocupes-

-Entiendo- respondió Semiramis

Viggo con Uriel en sus brazos, se acercó a Semiramis y le dio un beso en los labios -ve a descansar-

-¿Tu estas bien?- preguntó Semiramis con una mirada de preocupación -¿tú sabes? Anoche tuviste ese sueño extraño-

-No te preocupes, ya estoy mejor. Con Kiara lo conversamos y ella me dio una idea de lo que podía ser. Ahora estoy bien-

Semiramis asintió, miró una última vez a la llorona Uriel y después se dio la vuelta para salir de la habitación. Ella abrió la puerta, miró una última vez y cerró la puerta. Viggo se quedó con Uriel en sus brazos y Kiara la miró. Ella, por supuesto, solo tuvo que hacer un gesto con un dedo y la bebé dejo de llorar. Todo su malestar se fue y se dedicó a mirar a Viggo y Kiara.

-La bebé está estreñida- dijo Kiara -ahora está bien, pero ahí atrás debe haber quedado un gran desastre-

Viggo olfateo y entendió de inmediato a lo que ella se refería. Sin embargo, no era su primera vez cambiando un pañal. Bueno, tampoco podía decir que era un experto, pero con la ayuda de Kiara, todo fue más fácil.

El resto de la tarde, Uriel la paso en silencio y Semiramis descansando. Kiara junto a Viggo estuvieron conversando de posibilidades. A lo cual Kiara le explico primeramente que creer que el futuro está escrito en acero era una estupidez. El futuro estaba cambiando a cada momento, ya sea por la caída de una hoja o una gota. La muerte o el nacimiento de alguien. Lo importante era entender cuando era el momento correcto para hacer las cosas. Eso era un verdadero arte, ya que requería encontrar el balance de las cosas. Era similar a criar un bebé, hay momentos en donde necesita leche, momentos en donde necesita un cambio de pañales y momentos en donde necesita algún remedio o complemento para su cuerpo. En el caso de Uriel, le faltaba hidratación y por eso estaba estreñida.

-Al final, volvemos a lo que decía mi maestro. Encontrar el balance- dijo Viggo con una sonrisa en los labios mientras cargaba a Uriel dormida en sus brazos

-Así es, todo se trata de encontrar el balance- respondió Kiara -eso quiere decir que no es rápido, ni lento, ni alto, ni bajo. Es el momento y lugar perfecto. La frase perfecta, la decisión acertada y cosas así. Lo cual lo vuelve lo más difícil de todo. Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda lograr. Sin embargo, tienes que saber que eso solo se aprende en el ensayo y error-

-Entiendo, en ese caso, sabiendo sobre el futuro ¿Qué debería hacer? ¿Buscar una forma de pensar en cómo cambiarlo? Controlar el futuro o dejar que las cosas sigan su curso y hacer lo mejor posible ¿Puedo hacer algo por el resto de las personas? Por ejemplo, por aquel héroe-

-No lo sé, pero eso tienes que descubrirlo por tu cuenta. Dentro de todos los poderes que tienen los dioses, mirar al futuro es uno de los más confusos y problemáticos. Ya ves lo que paso con Odín, perdió la cabeza y se volvió paranoico. Él mando a matar a todos los que representaban una amenaza, incluso a aquellos que representaban una posibilidad-

-Es complicado- dijo Viggo -pero encontrare la inspiración-

-¿Inspiración?-

-Sí, Rosewisse me dijo que los artistas tienen momentos de inspiración, es su arte, un instinto, como el mío. De esa manera creamos la piedra de la memoria-

-Con respecto a eso, te sugiero que lo mantengas para ti mismo y si vas a compartir dicho conocimiento, solo sea limitado. De esa manera pasaran varios siglos antes de que el mundo alcance todo el potencial de la magia y no se destruya todo por un momento-

-Veo, es confuso-

-Hay que encontrar el balance- dijo Kiara con una sonrisa astuta

Viggo soltó una risita y respondió -sí, hay que encontrar el balance. No te preocupes, incluso si solo fue un sueño, me preocupo. De alguna manera lo encontrare. Me preguntó si podría conocer directamente a Odín y conversar con él. A lo mejor, él tiene un buen consejo para mí. Puede que este loco, pero es alguien que hace todo lo posible por su reino-

-Eso es peligroso- dijo Kiara

-Lo sé, no te preocupes. Lo pensare muy bien antes de realizar cualquier movimiento. No quiero morir- dijo y miró hacia abajo, a la pequeña pelirroja en su brazos -tengo mucho por lo que vivir-

-Eso es correcto, ahora, con respecto a lo que me pediste, lo traje. Trata de no excederte en el uso de tu fuerza del alma-

-Gracias- respondió Viggo con una sonrisa suave

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