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Familia y Diosa 2.181

-¿Estás seguro de esto?- preguntó Rosewisse, sobre un islote en el comienzo de una cascada con más de cuatrocientos metros de caída, dentro del calabozo.

Viggo estaba por delante ella, mirando hacia las profundidades de la cascada que parecía no tener fin. Al mismo tiempo, Sakura y Ana estaban por detrás de Rosewisse con sus armas preparadas.

Viggo miró a Rosewisse, de cabello de plata, llamativas alas blancas recubiertas por una armadura dorada. También una armadura dorada para los brazos, torso y piernas. Su largo cabello de plata caía a los lados de su rostro resaltando sus ojos azules.

-Sí, estoy seguro, yo lo atraeré- dijo Viggo con una sonrisa astuta en sus labios -tú lo bombardearas con tu magia y las chicas nos darán respaldo. Ellas son guerreras, no las subestimes por solo ser un nivel 3-

-Entiendo- respondió Rosewisse algo preocupada, nunca había casado un dragón. Ella se acercó a Viggo y este último materializo en sus manos las espadas del caos. Cada una de un metro de longitud con un mango corto para el uso de una mano. Una cadena negra atada en el pomo de cada espada y a su vez, enrolladas a los antebrazos de Viggo. Rosewisse abrazo a Viggo por la espalda y extendió sus largas alas de valkiria. Entonces dio un saltó, se elevó por los aires junto con Viggo y después se lanzó en picada por la cascada. Ambos desaparecieron de la vista de Sakura y Ana.

-Ana, ten cuidado- dijo Sakura con el ceño fruncido mientras sujetaba su arco metálico de color purpura y una flecha -puede que Viggo haya dicho que lo mantendrá bajo control, pero ya sabes lo que pasa cuando intentamos eso en el calabozo-

Ana, quien sostenía sus dagas duales de color purpura, asintió -siempre ocurre un error- dijo -hay que estar preparadas para ayudar a Viggo en ese momento-

-Sí-

Al instante siguiente se escuchó un rugido bestial que viajo cascada hacia arriba y lleno el espacio. Después se escucharon poderosos pasos que hicieron que el agua del lago que terminaba en la cascada se estremeciera y generara olas de un metro. Sakura puso la flecha en su arco y junto con Ana comenzaron a retroceder para que lo que sea que subiera por la cascada, no las pillara desprevenidas. Las pisadas se volvieron más sonoras y los rugidos más poderosos. Sakura y Ana vieron a Rosewisse vestida con su armadura dorada elevarse por encima de la cascada, mirarlas desde el aire y volar en su dirección.

-Retrocedan- grito Rosewisse -esa cosa es más grande de lo que imaginaba-

Sakura y Ana se miraron, se dieron la vuelta y comenzaron a correr. Llegaron al límite del islote en el que estaban y saltaron al islote siguiente que continuaba con el camino. Sin embargo, Rosewisse paso por ellas, las tomo por la cintura y después se elevó para alejarse todavía más.

Al mismo tiempo, un gran dragón de dos cabezas subió por la cascada ayudado de sus enormes patas que se afirmaban de la pared de la cascada. Sus cabezas estaban apegadas una al lado de la otra, con una espada del caos clavadas en la mollera. Al mismo tiempo, la cadena de las espadas del caos estaba alrededor de sus cuellos, obligándolos a mantener sus cabezas juntas.

El dragón de dos cabezas rugía y movía sus cabezas de lado a lado, pero sobre su espalda estaba Viggo, sosteniendo las cadenas que se extendían varias decenas de metros. La cadena imbuida en fuerza del alma emitía un brillo ígneo, como si estuviera expuesta al fuego de la fragua. Eso le provocaba una gran agonía al dragón de dos cabezas.

El dragón de dos cabezas continúo avanzando por el borde de la cascada hasta que se encontró con una parte profunda y se sumergió en el lago. Viggo tomo una profunda respiración y dejo que lo llevara bajo el agua, pero al mismo tiempo canalizo más fuerza del alma y tiro de las cadenas. Eso hizo encorvar las cabezas del dragón y lo obligó a emerger.

-Rosewisse- grito Viggo emergiendo todo empapado. Tenía un rostro cansado por utilizar tanta fuerza del alma en las espadas y mana para mantener el touki -ataca, solo podré mantener el control sobre esta cosa por un par de minutos- Nadie lo escucho, estaba a más de doscientos metros de Rosewisse, Sakura y Ana, pero las palabras no eran necesarias.

Rosewisse se elevó en el aire hasta alcanzar las cabezas del dragón y aleteo para mantenerse en el aire. Después tomo su varita y de izquierda a derecha, como si fueran las manecillas del reloj, fue creando círculos mágicos con diferentes tipos de magias. Una vez listo los círculos de magia, ella bombardeo al dragón en la cabeza con todas sus fuerzas. Como resultado, la cabeza izquierda del dragón exploto y la otra quedó mal herida. Las espadas del caos de Viggo se soltaron y él fue libre de moverse. Sin embargo, por el rabillo de su ojo vio a Ana correr de islote en islote a toda velocidad. Así que Viggo prefirió dejar que la hija de Esparta experimentara la caza. Así que él tomo sus espadas del caos, canalizo toda la fuerza del alma que se pudo permitir y las espadas estallaron en el fuego más aterrador que haya visto esta tierra. Viggo tomo ambas espadas como si fueran dos colmillos apuntando hacia abajo y las clavo en la columna vertebral del dragón. La única cabeza que quedaba lanzó un rugido de agonía.

Por otro lado, Ana dio un enorme saltó desde un islote cercano al dragón de dos cabezas, cayó en la espalda y sintió el terrible calor de las espadas de Viggo clavadas en la espalda del dragón. Fue una cosa terrible, peor que el calor de la forja de Tsubaki a su máxima potencia, pensó. Sin embargo, pensar en esas cosas no era su trabajo en estos momentos, ella debía dar el golpe final. Un dragón estaba blindado en todos lados, pero en su garganta siempre conservaba un pequeño espacio de piel vulnerable. Ana corrió hacia el cuello y después escalo hasta la cabeza que aún estaba completa. Llegó a la cima, se deslizo por el lado, paso cerca de la garganta y lo único que tuvo que hacer fue clavar su daga. La fuerza de gravedad y el peso hicieron el resto y la garganta se abrió varias decenas de metros dejando salir caudales de sangre que mancharon todo el lago. El dragón se desmayó al instante y Ana cayó por debajo del cuello. Ella cayó al agua con un fuerte impacto y vio como la superficie del agua se alejaba más y más. De repente vio a Viggo, de cabello rojo, lanzarse al agua y ella sonrió. Después su visión se apagó.

Una hora después, Ana se despertó con la luz natural del piso 27. El suelo era la tierra de la que estaban hecha los islotes y se escuchaba el chapoteo del agua del lago con los bordes del islote. Ella escucho a su hermana soltar una risita divertida y gritar -Rosewisse es muy tímida, tarde o temprano se van a ver-

-No me importa, no es el momento- grito Rosewisse varios metros por detrás de Sakura y Ana. Esta última se sentó en el suelo y miró a su hermana quien también estaba sentada. Sakura estaba mirando hacia el agua por delante de ella, su cabello purpura caía hasta los hombros mientras seguía vistiendo su armadura purpura. Lo que le indico a Ana que todo estaba bien, así que ella miró hacia atrás para ver a Rosewisse sentada detrás de una roca, como si se escondiera de algo. Al instante siguiente algo emergió desde el agua, Ana miró hacia adelante y vio a Viggo saliendo del agua desnudo.

-Veo que te despertaste- dijo Viggo con una sonrisa astuta mientras arrastraba sus pies por el agua. Él camino hasta Sakura y ella le tendió sus ropas. Viggo se vistió con la túnica roja y después se puso sus botas. Él miró hacia donde Rosewisse se escondía y grito de buen humor -ya me cubrí, puedes salir-

-Eres tan desvergonzado- se quejó Rosewisse al ponerse de pie y salir de la cobertura de la roca. Ella miraba a Viggo con el ceño fruncido y un fuerte rubor en las mejillas. Viggo sonrió de forma astuta y después miró a Ana.

-Veo que ya te despertaste ¿Te sientes bien? Fue un buen golpe- dijo Viggo

-Estoy bien- respondió Ana -¿Lo vencimos?-

-Claro que lo vencimos, cierta heroína de Esparta salto a la garganta del monstruo y la abrió por completo, dándole el golpe definitivo-

Ana se sonrojo y asintió con una sonrisa llena de seguridad.

-Lo hiciste genial, Ana- dijo Sakura, dándose la vuelta para mirar a su hermana -lo siento, no puede ser de mucha ayuda-

-Solo fue por nuestras posiciones- dijo Ana -no te preocupes, seguiré necesitando de tu sabiduría. Dijimos que siempre seríamos equipo ¿Verdad?-

-Verdad- respondió Sakura con una gran sonrisa

Viggo dejo a las hermanas solas para que ellas se entendieran y él se acercó a Rosewisse -¿Guardaste todo?- preguntó

-Sí, todo listo- respondió Rosewisse con naturalidad

-Excelente- dijo Viggo -una vez que vayamos a la guild nos darán muchísimos valis que podremos gastar en cosas útiles-

-Sí, tengo muchas cosas que quiero comprar-

-Nada de jagamarukun-

-Yo…no estaba pensando en eso- respondió Rosewisse mirando hacia otro lado y las mejillas ruborizadas.

-Bueno, lo que sea, nuestro trabajo aquí a terminado por hoy, vamos- dijo Viggo, Rosewisse asintió con una sonrisa en los labios. Ambos caminaron hasta las hermanas, ellas se pusieron de pie y miraron a Viggo -¿Vamos?- preguntó él.

-Sí, pero para la próxima hay que estudiar más- dijo Sakura -padre nos habló de un montón de tesoros que podríamos recoger de la zona selvática, pero no logramos identificar ninguno-

-Bueno, no creo que podamos ser tan buenos como papá en el corto plazo, pero te entiendo, hay que estudiar un poco más- añadió Viggo -bueno, vamos, tenemos mucho que hacer en el exterior-

Todos asintieron y emprendieron el viaje de vuelta por los islotes en el piso 27, donde todo parecía un gran lago con monstruos ocultos bajo la superficie del agua. El viaje fue relativamente tranquilo, con la aparición de un monstruo u otro, pero en su mayoría no fueron combates que hayan durado mucho tiempo.

-¿Qué piensas de la magia y la varita?- preguntó Viggo mientras avanzaba

Rosewisse a su lado, dijo -creo que, si seguimos trabajando igual de duro, con la inspiración y el conocimiento adecuado, podríamos ser capaces de reducir la dificultad de hacer magia a la mitad. Todavía no va a estar al alcance de todos, pero podríamos hacer a los magos de nuestra familia más fuertes, rápidos y versátiles que el resto de las familias-

-Eso es bastante tiempo, pero es un precio muy pequeño para lograr tal resultado- respondió Viggo llevando su mano derecha a la barbilla y mirando la nada.

-No es poco, si contamos con nuestra esperanza de vida, es muy poco tiempo- respondió Rosewisse

-Sí, te entiendo- dijo Viggo, pero él pensaba en sus esposas. No era como si a todas les fuera a dar algo que las hiciera grandes magas, pero al menos quería darle a Sakura y Ana la oportunidad. Ellas habían pasado dos años estudiando con Riveria sin grandes resultados. Eso pasaba cuando no tenías la inspiración ni el conocimiento. Por otro lado…Viggo miró a Rosewisse y le preguntó -¿Cómo vas con el touki?-

-Es difícil, no lo entiendo, es, no lo sabría describir- respondió Rosewisse algo apenada

-Vamos, dijimos que iríamos a Midgar cuando pudieras ocupar touki. Necesitas ser fuerte si queremos enfrentar a Thor. Con el touki y tú Bendición del Sol, podríamos hacer algo, pero uno solo no es bueno-

-Lo sé, pero no es tan sencillo. Ya he hablado contigo y con tu padre, otros me han explicado el refuerzo mágico, pero no lo puedo entender tan bien como mi Bendición del Sol-

-Bueno, sigamos intentándolo, una vez que logres utilizar refuerzo mágico, iremos a Midgar y continuaremos con el asunto de las otras valkirias-

-Entiendo- respondió Rosewisse apenada -te prometo hacer lo mejor posible-

-Tranquila, yo sé qué haces lo mejor posible, lo he visto. Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla-

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