webnovel

Familia y Diosa 2.172

Viggo y Tatsumi conversaron durante una hora, pero al final Tatsumi solo dijo que lo pensaría. Una actitud muy débil delante de Viggo, pero este último no le quiso dar más problemas a su hermano.

Ambos salieron de la habitación y caminaron por el pasillo. Tatsumi parecía apenado por no tomar una determinación mientras Viggo iba caminando y mirando hacia el fondo del pasillo. Entonces vio a Ester dar vuelta en la esquina y avanzar en su dirección mientras Flora la acompañaba.

Flora llevaba un hermoso vestido de una pieza con la forma de una orquídea de color crema. Solo conservaba su larga trenza dorada que bajaba por el costado de su nuca, pasaba por su cuello y descansaba entre sus senos.

Viggo y Tatsumi se detuvieron a un metro de Ester y Flora. Esta última miraba a Tatsumi de forma desconfiada, como si él hubiera revelado algo que no debía.

-Viggo, traje a la señorita Flora- dijo la anciana -ella quería hablar con usted, pero ya que lo encontramos en el camino, me ayuda mucho-

-Sí, disculpa las molestias, Ester-

-No se preocupe, es mi trabajo-

La anciana hizo una reverencia, se dio la vuelta y volvió por donde vino.

-Tatsu- dijo Flora con el ceño fruncido -¿Qué andabas haciendo con Viggo? ¿No habrás…?-

-¿Qué cosa?- preguntó Viggo, dando un paso al frente e interponiéndose entre Flora y Tatsumi, ambos una cabeza más baja que Viggo. Flora levantó la mirada y frunció el ceño mientras miraba a Viggo a los ojos.

-¿Qué cosa, qué?- preguntó Flora

-¿Qué cosa no debería estar haciendo, Tatsumi?- preguntó Viggo -él es mi hermano, puede venir cuando quiera y hablar de sus cosas conmigo ¿Necesita tu aprobación?-

-No, pero mis cosas-

-Deja de ser egocéntrica, Flora, no todo se trata de ti-

Ambos se quedaron mirando a la cara mientras Tatsumi los miraba a un metro por detrás de Viggo. Al final, Flora miró hacia otro lado y soltó un bufido.

Viggo volteó su rostro, miró a Tatsumi a los ojos con desaprobación ante su actitud débil y le dijo -Tatsumi, piénsalo bien, toma una decisión que después no te arrepientas. Es tú vida, debes vivirla lo mejor posible. Ahora déjanos, Flora y yo tenemos que conversar-

-Lo entiendo, nii-sama- dijo Tatsumi con la cabeza gacha, hizo una pequeña reverencia a Viggo y Flora, y paso por al lado de ambos, como si huyera de algo.

Viggo quedó mirando a Tatsumi, negó con la cabeza y después miró a su hermana. Era hermosa, de cabello dorado y elaborada trenza igual que su madre. Ojos grandes, bonita figura. La princesa de los Dragonroad. Él y su padre siempre la consentían en todo lo que ella quisiera. Parece que eso le había estropeado el cerebro.

-Ven, viniste a conversar ¿No?- preguntó Viggo dándose la vuelta y caminando de regreso a la misma habitación en donde converso con Tatsumi.

-Oye, no eres para nada cortes- dijo Flora, lo alcanzó y le tomo del brazo -debes escoltarme-

-Sí, claro, lo que digas-

-¿Qué pasa? Ahora que nació Uriel ya no miras a nadie más con cariño-

-No, solo creo que te hemos malcriado demasiado ¿Qué fue esa actitud prepotente con Tatsu? Es tu hermano ¿Desde cuándo se convirtió en tu lacayo?-

-No es mi lacayo, solo tengo miedo de que haya hablado mis cosas-

Viggo miraba al pasillo con las ventanas a su izquierda y la muralla a la derecha. Pasaron por al lado de la puerta de la biblioteca, donde debería estar Rosewisse. Viggo frunció el ceño al escuchar a su hermana.

-¿Por qué debería Tatsu hablar de tus cosas? ¿Estás haciendo algo malo?- preguntó Viggo

-No, pero él es…-

-¿Es qué?-

-Nada-

-Yo entiendo que Tatsumi siempre ha sido dependiente, pero que él confíe en ti no significa que lo trates como tu lacayo. Papá y yo te hemos hecho daño consintiéndote en todo, pero tú también le hiciste daño a Tatsumi al volverlo completamente dependiente de ti-

-Yo…- dijo Flora mirando al suelo y frunciendo el ceño

-¿Yo qué? Dime ¿Es mentira?-

Flora se quedó callada sin asegurar o negar nada. No sabía por qué hoy su hermano estaba siendo tan estricto con ella.

Viggo y Flora se detuvieron delante de la puerta de la habitación de reuniones. Viggo abrió la puerta, dejo entrar a Flora y después entro él. Ambos caminaron a los sillones individuales y la mesita de centro entremedio de los dos.

Viggo miró a Flora quien hacia una mueca como si alguien la hubiera ofendido. Viggo ignoro su actitud y le preguntó -¿A qué vienes? ¿Para qué sirve tu hermano?-

-Lo dices como si todo el tiempo te buscara cuando necesitara tu ayuda- respondió Flora en un estado molesto

-Tú lo dijiste, no yo-

-Eres…-

-Tú hermano mayor, Viggo, el problemático, pero también la persona que te conoce mejor. No me gustan estos juegos tuyos Flora. Ve al grano, que necesitas-

-Para nuestro cumpleaños le pienso decir a papá que me voy a casar con Aquiles-

-Bien, me parece excelente ¿Por qué no le dijiste a nadie que estabas en una relación con Aquiles?-

-No es tan sencillo- respondió Flora

-¿De qué manera?- preguntó Viggo

-Aquiles, él es el discípulo de papá, tiene muchos años. No es tan sencillo-

-Solo tienes miedo- respondió Viggo en completa calma -papá conoce muy bien a Aquiles, de toda la vida. Conoce cosas de él que tu ni muchas otras personas saben de él ¿Por qué papá se opondría a que los dos estuvieran juntos?-

Viggo quedó mirando a Flora, de cabello dorado y ordenado en una larga trenza. Sus ojos azules miraban a la mesita de centro, como si no pudiera decir lo que le pasaba.

-No lo entenderías- dijo Flora al final

Viggo tomo una profunda respiración y dijo -no puedo decir si tienes la razón o no, sino me dices tus razones. Como quieres mantener las cosas así, dime ¿De qué manera te puedo ayudar?-

Flora por fin levanto la mirada y respondió -pase lo que pase, tienes que estar de mi lado-

-Esto es ridículo- respondió Viggo poniéndose de pie y levantando las manos al aire -¿Qué acaso alguna vez te hemos lastimado? Se te ha permitido todo, papá te ha consentido en todo. Incluso si él hizo un regalo especial para Tatsu, le rogaste y te hizo katanas igual a las de Tatsu ¿Cómo puedes pensar que él te hará daño? ¿Qué alguien te maltratara en la familia? Será mejor que no hables con nadie, ni con papá, con tu mamá o con mis tías. De lo contrario, todos se sentirán heridos-

-Viggo, eres mi hermano, espero que al menos me apoyes en esto-

Viggo bajo las manos y soltó un suspiro -te apoyo, pero la verdad no sé porque te pones tan a la defensiva- Viggo quedó mirando a Flora durante un momento y abrió la boca en un gesto de incredulidad -¿Tú?-

-Cállate, cállate, idiota Viggo- dijo Flora asustada porque a él se le fuera a salir lo que ella temía

Sin embargo, fuera del nerviosismo de Flora, Viggo se llevó las manos a la cara y se comenzó a reír. Flora soltó un suspiro, tomando esto como una señal de que él lo había aceptado de forma rápida y natural.

Viggo se dejó de reír, miró a Flora con suavidad y extendió sus brazos -ven acá- dijo con un tono de voz estricto

Flora se levantó de su sillón y camino hasta donde estaba Viggo. Este último la envolvió en sus brazos y la abrazo con suavidad.

-Realmente, siempre pensé que Flora era la más madura de los tres- murmuro Viggo con voz ronca -también la más astuta ¿Cuándo te volviste tan tonta?-

-Yo, esa no es manera de decirlo- respondió Flora abrazando a Viggo y hundiendo su rostro en su pecho -tonto Viggo, siempre dando problemas, siempre creyéndose el más fuerte y el mejor-

-Sí, creo que ambos somos igual de tontos-

Viggo continúo abrazando a Flora por un rato hasta que se separaron. Viggo tendió su mano derecha a Flora y señalo el sillón. Flora se sentó y Viggo hizo lo mismo. Ambos se quedaron mirando a la cara durante algún rato.

-¿Debo empezar a comprar más dulces?- preguntó Viggo

-¿A qué viene eso?- preguntó Flora

-Veras, a Semiramis le ha dado por comer dulces o chocolates después de cualquier comida. Es como una necesidad. Papá dijo que era natural, a todas las mujeres les pasaba-

-Yo- dijo Flora con las mejillas ruborizadas -no sé ese tipo de cosas-

-Bueno, creo que pasar un tiempo con Semiramis te hará bien. Ella te podrá contar muchas cosas-

-Sí, además quiero ver a Uri-

-¿Uri?-

-Uri, de Uriel. Como Tatsu de Tatsumi-

Viggo negó con la cabeza en una expresión seria y le dijo -Tatsumi ya no es un niño. No sé si realmente lo hiciste a propósito o no, pero lo mejor es dejarlo solo y que tome sus propias decisiones-

-Con respecto a eso- dijo Flora entre preocupada y avergonzada -en un principio lo hice porque me preocupé por Tatsumi. Cuando éramos niños era débil de personalidad y cuando tú te fuiste, él quiso aventurarse por su cuenta en el calabozo, pero unos tipos se le acercaron y cuando vieron las cosas buenas que le dio papá y la tía Hephaestus, lo quisieron matar. Por supuesto, Tatsumi los venció a todos, pero termino lastimado. Sin embargo, lo importante es que no volvió a confiar en nadie más-

-Eso fue hace cinco años- dijo Viggo -las cosas son diferentes, él necesita cambiar y experimentar. Aunque nos duela que salga herido, eso lo hará fuerte-

-Sí, lo sé, pero cuando lo veo tan indeciso, solo puedo preocuparme-

Viggo hizo una mueca incomoda y la miró a los ojos -yo te voy a apoyar y tú vas a apoyar a Tatsumi-

-¿En qué?-

-Tengo un ochenta por ciento de seguridad que dejara Orario-

-¡¿Qué?!- grito Flora -pero, tú sabes…se lo van a comer vivo-

-Eso es algo por lo que todos deben pasar. No todos nacimos tan astutos como tú- respondió Viggo con una sonrisa amable -si tú me digieras que vas a viajar, yo estaría tranquilo. Una chica como tú se haría de contactos, un grupo fiable y se volvería la líder…-

-Pero Tatsu es diferente-

-Sí- añadió Viggo -ha estado demasiado tiempo bajo tu cuidado y el de los demás. Necesita aprender a confiar en sus propias habilidades. Créeme, viajar solo es la mejor manera de madurar. Te hace apreciar todas las cosas que antes tenías-

-¿También te paso lo mismo?- preguntó Flora

-Sí, también me paso. Si te soy sincero, ya ni recuerdo porque estaba tan enojado con papá, con Ottar y con el mundo. Solo siento que fue una época confusa y que mi mente era un embrollo. Ahora me preguntó porque era tan malo con papá, él solo quería que nos lleváramos bien. Él hacía de todo para que estuviéramos juntos, pero yo lo rechazaba-

-Viggo no tiene por qué ser tan duro consigo mismo- respondió Flora -todos cometemos errores o nos sentimos confundidos. Queremos vivir mejores vidas y nos dirigimos en direcciones que parecen prometedoras. Sin embargo, si lo piensas bien, es más complicado de lo que parece-

-Gracias, Flora- dijo Viggo -a pesar de que eras molesta, siempre fuiste una buen hermana-

Flora bufo al escuchar a Viggo elogiarla de mala manera y respondió con el ceño fruncido -mira quien habla, el gran guerrero que se puso a llorar solo porque no pudo vencer a su hermano en un combate con palos-

-Bueno, lo dice la niña que hasta el día de hoy le guarda rencor a su hermano por no decir que ella era la más hermosa del mundo-

-No es mi culpa- respondió Flora -Ottar era tonto y ahora se ha vuelto más tonto. Ahora ni siquiera saluda como se debe y si va a la casa, solo se reúne con papá-

-Ottar era un poco retraído, debe ser difícil para él lidiar contigo-

-¿Yo soy la mala?-

-No, es solo que no eres para nada amable con él a pesar de que es tu hermano-

-Yo…-

-Suficiente, dejemos de hablar de culpas y de gente problemática. No creo que ni tu ni yo seamos mejores. Al final, somos los más problemáticos de la familia-

Flora bufo, mostro una pequeña sonrisa y respondió de forma burlesca -Habla por ti-

Chương tiếp theo