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100.2: Yo no me apunte a nada de esto cuando acepté venir a luchar en esta expedición

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Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.

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El orco intenta bloquear mi ataque pero, antes de hacer contacto con el escudo, detengo mi espada y, girando sobre mi mismo, simuló atacar a su espalda.

El se gira para bloquear pero, de nuevo, unos centímetros antes de que mi hoja golpee su escudo, cambio de posición e intento atacar por otra dirección, mientras lanzo otra bomba de humo para confundirlo.

Seguimos así durante unos minutos, y las llamas que rodean la hoja verde azulada de mi espada parecen teñirse de azul por momentos debido a la velocidad de mis movimientos.

Mi idea es poner a prueba sus reflejos, a la vez que intento confundirlo con un gran número de fintas a toda velocidad para no darle tiempo a contraatacar. Mientras aprovecho que el humo no le permite ver bien, y que a mi realmente no me afecta, teniendo en cuenta que mi oponente no se está moviendo apenas de su sitio.

Sin embargo, pese al humo que obstaculiza su visión, y a la velocidad de mis movimientos, el orco no se equivoca en ningún momento y siempre logra posicionarse correctamente para bloquear en caso de que finalmente elija atacar.

Al final, frustrado y cansado, me alejo para recuperar el aliento.

De nuevo, Garnuk no me ataca y se queda mirándome, esperando pacientemente a que yo decida poner a prueba su defensa, aparentemente perfecta, de una manera diferente.

'No se que hacer... No hay forma de pasar sobre su escudo... ¡NO! ¡Concéntrate! Hay muchas personas que dependen del resultado de esta batalla... Personas... Lo... Lo estaba pensando mal... mi arma no es importante, y tampoco la de mi oponente... O, en este caso, su escudo. Todo eso solo son medios para lograr nuestras intenciones, pero son las intenciones lo que realmente importa. Solo tengo que enfocarme en los movimientos de la persona en frente de mi, y actuar en consecuencia.'

Me enfoco con todas mis fuerzas en cosas como la forma en que apoya el cuerpo, como flexiona los músculos, y hacia dónde se dirige su mirada... Cosas que normalmente solo observo de forma superficial.

Los segundos pasan mientras intento no mirar a su escudo ni a su hacha, sino al individuo detrás de estos, y espero a que el orco que está frente a mí realice algún movimiento que deje alguna apertura para atacar.

"Esto ya no es divertido, chico. Si no se te ocurre nada más, terminaré con tu sufrimiento" dice el orco, a la vez que veo la notificación de que mi habilidad 'Especialización con espadas' sube al nivel 9, el máximo nivel.

Pero no tengo tiempo para pensar en eso. Lo único en lo que tengo que enfocarme es en mi oponente, y en encontrar una forma de vencerlo cuanto antes.

De repente, su próximo movimiento se vuelve claro en mi mente. Garnuk, debido a la impaciencia por mi falta de iniciativa, va a saltar y atacar con un tajo desde arriba.

El orco salta hacia mí y, tan pronto sus pies dejan el suelo, yo me catapulto automáticamente hacia adelante con el cuerpo agachado y lanzo una estocada a su abdomen, ataque que finalmente se cuela por las defensas de su escudo.

La armadura obstruye en gran medida mi arma, pero al menos quince centímetros de esta se clavan en el estómago del orco, que escupe un poco de sangre.

Podría haberme quedado en esa posición, y dejar que el gigante orco se empale con su propio peso, pero en mi estado de claridad mental vi, o la palabra precisa sería 'sentí', que Garluk planeaba vengarse de mí con un ataque de su hacha.

Así que, antes de que el cuerpo del orco cayendo sobre mi me impida alejarme, con la misma velocidad automática con la que lo ataque hace unas fracciones de segundo, retiro mi espada de su cuerpo y me aparto hacia un costado.

El cuerpo del orco cae de bruces al suelo con un sonoro ruido, y yo me posicionó encima suyo con mi espada apuntando a su cuello.

'Durante estos últimos instantes no pense en nada, sino que mi cuerpo reacciono como por instinto... sin fallo, ni retraso ninguno... Esto... Esto es a lo que Gideon se refería'

"Ríndete" digo con voz eufórica, sin dejar de mirar atentamente su cuerpo, buscando algún movimiento que demuestre alguna intención de contraatacar.

"Esta bien, humanito, tu ganas. Cough..." dice Garnuk, tosiendo un poco de sangre mezclada con saliva "La velocidad de esos últimos movimientos fue impresionante. Eres un mejor luchador que yo, lo admito. La ciudad es tuya"

Y, tras recibir confirmación de Gell, que me mira ojiplático, como si no pudiera creer lo que acaba de ver, yo retiro la hoja de mi espada y me alejó del cuerpo caído del antiguo jefe de la ciudad.

***

Al otro día de que yo venciera al líder de la ciudad, comenzó el tedioso proceso de firmar una cantidad interminable de papeles que me certifican como el nuevo señor de la ciudad. Tras lo cuál voy a tener que firmar otra gran montaña de documentos que le otorgaban poderes políticos a Gell, Charity, Angnir, Tomás Protego, y Lilian para actuar en mi nombre dentro de la ciudad.

Lo que en definitiva se traduce en que, cuando termine con esta montaña de documentos pendientes por firmar, ellos se encargaran de todo, y yo podré hacer lo que quiera sin tener que preocuparme de las cuestiones políticas, sanitarias, económicas, y no se cuantas cosas más de la ciudad. Cosas que, realmente, no me interesan y tampoco sabría cómo administrar.

El problema es que, a medida que firmo los condenados papeles, más se siguen añadiendo a la pila, traídos por Gell o Lilian. Lo que hace que me dé la impresión de que no voy a poder terminar nunca con esta tarea.

No subí ningún nivel en ninguna de mis clases como resultado de la batalla con Garnuk, pero el aumento de nivel en mi habilidad [Especialización en espadas] al nivel máximo, ya es recompensa más que suficiente. Además de conseguir que la ciudad de los orcos se rindiera sin tener que luchar por supuesto.

Ese mismo día se dejó entrar a las tropas combinadas de la resistencia y nuestro ejército, tras dar la alarma de que el líder de la ciudad había sido derrotado y que se debía realizar un armisticio hasta nuevo aviso, y se les busco lugares para quedarse dentro de la ciudad. Cosa que ayudará a la alianza de nuestro ejército y la resistencia a mantener más fácilmente el control de la ciudad.

Al final, hubo muy pocas bajas mortales de parte de los dos bandos, gracias a que no se llegó realmente a una batalla real entre las dos fuerzas. Y, por suerte, no murió nadie que yo conocía.

Por otro lado, Garnuk fue curado por Lilian el segundo día después de mi combate con él. Ya que la medicina de los orcos y las pociones no terminaron de curar bien su herida y, durante todo el día que siguió al de mi lucha contra el, seguía sin poder moverse correctamente, hasta que lo trato la joven Estella.

Supongo que esa es una buena razón para que el jefe orco esté en deuda con Lilian, y apoye mucho más la nueva gestión de la ciudad.

La verdad es que, cuando me uní a la expedición para ayudar a Deirdre y Lilian en la lucha contra los orcos, no pensé que terminaría así. Siendo inmovilizado por cuestiones burocráticas en lugar de por alguna herida por combate.

De cualquier forma, tampoco se puede decir que lo esté pasando muy mal. Me traen tres comidas al día, increíblemente deliciosas por cierto. Tengo un cuarto amplio, de paredes revestidas en mármol, con una cama super cómoda y un escritorio lujoso. El cuarto se conecta a un amplio baño, con una bañera gigante, y un montón de sustancias para agregar al agua de baño que hacen que esta se llené de burbujas multicolores. Además, por si quiero algo de fuera de mi jaula de oro, tengo 2 sirvientas therians que atienden a todo lo que pido al mínimo llamado... El único problema de todo esto es que me tienen prisionero firmando cosas sin parar.

Durante este tiempo, Deirdre y Joaquín vinieron algunas veces a visitarme para hacerme compañía. Pero, como no hay realmente mucho para hacer aquí, nunca se quedaban durante mucho tiempo. Tras lo cual Deirdre volvía a casa de sus padres, donde ahora se está quedando, llevándose a Azur con ella por que al pequeño dragón no le gusta estar aquí encerrado; y Joaquín volvía a los edificios designados para el ejército.

Actualmente estoy solo, en la estúpidamente lujosa habitación que me asignaron de la casa de Garnuk, terminando de firmar una de las últimas filas de papeles que quedan hoy por firmar. Falta poco para que anochezca, y estoy terriblemente cansado de la monótona actividad que estoy realizando, casi de forma ininterrumpida, desde que desperté.

'Haa... Ya llevo tres días encerrado entre estas cuatro paredes. Si me traen algún papelucho mas voy a empezar a quemar todo con mi magia'

Mientras pienso en esa idea con una sonrisa, de repente entra Lilian con Yuumi, su compañera, a sus pies, siguiéndola de cerca. La chica se queda enfrente de mi escritorio observando mi trabajo y, como no dice nada, decido hablar yo...

"Estaba pensando en si no debería fingir locura y empezar a quemar todos estos papeles que Gell y tú me traen. A fin de cuentas, no puedo ser el líder de la ciudad si estoy loco ¿no?" digo, mirándola divertido.

"Es una idea interesante. Pero ¿no crees que es estupido decirmelo? Osea, nadie va a creerte ahora que yo lo se. Además, eso solo haría que los últimos tres días de papeleo y todos los años de planificaciones de la resistencia no sirvieran para nada ¿de verdad es eso lo que quieres?" dice Lilian, sonriendome de vuelta.

"Hmt, era una broma... Con algo tengo que entretenerme, estando aquí encerrado" digo, firmando un documento sobre no sé qué asunto relacionado a los muelles de la ciudad.

"No es para tanto..." dice Lilian, acercándose al escritorio para sentarse en uno de los bordes, y leer alguno de los documentos que ya firme "Si tan solo supieras las cantidades de cosas que tengo que administrar en casa normalmente, no te quejarias tanto"

"Si, pero esa fue tu elección. Yo no me apunte a nada de esto cuando acepté venir a luchar en esta expedición" digo, tomando un puñado de papeles y agitándolo frente a ella.

"Ya te queda poco. Esa pila es la última. Una vez termines ya seras libre nuevamente para hacer lo que sea que quieras hacer. Tienes todo el tiempo del mundo" dice sonriendo, pero de repente su sonrisa se borra "escucha, Xel, tengo algo importante que contarte...

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