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Orbe claro

Al salir de el Castillo Ancestral, Touya se encontró con el campeón Mirto hablando con Cheren y Bel sobre los eventos recientes.

"Así que no está aquí, no puedo creer en alguien como Ghechis, iré a revisar por mi mismo" dijo Cheren bastante convencido de sus palabras.

"Sería interesante explorar este lugar, ¡estoy segura que la profesora Encina estará muy feliz con los datos que recolecte!" dijo Bel muy emocionada por la idea.

"Vaya vaya, así que solitos en un lugar antiguo y desolado ¿eh?" dijo Touya mientras subía y bajaba sus cejas con una sonrisa burlona.

Ambos se sonrojaron furiosamente por eso, y Mirto solo puso cara de confusión para luego entender la situación.

"Ohh, el amor joven, algo muy hermoso aunque les recomiendo usar protección o esperar hasta la boda" dijo Mirto con tono de advertencia y paternal.

Ambos se sonrojaron incluso más que antes y miraron a Touya con ira el cual tenía una sonrisa victoriosa y maligna en su rostro, además de que incluso podían saber lo que pensaba.

"Todo de acuerdo al plan" escucharon Cheren y Bel en la mente de Touya de alguna forma.

Mirto siguió con el tema dando unos muy buenos consejos sobre las relaciones amorosas, pero para buena suerte de ambos, el Videomisor de Touya interrumpió la conversación.

"¡Touya!, ¡¡Touya!!, ¡¡¡Touyaaaaa!!!" gritó la profesora Encina con impaciencia y muy exaltada.

"La escucho profesora, no hace falta gritar" dijo Touya un poco atontado por los gritos.

"¡Debes ir a ciudad Esmalte, Aloe quiere hablar contigo en el museo, tiene algo muy importante acerca del pokémon legendario!" dijo la profesora Encina aún muy exaltada y con seriedad.

"Estaré ahí dentro de poco" dijo Touya con seriedad para luego cortar la llamada.

"¡Genial!, aún queda una pista, te estaré esperando allá joven Touya" dijo Mirto muy emocionado para luego irse volando junto con Braviary.

"Nos vemos, no hagan nada indecente" dijo Touya con una sonrisa burlona haciendo que Bel y Cheren se vuelvan a sonrojar para luego irse rápidamente.

Touya salió de la zona desierto para luego usar su bicicleta e ir a ciudad Esmalte lo más rápido posible.

Al llegar a ciudad Esmalte ya era de noche y el aire frío junto con las luces de la ciudad hacían una muy tranquilizante escena, calmando un poco los nervios de Touya.

Touya caminó hasta el museo y se encontró con el profesor Carrasco, la profesora Encina y el campeón Mirto esperando por algo.

"¡Ya llegué!, lamento la tardanza" dijo Touya llegando frente a ellos con cansancio.

"No hay de que disculparse joven Touya, nosotros aún estamos esperando por Aloe" dijo Mirto negando con la cabeza con una pequeña sonrisa.

"Mirto ya me contó todo, al parecer estamos en una situación muy seria" dijo la profesora Encina más seria de lo normal.

"No te preocupes hijita, les daré una paliza si se atreven a tocar a mí pequeña estrella" dijo el profesor Carrasco apretando los cachetes de una apenada profesora Encina.

Gracias a la actitud del profesor el ambiente se relajó un poco, pero eso no duró mucho.

"Aquí está" dijo Aloe trayendo aquella piedra que captó el interés de Touya la última vez.

"Por lo que recuerdo, encontramos esta piedra en la zona desierto cerca de el lugar del que Mirto hablaba" dijo Aloe con seriedad recordando la expedición.

El profesor Carrasco se acercó a esta con un pequeño dispositivo para luego decir.

"Al parecer sí, las muestras que tomé de la Torre Duodraco tienen la misma antigüedad de esta piedra" dijo el profesor Carrasco con una gran sonrisa.

"Aún así no podemos estar completamente seguros, podría simplemente ser un pisapapeles muy bonito" dijo Mirto haciendo que todos caigan en la realidad y retomen su preocupación.

Touya se acercó un poco a Aloe y dijo.

"¿Puedo sostenerla un momento?" dijo Touya mientras señalaba el Orbe.

"No veo porque no, intenta no tirarlo, no estoy segura de que pasará si se destruye" dijo Aloe con tono de advertencia dándole la piedra a Touya.

Dicha piedra era un poco pesada a pesar de solo tener unos 30 cm de tamaño, pero cuando Touya la tomó pasó algo interesante.

La piedra empezó a iluminarse con un sutil brillo blanco, haciendo que todos abran los ojos en shock.

"Eso es una señal lo suficientemente buena para mí" dijo el profesor Carrasco con seguridad.

"Siempre supe que eras especial Touya, pero ser parte de una leyenda está fuera de mis expectativas" dijo la profesora Encina con grata impresión.

"¡Esto es una maravilla!, con esto la esperanza está en su apogeo" dijo Mirto con una gran sonrisa emocionada.

"Joven Touya, prométeme que si algo me pasa, protegerás los deseos de las personas y lucharás contra N, eres el único que puede hacerlo" dijo Mirto sosteniendo los hombros de Touya con seriedad y esperanza.

Touya pudo sentir el peso de la responsabilidad en sus hombros y solo pudo asentir con un poco de reluctancia.

"Mirto tiene razón, este Orbe es lo único que puede ayudarnos a tener un futuro después de los últimos eventos, confiamos en tí Touya" dijo Aloe con seriedad haciendo que Touya se sienta incluso más presionado.

El profesor Carrasco notó la inconformidad de Touya y dijo.

"Y, ¿cómo se supone que funciona el Orbe?" dijo el profesor Carrasco con cara de idiota.

"Ehhhhhhhh" dijeron todos los demás con sudor nervioso.

"Ya sé, hay que preguntarle a Drayden, si hay alguien que sabe todo acerca de los dragones es él" dijo Aloe teniendo una revelación.

"¡Claro!, él debe saber todo acerca de la leyenda" dijo la profesora Encina con emoción.

"¡Hay que ir a ciudad Caolín joven Touya!, el líder es experto en tipo dragón y de seguro tendrá respuestas, te espero allá mañana" dijo Mirto para luego irse volando otra vez.

'Tengo que buscar un pokémon de tipo volador' pensó Touya con sudor nervioso al ver que siempre lo dejan atrás.

La profesora Encina y Aloe siguieron hablando acerca de los detalles de el Orbe claro y de alguna forma de despertarlo mientras Touya solo guardaba el Orbe en su bolsa un poco perdido en sus pensamientos.

El profesor Carrasco notó esto y se acercó a él con tranquilidad.

"No olvides joven Touya, tienes a tus pokémon y a tu familia siempre a tu lado, si tienes algún problema siempre hay un lugar al cual volver" dijo el profesor Carrasco con tono tranquilo y reconfortante.

Touya pensó un poco en sus palabras y se le ocurrió un lugar donde aclarar sus dudas.

"¡Gracias profesor Carrasco!" dijo Touya muy agradecido por su consejo.

"¡No hay de que joven!, ¡la ciencia y el conocimiento no sirve de nada si no se comparte!" dijo el profesor Carrasco con una gran sonrisa.

"No te preocupes Touya, si descubrimos algo te llamaremos por el Videomisor" dijo Aloe con seguridad y tono serio.

Touya asintió y fue hacia el lugar al que todo hombre siempre querrá volver.

A su hogar con su madre.

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