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Volumen 7: Capitulo 166

Cuando Zero y la reina de las Driades terminaron de dialogar, cada uno fue para sus respectivos lugares y con sus propias intenciones, es decir, Zero se quedo un rato hablando con sus sirvientas y luego se fue hacia donde se encontraban los cinco ogros que habia visto con su radar anterior mente, mientras que la Reina de las Driades y Triad, se fueron en dirección a el palacio Dríade caminando y no usando las plantas para transportarse como era de costumbre entre las Driades.

Dride habia decidido hacer esto debido a que tenia algo que hablar con Triad en privado y sin que nadie las escuchara, mas que hablar, se trataba de algo que le tenia que encomendar a Triad antes de volver a su palacio y dar otras ordenes a los demás pilares.

XXX

Zero y sus sirvientas iban corriendo y saltando entre los arboles en dirección a adentrarse un poco mas en el bosque, esto para llegar en donde se encontraban los cinco ogros que el tenia que cazar para cumplir la misión que el grupo de Levi habia tomado por tomar ya que pensaba que no habían ogros en el bosque de las Driadas, pero para su mala suerte, se confirmo que si los habia y ellos literalmente se habían vuelto unas mamitas (Niñitas), lo cual molesto bastante a Zero debido a que ellos lo trajeron e influenciaron con esta misión, pero los primeros en rebajarse, fueron los mismo que comenzaron con la idea de esta misión, es decir, el grupo de Levi. Estar era la segunda vez que ese grupo quedaba mal frente a los ojos de Zero.

Bueno, en realidad, ellos no tenían otra opción mas que entrar al bosque y cazar a esos ogros, pero al sentir tanto miedo y nervios por enfrentarse a varios ogros, ellos decidieron simplemente tratar de dejar la misión y pagarle al gremio por no haberla cumplido.

Sin embargo, Zero no opto por este tipo de decisión y decidió mandarse a cumplir con la misión que no habia elegido.

De esta manera, Zero entro al bosque en búsqueda de los ogros y los del grupo de Levi que no se podían ni mover por el miedo y los nervios de enfrentarse a los ogros y a la gran probabilidad de la aparición de las Driadas, recibieron la orden de Zero de quedarse fuera del bosque protegiendo el lado que daba hacia el pueblo por si a el y a las sirvientas se le escapaban los ogros.

XXX

Luego de un largo rato corriendo y saltando entre arboles, Zero y las dos sirvientas llegaron al lugar en donde se encontraban los ogros.

Según el radar de Zero, los ogros parecían vivir en la gran montaña llena de vegetación que se encontraba en frente de el, pero cuando se acerco a este lugar, el entendió rápidamente porque la reina Dride lo habia dejado cazar los ogros que se encontraban dentro de una gigante cueva que estaba en la montaña que el y las sirvientas tenían en frente.

El motivo se debia a que los ogros que se encontraban en este lugar, habían talado por completo los arboles que estaban alrededor y al mismo tiempo la vegetación habia sido aplastada, hasta el punto en que habia dejado de crecer.

Era muy notoria la diferencia, este lugar era el único que no tenia arboles y vegetación, mientras que a los costados la vegetación rebosaba de gran energía.

La tierra aplastada y con tierra hacia conexión con la que rebosaba de vegetación, era un poco impresionante ver como lo marrón claro rozaba con el fuerte puro color verde  de toda la vegetación.

En ese momento Zero pensó muy enojado con la reina Dride y a la vez se la imagino sonriendo de manera burlona contra el ~Maldita planta perra, me hizo hacer su trabajo.~

El suspira y dice mientras pone sus manos en sus caderas "Ja, me siento utilizado."

"Parece que en el momento en que ellas se iban a ocupar de esto, aparecí yo para hacerles el trabajo gratis."

"¡Que perras ingeniosas que son!. Bueno, la pregunta ahora es, ¿Por qué no se encargaron antes de esta tierra infértil causada por los ogros?."

"Además, me parece raro que siendo como ellas son, no se hayan encargado de esto antes."

Seguido de esto el cambia de tema y dice un poco preocupado "¿Esa cueva no es bastante grande para simples ogros?."

Diana asoma un paso y se pone a la misma altura de su Master, para decir "Ahora que me fijo, tiene razon, se supone que los ogros miden unos 4 metros, ¿verdad?."

Zero muy preocupado y un poco molesto dice "Entonces puede que sean aun mas ogros debido a la gran magnitud del lugar."

Tras eso el piensa ~Puede que dentro de la cueva haya túneles que vayan hacia debajo de la tierra y si fuera el caso seria fácil entender porque mi radar no detecto a los ogros que se encuentran mas abajo."

Zero se arrodillo y deslizo su mano al frente suyo para activar el radar, y cuando se activo, el nuevamente vio a cinco ogros y no mas de esos, por lo tanto dijo en un tono fuerte…

"Parece que si nos quedamos quieto esperando a que algo suceda, Jamas vamos a saber cuantos hay, asi que mejor pongamos manos a la obra y démosles una cortes y tranquila visita."

Diana al escuchar estas palabras por parte de su amo, soltó una pequeña sonrisa de satisfacción un poco maquiavélica, mientras que Astra no entendía lo que sucedía con esas palabras que su amo habia dicho.

Zero con la típica sonrisa de niño bueno jugando con sus juguetes, agarra el tronco largo y ancho de uno de los arboles que se encontraba a su costado y tras haberlo sostenido con sus dos manos, el dice con la misma sonrisa y emoción "Ya me esperaba su visita, asi que vamos a hacer un gran acto para complacer a nuestra querida espectadora."

Ambas sirvientas entendieron a lo que su amo se refería con estas palabras y decidieron sonreír alegremente mientras observaban con ojos amenazadores hacia alguna parte del bosque.

Después de las palabras que el dijo, Zero levanto el gran árbol, lo corto de raíz con pura fuerza bruta, lo abalanzo y lo lanzo a una gran velocidad y fuerza contra la cueva en donde supuestamente se encontraban los ogros.

Diana no se quiso quedar atrás, por lo que tambien decidió lanzar arboles para llamar la atención de los ogros que estaban dentro, pero no con fuerza bruta como lo hacia su amo, sino que ella uso su larga cadena roja con punta de lanza, y tras haberla sacado de su inventario, Diana partió en dos sus cadenas y con ellas amarro a los arboles y los comenzó a lanzar.

Diana no generaba la fuerza, lo que generaba la fuerza para lanzar los arboles, era la misma cadena cuando se enredaban en los arboles, ella simplemente tenia que mover las cadenas apuntando hacia la cueva y los arboles simplemente volarían hacia el lugar.

La única desconcertada con esta situación rara, era Astra que no podia creerse lo que estaba viendo.

Astra sabia a la perfección que ella no se comparaba en nada a lo poderosas que eran las demás sirvientas del escuadrón, pero al ver esto se deprimió y desalentó un poco.

Sin embargo, no podia negar que lo que hacia Diana y su amo, era impresionante, además, en sus pensamientos admitió fuertemente querer seguir viendo a pesar de que la deprimía un poco no poder acompañarlos en lo que estaban haciendo.

Astra cuando vio lo preciosa y trabajadora que era Diana con su amo, ella sintió una gran adoración y respeto por ella.

Seguido de haber lanzado un par de arboles a la entrada de la cueva para llamar la atención de los ogros, el y sus dos sirvientas de repente dan un pequeño salto sin que ellos lo hicieran a propósito, esto habia sido como si su cuerpo hubiera saltado solo sin que sus cerebros mandaran las ordenes de información para que lo hicieran.

Los tres nuevamente durante dos simples segundos parecen despegarse de unos milímetros de la tierra y luego volver como si hubieran saltado voluntariamente.

Zero, ante ese segundo impulso se da cuenta de lo que sucede y dice "¡Mierda! ¿Que tan gigantes pueden ser esos ogros para llegar a causar este gran retumbar en el suelo?."

Dichas estas palabras, ellos desde lo lejos ven salir de la cueva cinco gigantescos y anchos cuerpos de ogros, pero cuando Zero, Diana y Astra vieron estos ogros, se quedaron sin palabras y literalmente con la boca abierta.

Era imposible no sorprenderse con lo que estaban, incluso si era Yossu.

Los tres notaron un gran diferencia en estos ogros a lo que hace unos minutos Diana habia mencionado, es decir, estos ogros no median 4 metros como ellos pensaban, sino que ellos visualizaban a cinco ogros de un tamaño totalmente diferente e impresionante a lo que pensaban.

A primera vista, los cinco ogros median entre 20 y 25 metros, lo cual causo que Astra tragara saliva con un rostro que mostraba un poco de miedo, pero cuando vio el rostro sorprendido y tranquilo de Diana, ella trago saliva y volvió a sus cabales.

-CONTINUARA-

 

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