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Volumen 3: Capitulo 26

En las ciudades y capital del imperio Leville  se podía respirar un buen aire, en el que no había tensión o nervios por la guerra que estaba teniendo el país con el reino Elfo. Todo esto se debe a la gran confianza que tiene la gente del imperio Leville en sus soldados.

XXX

Antes de que llegara la noticia sobre el resultado de la guerra con el reino Elfo al Imperio Leville.

Dentro de la gran capital del imperio Leville se encontraba Manfred Grautoff de 52 años caminando por la ciudad y mirando con interés las tiendas y los puestos que se encontraba por el camino. Todas las personas de la ciudad no se sorprendían al ver al comandante del ejército caminando por las calles, ya que siempre andaba por la ciudad paseando y viendo cómo estaba la gente, además, cuando paseaba, la gente le suele regalar frutas y lo saludan como si fuera otra persona normal.

¨¨cómo les estará yendo a los príncipes, después de todo es la primera vez que ambos van a ir a dirigir un ejército, también esto les puede servir como experiencia para el futuro, además, no es como si fueran a perder frente a los Elfos, después de todo si comparamos la cantidad y el rendimiento de ambos ejércitos, es obvio que nuestro país va a acabar por completo con los elfos, también están los príncipes a quienes les he enseñado desde pequeños el arte de la espada.

¨¨Si soy sincero, no me importa para nada lo que les suceda  a los Elfos después de la guerra, lo único que me importa son los beneficios que puede obtener mi país y poder proteger a la emperatriz y a la gente de este país, ya que sin la gente no somos nada.

¨¨Mientras paseaba por los puestos, decidí comprar algunos alimentos para poder preparar un rica comida para la emperatriz, ya que no es lo mismo una comida preparada por los sirvientes que preparada por un amigo.

¨¨Había decidido hacer esto para poder calmar a Selim, ya que estaba muy nerviosa por esta guerra, además, a pesar de ser considerada una emperatriz malvada, se preocupaba más por sus hijos que por otra cosa. Ella solo actuaba de manera malvada para que ningún noble quisiera pasar sobre ella y tomar el trono, ella empezó a actuar así, después de la muerte del emperador, ya que en ese tiempo había mucha gente que quería tomar el control del imperio dado a que los nobles no confiaban en una mujer para gobernar.

¨¨Bueno, antes de ir a palacio voy a ir a mi lugar preferido de la rutina de todos los días.

Manfred se dirigió al lugar más alto de las murallas y se puso a admirar las hermosas vistas que se podían apreciar de la ciudad y el palacio imperial.

Después de estar un rato admirando las hermosas vistas de la capital imperial, decido volver al palacio.

Manfred Grautoff: es el líder del ejército imperial Leville y la mayoría del tiempo se la pasa protegiendo a la emperatriz (su amiga), también se encarga de disciplinar a los soldados de su país. Llego a ser general gracias a su habilidad con la espada y por saber usar magia que le permite mejorar  sus amplitudes físicas y a pesar de tener 52 años sigue siendo la persona más fuerte del imperio Leville. A Manfred solo le importa el bienestar de su reino y nada más, es tanto el orgullo que incluso daría su vida por su país

XXX

Dentro del palacio imperial…

Mientras la emperatriz Selim se encontraba en su trono nerviosa y desesperada esperando a los resultados de la guerra con el reino elfo, un sirviente decide dar el aviso sobre la entrada de Manfred a la sala del trono.

—Como se encuentra mi mejor amiga —Dice Manfred con un tono gracioso.

En ese momento la emperatriz les da la orden a todas las personas que se encontraban en la sala excepto Manfred para que se retiren del lugar. Esto lo hizo de manera que pudiera dialogar con Manfred de manera tranquila.

Cuando todos se retiraron, Selim decide hablar…

—Como es peras que me sienta bien  cuando tengo a mis hijos en el campo de batalla —Dijo Selim con un tono agradable.

—No tienes por qué preocuparte, después de todo, este viejo les ha enseñado todo lo que tienen que hacer para sobrevivir en una guerra a tus hijos —Dijo Manfred en un tono muy gracioso.

A los segundos, Selim se empieza a reír por las palabras que había dicho Manfred…

—Sí que eres un gran amigo Manfred. Gracias a ti puedo seguir manteniéndome en pie para gobernar este país. Después de todo mi objetivo en esta guerra es conseguir el núcleo del árbol para poder vengarme del imperio Flamee por la muerte de mi esposo y de todo los soldados que asesinaron en esa guerra.

¨¨Manfred estaba muy contento por haber podido sacarle unas sonrisas a Selim, ya que siempre que estaba frente a otras personas se la pasaba haciendo el papel de malvada.

—Por cierto, a mí querida amiga le gustaría comer conmigo una rica comida esta noche —Dijo Manfred.

—Claro que sí, mi querido general.

Selim y Manfred eran muy buenos amigo, pero, se podría decir que actúan más como padre e hija, ya que ella tiene 28 años, mientras que Manfred tiene 52 años.

Mientras dialogaban se escucha la voz de un mensajero que dice…

—Mi señora, he venido a avisar sobre el resultado de la guerra con el reino Elfo.

—Pasa —Dijo Selim con una voz imponente.

Cuando el mensajero entro, se lo podía notar asustado y muy preocupado. Esto es lo que pensó Selim del mensajero.

En ese momento, Manfred se encontraba parado al lado del trono de Selim.

—Bueno, cuéntanos sobre los resultados de esta guerra —Dijo Selim con una cara muy seria.

Selim tenía que volver a hacer el papel de malvada frente al mensajero.

—Mi señora, el ejército del imperio ha sido aniquilado —Grito el mensajero mientras seguía sudando por los nervios.

El mensajero estaba muy nervioso debido a que Selim ya había matado a otros mensajeros para poder mantener su papel de malvada.

—Como que un ejército de 300.000 mil soldados fueron aniquilados por uno de 150.000 mil —Dijo impresionado Manfred.

—Por cierto, como están los príncipes —Dijo Selim gritando muy fuerte.

Ella pensaba que sus hijos y algunos soldados habían logrado escapar, pero…

—Mi señora, mis condolencias por la muerte de los príncipes —Dijo el mensajero.

En ese momento, Selim quería gritar y llorar todo lo que pudiera, pero sabía que debía mantenerse firme frente a esta noticia, porque si no los nobles se podían aprovechar de esa debilidad y tomar el poder. Por más que estuviera conteniendo sus lágrimas y gritos se le podía notar como los ojos estaban rojos y de cómo su cara se ponía triste. El mensajero se dio cuenta de todo esto y sintió alivio de que la emperatriz loca pudiera tener ese tipo de sentimiento.

—Mensajero, como sucedió esto —Dijo Manfred con los ojos llorosos y con una voz entrecortada.

Le mensajero decide responder…

—según los reportes de los pocos soldados que volvieron los elfos no lucharon.

Esto había sorprendido de gran manera a Selim y Manfred.

—Como que los elfos no lucharon —Dijo Selim.

—es como escucho, los elfos no lucharon, pero el que si lucho fue el rey del reino Orbis quien tuvo un enfrentamiento de dos contra uno contra los dos príncipes a la vez —Dijo el mensajero.

—Pero eso no explica la muerte de los 300.000 mil soldados de nuestro país —Dijo Manfred.

—pero las cosas no terminan ahí, después de haber peleado con los dos príncipes, el rey del reino Orbis voló hacia el cielo e invoco varias lanzas de luz que eliminaron por completo a nuestro ejército de 300,000 mil soldados.

—Eso es imposible —Dijo alterado Manfred.

—Me permite dar mi opinión —Dijo el mensajero.

—Adelante —había dicho Selim con unos ojos que estaban a punto de explotar de llanto.

—Cuando hable con los soldados que sobrevivieron, me contaron que un día antes de la batalla vieron llegar a la ciudad de Arkan un gigantesco barco volador, cuyo barco fue el que erradico a nuestra fuerza aérea, además, me dijeron con una cara de asustados que el rey del reino Orbis era un dios por el gran poder que poseía.

De repente, un guardia entra y dice que ha venido un enviado del reino elfo y que tiene que hablar urgente con la emperatriz.

Después de esto, el mensajero se retira y mientras se encontraba afuera de las puertas de la sala del trono, llega a escuchar un grito y un llanto muy grande proveniente de la sala del trono. El mensajero se retiró con la cabeza en bajo por sentirse apenado por el dolor que estaba sintiendo al escuchar como la emperatriz estaba triste.

La emperatriz Selim a pesar de ser considerada una loca por cómo trata y hace las cosas, ella es querida por su gente, ya que ha hecho varias reformas para ayudar a su población y bajar la tasa de pobreza en su reino.

Selim se encontraba en los brazos de Manfred llorando y gritando mientras era acariciada por él.

—Selim, deja de llorar, hay un pueblo que te necesita en este momento tan duro para nuestro país, además, podemos contactar con la Teocracia o el reino Santo para pedir que revivan a tus Hijos —Dijo Manfred mientras se le caían las lágrimas.

—Tienes razón Manfred, yo soy la emperatriz y tengo que dejar los sentimientos de lado y proteger en los momentos difíciles a mi país —Dijo Selim mientras se secaba las lágrimas y se sentaba en el trono.

—Manfred, has que retrasen lo más que puedan la noticia sobre la caída de nuestro ejército y también trae al enviado del reino elfo para dialogar la paz.

—Como usted diga su eminencia —dijo Manfred con una sonrisa.

Después de unas horas de organizar todo para la recepción del enviado elfo….

En la sala del trono se encontraban por un lado Selim y Manfred y por otro el enviado de los elfos.

—Que es lo que trae a un enviado elfo al país que fue masacrado por ustedes o tendría que decir el país que fue masacrado por el reino Orbis —Dijo de forma agresiva Selim.

—he venido a avisar que de ahora en adelante ya no existe más el reino elfo, ya que ahora pertenecemos al reino Orbis quien masacro por completo a su gente con solo una magia —Decía con mucha confianza y arrogancia el elfo.

—En serio, que tontos son, le pidieron ayuda a un reino  poderoso y  debido a eso ahora han sido esclavizados por ellos —decía Selim esto mientras disimulaba una gran risa.

—¿Esclavizados dices…?

—El ex rey Luprel y toda nuestra gente, decidimos entregarnos al rey Yossu por nosotros mismos —Dijo el elfo.

Selim y Manfred estaban muy sorprendidos por lo que había dicho el elfo.

—El motivo de nuestra visita era solo avisar de que el reino elfo ahora le pertenece al reino Orbis, bueno, ahora me tengo que retirar de vuelta a mi reino y gracias por su recibimiento, aahh y mi más sentido pésame por la muerte de sus dos hijos a mano de nuestro rey.

—Aahh fue tan rápido la pelea que en solo unos segundos pude ver la cabeza de los príncipes rodando por el suelo —Esto había dicho el enviado elfo.

Después de que el Elfo se retirara, tanto Selim como Manfred estaban enojados por las palabras que había dicho el elfo.

Al siguiente día hubo una conferencia con el pueblo en donde Selim conto todo lo sucedido en la guerra con el reino elfo y frente al pueblo rompió en lágrimas que llevaba guardadas en su corazón. Gracias a la preocupación que la emperatriz demostró a su pueblo, se ganó todo el apoyo de ellos y esto hizo que los demás nobles no pudieran causar un golpe de estado en el país, además, se reforzó el apoyo hacia la emperatriz.

La emperatriz loca: es conocida por ese nombre debido a como trata y hace las cosas, además, esta forma de ser solo la usa como faceta para demostrar superioridad ante los nobles que querían tomar el control del reino. Su verdadera personalidad es cariñosa y seria a la vez, pero siente un gran amor hacia sus hijos y gente, también se lleva muy bien con su mejor amigo el general del ejército de su país.

Selim posee una magia hereditaria por parte de su familia Noble, esta magia es la de control de objeto, es decir, puede mover cualquier objeto a su gusto, excepto objetos de nivel divino y nivel mundial.

 

 

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