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Volumen 3: Capitulo 24

En la Ciudad de Miurant

—Tenemos que tener cuidado con la guerra que comenzó el imperio Leville con el reino Elfo, podríamos terminar en medio del conflicto, después de todo somos la ciudad más cercana a esos dos reinos —Decía Doles, el noble encargado de la Ciudad de Miurant.

—Mi señor, no se preocupe, es por eso que el emperador envió a la comandante del ejército de nuestro imperio Flamee, para poder ayudar a esta ciudad en caso de que el imperio Leville decida tomarla a por la fuerza.

—En serio, que piensa el imperio Leville. Decide declarar la guerra en el momento en que todos los países se encuentran en un estado de alta tensión.

De repente golpean con una patada la puerta de la sala en la que se encontraba Doles.

 

Me presento, soy la comandante del ejército del imperio Flamee, Samay Brather y vengo junto a mi ejército personal para poder proteger esta ciudad de los posibles ataques por partes del imperio Leville. También en nombre de nuestro emperador Adeben se me concedió total control de la ciudad.

XXX

Samay Brather: proviene de una gran casa noble que es vista como un enemigo por el emperador debido a que poseen un gran poder militar y esto podría causar un golpe de estado. A pesar de ser una hermosa mujer de tez blanca y grandes atributo, decidió practicar desde pequeña la esgrima y el Ki, siendo uno de los pocos humanos capaces de usar el Ki. A la edad de 16 años ya comandaba a una parte del ejército y para los 24 años ya era la comandante suprema del imperio Flamee. Gracias a todo esto, el rey Adeben quiere convertirla en su esposa, pero ella se niega rotundamente. También es despreciada por todos los nobles por ser mujer, además, está en contra de la esclavitud y de la discriminación hacia todas las demás razas y los plebeyos. Tiene muy mala relación con toda la realeza.

Cuando pelea usa su esgrima y el ki para poder fortalecer y aumentar todas las amplitudes de su cuerpo, su arma principal es una espada y actualmente tiene 26 años.

También cuenta con un ejército propio, cuyos soldados apoyan sus ideales. Su principal enemigo a parte de la realeza es el general del ejército del imperio Leville.

XXX

—Como osas entrar a la sala de esa manera tan vulgar —Dice Doles.

—No te atrevas a llamar vulgar a la señorita —Esto había dicho la sub comandante del ejército personal de Samay.

—Como te atreves tú, una simple soldado y además mujer a decirme que hacer.

En ese momento la sub comandante Belia decide desenfundar su espada y apuntarle a Doles…

—Comandante detenga a su soldada —Esto había dicho Doles muy asustado mientras se alejaba de la espada con la que estaba siendo apuntado.

—Belia, enfunde tu espada —había dicho con cara seria samay.

—Como usted diga señorita.

—Doles vete y escóndete en tu cuarto como noble miedoso que eres y déjame el control de la ciudad como su majestad lo ordeno.

—Está bien comandante, pero que sepas que usted lo va a pagar, conozco a varios nobles importantes de nuestro imperio —Doles decía esto con la cara enojada mientras se estaba yendo de la sala.

Samay decide sentarse y se pone a pensar…

¨¨Al fin se fue el noble, no puedo bancarme a la gente de ese tipo. Es la típica persona que deja a los necesitados de lado.

En voz alta dice…

—Es impresionante ver como toda esta sala está adornada de oro, de joyas y objetos de alto valor mientras que las personas de afuera se mueren de hambre —Esto había Samay.

El motivo por el que Samay había entrado enojada a la sala, era porque mientras se dirigía a la mansión en la que se encontraba Doles había visto a varios niños y personas desnutridas en medio de los callejones de la ciudad de Miurant, esto se debía a la mala administración del propio señor feudal.

—Mi señora, concuerdo con usted, además, usted es la única que puede cambiar esta situación en el imperio —Dijo Belia.

—Me gustaría poder volverme la emperatriz, pero sin casarme con el emperador —Decía con una cara de frustrada Samay.

—Estaríamos encantados de servirle si usted se hace la emperatriz, además, cuenta con el apoyo de todo el pueblo. Tranquilamente podríamos comenzar un golpe de estado en este momento Samay — Esto había dicho con una tierna sonrisa la sub capitana.

—Podríamos dialogarlo más tarde —Dice Samay con un rostro pensativo.

—¿qué vamos a hacer ahora Samay?

—Vamos a esperar pacientes hasta que llegue el aviso de que la guerra termino y después volveremos a la capital imperial. Me compadezco del reino elfo por lo que le va a suceder a su reino.

—Tienes razón Samay.

De repente golpean la puerta con fuerza…

—¿Quién eres? —Pregunta la sub comandante.

—Soy uno de los soldados que vino junto a la comandante para proteger la ciudad y necesito informar algo urgente.

—Es uno de los nuestros —Dijo la sub comandante Belia en voz alta.

—Adelante pasa —Dijo Samay

—Mi señora, acaba de llegar un barco volador que se encuentra al frente de las puertas norte.

—Acaso es una broma, un barco que vuela, que significa esto soldado. No estamos para bromas yo y la comandante —Dijo Belia enojada

—Me encantaría que fuera una broma, pero, es todo cierto comandante —esto había dicho el soldado con una voz con miedo.

¨¨¿Un barco volador? que está sucediendo…

—Acaso es el imperio —Dijo en voz alta Samay.

—Ordena a todo el ejército que prepare los cañones de pólvora y los de magia para poder derribar ese barco.

Samay no había dudado en atacar, ya que prefería eliminarlos antes de que ellos atacaran a la ciudad y así poder mantener a la  gente protegida.

—Como usted ordene comandante —Así le respondió Belia a Samay.

Samay decidió salir del castillo mientras que Belia se dirigía a la muralla para dar la orden que había recibido de su comandante.

Cuando Samay salió, se encontró con algo que la dejo totalmente impresionada. Había podido confirmar con sus propios ojos al gigantesco barco que volaba sobre la ciudad y que era casi la mitad de grande que la ciudad.

¨¨No puedo creer que el imperio haya creado semejante Bestia voladora y no entiendo como hace para volar algo tan grande como eso.

Mientras ella estaba impresionada se llega a escuchar el ruido de la explosión de los cañones tratando de disparar contra la nave voladora.

 

-Continuara-

 

 

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