Cuando la nave aterrizó en la ciudad Arkan, los soldados elfos y elfos oscuros que no habían visto semejante buque antes, quedaron sorprendidos, pero nunca se asustaron, es mas, fue una gran alegría verlo encima de ellos, ya que la gobernante Mara había avisado con antelación a los elfos del lugar sobre la llegada de ese vehículo volador.
Recibieron a aquel buque entre gritos de felicidad los Elfos.
Antes de que descendieran, su majestad dio la orden de dejar el acorazado estacionado en frente de la ciudad y mirando hacía donde estaban los invasores humanos.
Luego de que todos descendieran, incluido el personal del buque, Yossu se quedo desde su nave observando el campamento enemigo.
Se puso en sí mismo un encantamiento que multiplicaba su visión y podía ver con fluidez el campamento.
Mientras observaba pudo visualizar a algunos soldados con miedo y a otros bastante motivados que iban de acá para haya con sus sonrisas y revoloteando sus armas.
Otros estaban en medio de todo el campamento balanceando sus respectivas armas.
Además, en tanto miraba al enemigo logró ver a dos personas que le llamaron la atención.
Los dos llevaban armas y armaduras que los distinguían bastante de los demás, parecían caras comparadas con las de los otros y eran bastante distintas con respecto al aspecto de los soldados normales.
Sin embargo, la mayor preocupación de su majestad era que el equipo de estas dos personas estuvieran encantadas con algo poderoso.
Para sacarse la duda decidió usar otro encantamiento que le permitiera ver si lo estaban o no.
Cuando lo utilizo pudo ver que había mucha gente con el poder de usar magia, pero la cantidad de mana que poseían era el de una hormiga.
También descubrió que tales armaduras si estaban encantadas, pero no con algo que le pudiera provocar consecuencias a Orbis o a los elfos en esta guerra.
"Me asuste por nada"
"No obstante, estaba y está la posibilidad de que alguien se esté ocultando o esperando a la batalla para poder hacer su jugada. Esto en Stelaris era normal, así que no voy a bajar la guardia porque todos aparenten ser débiles"
Seguido de esos pensamientos se deshizo de sus dos encantamientos y se dirigió hacia donde estaba la familia real elfa, es decir, a la mansión que yacía en medio de la ciudad Arkan.
Una vez dentro de aquella casa no tan grande a pesar de ser una mansión, entró en la sala en la que estaban todos.
El ambiente era tenso.
En medio había una mesa con un mapa y a los alrededores estaban todos con miradas pensativas.
"Esto esta peor que un funeral"
Pensó el gobernante de Orbis
Yossu interviene de manera brusca y dice "Antes de que todos sigan pensado en planes o cosas raras, quiero contarles lo que voy a hacer en esta guerra"
"Primero que nada me gustaría que todo el ejército elfo se mantenga formado y no participe en la batalla a menos que yo lo diga, además, deseo pelear con los que dirigen el ejército humano de manera limpia y sin ninguna intervención. Si cae el puente de mandó, los que le siguen también lo harán"
"¿Están de acuerdos?"
De esta manera tan brusca intervino e hizo que todos le prestaran atención.
"Si eso es lo que quieres hacer no tengo ningún drama" dice Luprel con una sonrisa leve y rostro cansado.
"Hace unos minutos observe mediante unos encantamientos el campamento enemigo y no vi nada fuera de lo normal, es mas, todos ahí son seres débiles, no hay ningún humano en ese lugar que represente un problema para nosotros."
Esas palabras asombraron a todos los presentes.
No podía creer como podía hablar así, cuando debía enfrentarse a 150.000 soldados con 32.000.
Pero sorprendió más a todos que pudiera saber las características del ejército enemigo con solo verlos. Esto se lo guardaron para si mismo los elfos.
Sin duda dejo a los elfos asombrado e incluso les saco unas sonrisas a pesar de los momentos tensos que vivían.
"Recuerden que contamos con mi buque también, pero no se preocupen, déjenme esto a mi y a mi….hija"
Menciona Yossu con orgullo y una sonrisa emocionada.
"Tu mandas. Después de todo eres el que va a guiar nuestra batalla"
Dijo el rey elfo entre risas.
Seguido, Luprel se puso serio y menciono "Por cierto, tenemos información de nuestros espías y al parecer los que van a guiar la batalla del lado humanos son los hijos de la emperatriz loca."
Después de haber escuchado esas palabras, Yossu se pone a meditar…
"Conque esos de armaduras resplandecientes eran los hijos de la emperatriz"recuerda sus rostros.
Tras eso todos hicieron silencio y al parecer nadie tenía nada que decir.
"¿Están todos de acuerdos con lo propuesto por Yossu?"
Todos asienten y se marchan de la habitación.
En el momento en que Yossu se estaba por ir es detenido por Luprel, que lo agarra del hombro y lo mira de frente.
"Estoy agradecido con todo lo que Orbis a hecho por nosotros y tenemos una deuda imposible de pagar."
Decía entre lágrimas.
[Yossu] "No tienes porque ponerte así, además, lo hago por interés propio, tenía muchas cosas que probar y la guerra me sirve para eso. Los dos ganamos al final de cuenta."
[Luprel] "Es lo mismo. De todas formas nos estas ayudando"
Yossu al escucharlo suspira.
Ambos se miran con una sonrisa y luego golpean sus puños con sonrisas.
-CONTINUARA-