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La tensión en un comienzo había sido palpable, y había que decir claramente que todos estaban nerviosos.

Es decir, los Demonios, Ángeles, o Ángeles Caídos, no eran algo raro en Kyoto, desde que mientras se atuvieran a las reglas Youkai de la región, no habría ningún supuesto problema.

Y como los mismos Youkais, habían algunos de estos seres mágicos diferentes, viviendo entre los humanos y mezclados en la sociedad actual sin ocasionar ningún problema.

Claro, de vez en cuando sucedían ciertas ocurrencias, pero en un margen general de todo, estaba bastante bien de esta manera.

Pero no el día de hoy.

Hoy, en Kyoto, el hogar epicentro de todos los Youkais de Asia, del enorme continente Asiático, están de visita diplomática, unos Demonios.

Ya esto era sorprendente de por sí, por lo que los Youkais de la zona estuvieron naturalmente con su guardia bien alta, pero lo increíble de el suceso, se mantenía presente en la "identidad" de los Demonios que habían venido.

No era sólo por tener a los miembros principales de un Clan de tanto prestigio como el Clan Gremory, sino que incluso 3 de los 4 Maous estaban aquí.

Oh, eso era algo grande.

Tan grande de hecho, que cuando se reveló a todo el mundo sobrenatural en general, sobre la idea que habían hablado sus líderes, algo como la paz entre Facciones, la noticia no logró enardecer, inclusive, a la recepción de los Demonios invitados al hogar de la Líder de la Facción Youkai...

.......

Rías parpadeó lindamente sus ojos en este momento... y estaba un poco perdida.

Y no era sólo ella en general, sino también sucedía lo mismo con los demás pequeños Demonios que habían allí.

O sea, su nobleza.

"Rías-sama, ¿estás bien?"

A la pregunta de Akeno, Rías respondió mientras seguía mirando en dirección a Alexander, que hablaba con sus prometidas, así como con su mamá (Venelana), "Si... aunque nunca había esperado que Alex-sama tuvieran tantas... parejas."

"..."

Akeno asintió a su amiga, porque ella misma también estaba todavía en un shock por la situación, y algo celosa, sin embargo, esto último no lo sabía.

Luego la Reina de la nobleza de Rías giró su mirada a Koneko, que también parpadeó lindamente mientras miraba a Alexander desde aquí.

"Koneko-chan, ¿estás bien?"

"... Hmm, bien."

Ante la pregunta, Koneko arrugó un poco las cejas de su pequeña carita, y respondió mansamente, pero algo molesta.

'Haaa.'

Akeno suspiró.

Ella sabía muy bien lo apegadas que se habían vuelto su ama y Koneko con Alexander, puesto que en su propia casa no paraban de hablar de Alexander.

O, al menos fue así en toda esta semana.

Y eso contando con que fueron 6 días de castigo, impuesto por Venelana.

Akeno también estaba un poco extraña, y si bien no sabía que estaba celosa, ella pensó que era una lástima que Alexander tuviera tantas mujeres a su disposición, aunque lo entendía perfectamente.

Después de todo, Alexander era un hombre... entre los hombres.

Y no era algo que ella misma había dicho en un inicio.

Ya que para sorpresa de todos, fue Sirzechs mismo el que dió tan alta impresión de Alexander mientras hablaba con su familia.

...

"Probablemente... no, de hecho, estoy convencido que Alexander es la persona humana más fuerte de este mundo. Jaja, incluso yo mismo no estoy seguro de poder derrotarlo en una batalla."

...

Dejando aparte la risa de Sirzechs en ese momento, Akeno abrió grandemente sus ojos porque sabía con todos los años que llevaba en el seno de la familia Gremory, que aunque el Maou Lucifer actual era muy amable, no solía dar demasiadas valoraciones a los humanos o magos destacados en todo el mundo sobrenatural, ni siquiera a los miembros de antaño de su propia nobleza, dónde la mayoría de ellos eran personalidades que tenían sus propias leyendas en el mundo.

Entonces, con un hombre como Alexander, realmente no era raro el hecho de que estuviera así, comprometido con tantas mujeres, y cada una de esas mujeres, inexplicablemente hermosas...

"Haaa."

Akeno suspiró nuevamente, sin darse cuenta de que el mismo acto lo hicieron la pequeña Koneko y su ama Rías en el mismo momento.

Mientras tanto.

El pequeño caballero Kiba Yuuto, estaba sentado rectamente en su lugar, pensando en pedirle a Alexander un combate de práctica más adelante.

Y también, de hecho, pensaba en que por algún motivo, algunas de las mujeres de Alexander le daban un sentimiento muy parecido al de su propio Sensei... y contando que su Sensei era una de las personas más poderosas que había conocido, esto fue suficiente para sorprenderlo.

Instintos de espadachín, de guerrero, así como de berserker, era sólo algunos de los que el pequeño caballero podía notar. Y esto era así porque no era un adepto en la magia, ya que la presencia mágica natural que procedía de Olga era todavía más abrumadora...

Kiba Yuuto se preguntó en su mente qué tan fuerte eran las mujeres de Alexander en realidad.

.......

'Suspiro... realmente estas cosas nobles me vuelven loco...'

Alexander suspiró en su mente, ya que la etiqueta noble y todo eso lo molestaba bastante, aunque no lo aparentaba en el exterior.

Y todavía se sintió raro mirando a todos los visitantes, ya que había un detalle que lo molestaba un poco.

Vinieron 3 de los 4 Maous, Sirzechs, Ajuka y Serafall, y Alexander no pudo entender el por qué faltó el Maou calvo, un chico que debería ser tan trabajador de lo cansado que siempre se veía... pero bueno, esto era normal.

Vinieron Rías y su nobleza, así como Grayfia y los padres del Maou Lucifer, Venelana y su marido, el tal Zeoticus Gremory.

Y esto también era normal.

Pero el detalle que molestaba un poco a Alexander, era que vió varias veces que los ojos de Zeoticus se habían desviado hacia Olga, Celestine, y Aki, principalmente.

No solo Zeoticus, sino que Sirzechs, e incluso Ajuka, que era conocido como el menos interesado en mujeres entre ellos, también lo había hecho.

Alexander sabía que Zeoticus era un tipo bastante manso, desde que la misma Venelana era la que manejaba su propio Harem, y también bastante agradable, así mismo con una vibra algo irresponsable que se podía sentir.

Y también sabía que Sirzechs y Ajuka eran hombres en todo derecho.

Y también sabía lo destacadas que eran sus chicas, pero aún así...

Aún así, lo molestaba.

...

Alexander no se dió cuenta por sí mismo, pero en ese momento, estaba dejando salir una leve presión casi insensible, que hacía a los Maous Demoníacos presentes ser más pasivos en las charlas y debates entre Facciones que se daban en la Mansión Kyuubi.

Era algo que más que una presión, se sentía como una atmósfera pesada las cuales sólo podían sentir sin sentir los de el lado contrario de la mesa... porque no lo notaban activamente.

...

Pero por supuesto, como los Demonios masculinos presentes eran hombres razonables de por sí, al rato parecieron adaptarse por algún motivo, a las hermosas apariencias de las mujeres de Alexander.

Tal vez sea por esto, o tal vez sea por la suavidad de Sui en sus manos, a la cual estaba acariciando, pero Alexander se tranquilizó bastante, y duró así hasta que la reunión oficial finalizó.

Luego, los demás o los extras, como Demonios o Youkais, los Ancianos, sirvientes, o los Tengu presentes allí, se fueron silenciosamente mientras estaban muy emocionados.

Literalmente.

Ya que el debate discutido era un tema para emocionarse así.

La paz entre todas las Facciones, mientras estuvieran dentro del acuerdo.

El acuerdo que un poco más adelante sería llamado "El Acuerdo de Paz de Kyoto".

.....

Todo el mundo se fue eventualmente, y allí en la sala sólo se quedaron las personas principales.

Los Gremory, los Maous, la familia de Alexander y la Señora zorro.

Y una vez así, lo primero que hizo Alexander...

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