-Lo siento, Kain-kun- dijo Naomi con las mejillas ruborizadas por haber corrido desde su casa hasta la tienda de dangos de Ooyama. Su rostro se veía limpio, sus ojos azules hermosos y vividos mientras vestía un hermoso vestido blanco. Algo parecido a una toga griega con la que solo mostraba desde los hombros hasta sus manos.
Kain la quedó mirando y sintió algo extraño en su corazón. Por un instante, creyó haber visto a alguien parecida a Naomi, pero un tanto diferente, a lo mejor madura y con una expresión más sofisticada que la alegre e infantil de la muchacha.
Kain se levantó de la banca y negó con una sonrisa -no hay problema, sé que Naomi tienes sus propias preocupaciones-
Naomi sonrió por fuera, pero recordó a su padre y se sintió un tanto mal por él. Sin embargo, era como si algo en lo profundo de su corazón la empujara hacia Kain, como si ella no se pudiera contener.
-Ven, siéntate conmigo- dijo Kain
Naomi le iba a decir que fueran a otro lugar, pero escucho que alguien la llamaba a gritos.
-¡Naomi! ¿Dónde estás Naomi? Ven aquí muchacha del demonio. Ya verás cuando te encuentre-
Naomi miró a Kain horrorizada y Kain más o menos entendió lo que pasaba. Ya había dado el paso adelante, así que ahora tenía que responsabilizarse. Así que él se acercó a Naomi, la tomo en brazos y saltó a los techos. Después comenzó a correr a una gran velocidad, apartándose del distrito Ino-shika-Cho y llegando cerca del municipio. Entonces él saltó a la calle, se movió a una gran velocidad y cruzo el sitio eriazo al lado del municipio. Una vez que llego frente a la muralla de roca que en su cima tenía las esculturas de los hokages, Kain comenzó a correr por la muralla y en unos pocos segundos llego a la cabeza de su tío.
Para ese entonces Naomi estaba mareada y cuando Kain la dejo en el suelo, ella sentía que la cabeza le daba vueltas.
-Me siento mal- dijo Naomi tapándose la cara con la mano.
Kain saco algunos sellos de sus mangas y de ellos saco una frazada y algunos cojines que acomodo sobre la roca. Después tomo a Naomi y la guio para que se recostará sobre la frazada y apoyara la cabeza en un cojín.
Kain también se acostó al lado de Naomi mientras caía la tarde y le permitía recomponerse.
-Lo siento, Kain-kun- dijo Naomi -a lo mejor nunca debí venir-
-No es culpa de Naomi, ella solo escucho mi solicitud- dijo Kain
Ella movió su mano y pudo ver a Kain a su lado, mirándola con sincera preocupación. Eso la hizo sentir un poco mejor, pero aún se sentía mareada por haberse movido a tal aterradora velocidad.
-Mañana me voy al frente y quería verte. No sé cuánto tiempo voy a estar ahí-
Naomi estiro su otro mano, Kain se la tomo con delicadeza y le beso el dorso. Ella sonrió complacida y dijo -gracias, Kain-kun. Papá me contó lo que hiciste y al trato que llegaste con hokage-sama. Es algo que solo los patriarcas saben y aprecian. Papá dijo que te daría el benefició de la duda. Dijo que, a lo mejor, haber pasado tanto tiempo con el dios shinobi te volvió bueno. Sin embargo, nunca debes bajar la guardia, porque en el momento que te vuelvas malo, él…-
-¿Él me castigará?-
Naomi asintió un tanto apenada por las arrogantes palabras de su padre.
Kain soltó un suspiro de cansancio y recostó su cabeza sobre el cojín. Entonces vio como el cielo se oscurecía poco a poco y aparecían las primeras estrellas.
-Lo siento, Kain-kun-
-No te preocupes- respondió Kain con una pequeña sonrisa y le tomo la mano mientras miraba el cielo -ya es un gran alivio que tu padre me dé el beneficio de la duda. Él quiere mucho a Naomi-
Naomi asintió y se acomodó sobre el pecho de Kain mientras cerraba los ojos. Después de un rato abrió los ojos y miró al cielo para ver las primeras estrellas en un cielo entre naranja y oscuro.
-¿Dónde estamos? Por el sonido del viento se siente que es muy alto-
-Sobre la estatua de mi tío-
-¡¿Qué?!-
-No tienes que asustarte, no es como si la vamos a vandalizar. Este es mi lugar especial, donde tenía conversaciones importantes con mi tío. Desde este lugar miramos como Konoha se extendía poco a poco y cambiaba en gran manera. Sin embargo, aún no es suficiente-
-¿Qué quiere hacer Kain-kun?-
-Hoy fue el primer día que fui a la capital y me quedé asombrado. Si pudiéramos tomar como ejemplo su infraestructura y construcción, Konoha se vería menos rural y más civilizado. Los civiles no vivirían en chozas y todas las calles estarían pavimentadas. Tobirama ha hecho un gran trabajo, pero está lejos de ser suficiente-
-Con el tiempo, todo mejorará-
-Sí, pero para eso hay que proteger el presente-
-¿Es peligroso donde vas a ir?-
-En un principio no, pero todavía hay que ver como se desarrolla la guerra. No sabemos qué puede pasar-
Por un instante, ambos se callaron y escucharon al viento ulular en lo alto de la montaña donde habían tallado los rostros de los hokages. El cielo naranja poco a poco se oscurecía y aumentaba el número de estrellas. Kain y Naomi solo se quedaron abrazados mirando el cielo. Pensando en lo que les deparaba el día de mañana y que es lo que desean hacer. Por su parte, Naomi solo sabía que quiere estar con Kain, para ella es lo más importante.
Con la caída de la noche vino el frio y Kain ocupo su doton para crear una pequeña muralla donde apoyarse. Naomi se sentó en sus piernas y él la abrazo por detrás mientras ambos se cubrían con una frazada. La luna salió para iluminarlos y entre eso y mirar el firmamento, le dieron las once de la noche.
-Naomi- dijo Kain
-Sí, Kain-kun- respondió Naomi con voz suave
-Tu padre viene-
-¡¿Qué?!- gritó Naomi y se levantó de un salto del regazo de Kain. Ella se comenzó a arreglar la ropa y Kain se puso de pie. A los pocos segundos llegó un grupo de diez shinobis, con el padre de Naomi a la cabeza. Un hombre alto, de apariencia esbelta y cabello rubio opaco por los años, vestido con ropa negra y la chaqueta verde pasto de la villa.
-Naomi ¿Qué haces aquí a estas horas? Te dije que no podías salir- grito Sora Yamanaka, el padre de Naomi
-Fue mi culpa- dijo Kain y los ojos del padre se clavaron en él.
-Demonio Uchiha, que tolere tú presencia no quiere decir que te haya dado permiso para cortejar a mi hija- dijo Sora -si no fuera por Hashirama-sama ya te hubiera echado de Konoha-
-Bueno, perdiste tu oportunidad. Dudo que ahora lo puedas hacer- respondió Kain con seriedad
El padre de Naomi miró a Kain y frunció el ceño -no seas insolente, muchacho ¿Hashirama-sama y Mito-sama no te enseñaron a respetar a tus mayores?-
Kain soltó un suspiro y dijo -dejemos de lado esto, quiero cortejar a tu hija ¿Dime que necesito hacer?-
Una largo e incómodo silencio se estableció entre los adultos y los jóvenes. Naomi miraba a Kain con preocupación, pero Kain parecía seguro de lo que había dicho.
-Mata a un kage y te permitiré cortejar a mi nieta- dijo un anciano entre el grupo
-Padre- lo llamo Sora Yamanaka, aunque solo era su suegro. Sin embargo, igual que el resto de los shinobis de la época, Sora era muy respetuoso con sus ancianos al punto de la veneración.
-¿No te parece bien?- pregunto el anciano -tendrás de yerno a un hombre lo suficientemente fuerte como otorgarle prestigio y gloria a nuestro clan. Incluso si Naomi es la segunda o tercera esposa, no creo que sea inferior- después miró a Kain y continuo -tu padre fue un excepcional guerrero y pudo ver que tú vas en la misma dirección. Si puedes vencer a un kage te dejaré cortejar a mi nieta. Por una parte, el honor es importante, pero para mí es más importante dejar a mi nieta en las manos de un hombre capaz de protegerla-
-¿Estás de acuerdo?- le pregunto Kain a Sora
Sora paso su mirada de su suegro a Kain y entrecerró sus ojos -a lo mejor mi hija te dijo algo, pero te lo diré en persona. Después de escuchar el trato que hiciste con hokage-sama, tengo una mejor impresión de ti. Te daré el beneficio de la duda y aceptaré la solicitud de mi suegro. Si logras vencer a un kage te dejaré cortejarla. De lo contrario, te alejarás por tu propia cuenta y de ser necesario, abandonaras la villa-
-Padre eso es demasiado- dijo Naomi en un fuerte tono -él se volverá un shinobi renegado, la aldea lo perseguirá-
El padre de Naomi hizo una pequeña sonrisa y contesto -bueno, eso es lo que se merece un hombre arrogante que no puede cumplir lo que promete-
Naomi se tapó la boca y derramo grandes lágrimas. Sora estiro su mano para tomarla del brazo, pero el abuelo de Naomi lo detuvo. Ambos se miraron a los ojos y Sora tiró de su brazo. El abuelo lo soltó y se acercó a Naomi susurrándole algunas cosas al oído. Después el abuelo miró a Kain con severidad y le dijo en un fuerte tono -no me falles-
-Nunca, es por Naomi- respondió Kain
El anciano asintió y se llevó a Naomi sin esperar al resto. Después lo siguieron el resto de los shinobis hasta que solo quedó Sora.
-Incluso si algún día te casas con Naomi, el odio que siento en mi corazón nunca desaparecerá- dijo Sora con un profundo odio reflejado en su mirada -tu padre se llevó lo que era importante para mí-
-Lo sé- respondió Kain agachando la mirada -no te pediré perdón, porque no hay palabra en el mundo que pueda remediar lo que sientes. Sin embargo, si algún día Naomi y yo nos unimos, no traspases tu odio a nuestros hijos. Ellos serán inocentes-
-Por eso no te he matado, Kain Uchiha- respondió Sora -lo hijos no deberían cargar con los pecados de los padres-
Entonces Sora dio un salto y desapareció en la noche, dejando a Kain solo sobre la estatua de Hashirama. Mirando un cielo estrellado sobre su cabeza y Konoha a sus pies. La urbanización estaba empezando a dar sus frutos y Konoha tenía luz eléctrica en un 60%, con calles iluminadas por las farolas.
-Tío- murmuro Kain mientras una ráfaga de viento ondeaba su haori blanco -me haces tanta falta en este momento-
A pesar de que Kain nació en un cuerpo fuerte y en un ambiente privilegiado, sentía que le faltaba suerte. La perseverancia lo llevo hasta este momento, pero aún no era suficiente para estar lleno de amor como le había pedido Mito que estuviera ¿Cómo iba a ayudar al mundo en este estado? Ser odiado nunca le había hecho tanto daño. Incluso en el pasado él era indiferente a estos sentimientos, pero ahora, después de haber conocido a Hashirama Senju, Kain deseaba ser amado y vivir bajo las expectativas de su tío. Deseaba poder agradarlo y darle la paz que él se merecía. Sin embargo, mientras él sea odiado, su tío Hashirama jamás podrá descansar en paz.